Park Jimin es simple trabajador en una tienda de música. No sabía que en una tardé como cualquier otra se arrepentirá de haber visto una de las escenas más espantosas y que cambiaría su vida por completo.
Min YoonGi el jefe de una de las mayores li...
Mi sangre dejó de circular, no movía ni un solo músculo, no parpadeaba... Estaba completamente en shock.
- Espero que tengas contigo lo que me pertenece...
No tenía el valor para girar y verlo trague saliva en seco y mis manos ya comenzaban a temblar... Seguro al verlo tendría un arma apuntando mi cabeza y moriría.
- Que? Te comieron la lengua los ratones... - dijo en tono burlón.
- Mirame!
El me ordenó y por su tono supone que estaba molesto. No se de donde saque valor para por fin voltear a verlo.
Su piel era blanca como la nieve, sus ojos felinos oscuros que con solo mirarlo te mataría
- Quien eres tú? Y que quieres? -le dije con nervios-
-Creo que sabes bien quien soy... Y que quiero...-se iba acercando poco a poco a mi con firmeza-
-N-No... No lose... -todos mis músculos se tensaron al notar la corta distancia que estaba entre nosotros-
-Pues que estúpido -se río y se apartó de golpe-Tenemos mucho de que hablar
-Lo siento, no tengo tiempo me tengo que ir -dije con un temor evidente caminando fuera de aquel callejón quería salir de allí y correr a buscar ayuda-
-Te equivocas Jimin -Hablo llamando otra vez mi atención y volteo a verlo-Ahora tenemos todo el tiempo del mundo.
-Q-Que?
No pude decir nada más ya que me pusieron un saco negro en la cabeza, me tomaron por detrás subiendome a un auto.
-NOOO!!! POR FAVOR DÉJENME!!
Gritaba tan fuerte destrozando mis cuerdas vocales y me movía tratando de bajarme o golpear a alguien para escapar.
-Tranquilo muñeco, no dolerá
Sentí un piquete en mi cuello y también como mi cuerpo se volvía débil, mis párpados pesados y finalmente me desmaye. De seguro iban a violarme, sacarme los órganos y dejarme tirado bajo un puente... Porque no sólo me disparo en ese callejón.
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Abrí lentamente mis ojos un pequeño rayo de sol rozaba mi rostro estaba desorientado. Cuando al fin estuve en mis cinco sentidos me di cuenta de que estaba atado en una silla
Mire a mi alrededor en una esquina había una cama junto con un mueble y una silla, del otro lado habían dos puertas azul y roja... Todo estaba perfectamente bien ordenando y al mirar al frente había una pintura. Era una obra hermosa, habían árboles y montañas coloridas.
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