Una tarde en casa sonó el timbre, Hermione estaba leyendo teorías de derecho mágico internacional, bajó las escaleras con la mirada puesta en el libro, abrió la puerta aun distraída y...
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- Tu... hubo una pausa extraña.
- Buenas tardes Hermione.
- Viktor... emm sigue siéntate, que pena ser tan descortés solo que me sorprendiste.
- Gracias. Decía mientras se sentó en el sofá a su lado.
- No sé qué decir la verdad estoy muy sorprendida. ¿Cómo has estado? Que ha pasado contigo desde la fiesta de matrimonio de Bill y Fleur, no supe nada más de ti y ya sabes que no leo muchas revistas.
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- Bien yo he estado bien, dedicándome de lleno al Quidditch y bueno encargándome de alguno que otro negocio familiar. Pero cuéntame de ti.
- Que bien aún recuerdo cuanto amas volar. Yo trabajo en el ministerio de magia soy abogada y aunque hace poco de eso tengo un muy buen puesto.
- Y el chico... ¿el pelirrojo?
Su incomodidad se notó, bajo la mirada, la subió y dijo –Eso término
- Así que es verdad, ahora estas sola.
- Veo que estas muy bien enterado. Dijo sorprendida, aun le dolía ese tema.
- Que te puedo decir soy el mejor buscador del mundo hay pocas cosas imposibles de averiguar cuando tienes tanta fama. Dijo humildemente.
- Sí, tienes razón... pero bueno a que debo el honor de tu visita, ¿qué haces en Londres? Dijo intrigada Hermione. Y cambiando el tema pues Ron era lo último de lo que quería hablar.
- La verdad viaje por trabajo tengo unos asuntos que atender acá y pensé en averiguar sobre tu vida y aquí estoy.
- ¿Vas estar mucho tiempo en Londres?
- Todo depende de cómo se desarrollen los negocios.
En ese momento llegaban los padres de Hermione riendo y con una deliciosa pizza al entrar se quedaron mirándolos así que Hermione tomo la iniciativa, ya que podía hacer.
- Hola mamá, Hola papá. Le dio un beso a cada uno.
- Les presento a Viktor Krum un amigo.
- Mucho gusto señor y señora Granger. Les dio la mano nervioso y algo formal.
- ¡Mucho gusto! Ellos sonrieron y asintieron.
- ¿Tienen hambre? Traje una rica pizza pasemos al comedor. Dijo la madre de Hermione.
- Oh! No la verdad yo ya me iba no quiero molestar. Dijo apenado Krum.
- Jaja no es ninguna molestia muchacho le insistió el señor Granger.
Así que se sentaron todos en la mesa a comer.
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- ¿Entonces de donde se conocen?,
- Bueno yo fui alumno de Durmstrang y nos conocimos en Hogwarts hace aproximadamente 4 años fui el elegido de mi colegio para el torneo de los tres magos y la invite al baile de navidad.
- ¡Hace tiempo!, su amistad debe ser muy fuerte para aun seguir en contacto. Respondió el Sr.
- En realidad estuvimos un tiempo en contacto por medio de cartas y luego nos alejamos, pero ahora si Hermione quiere deseo retomarlo.
- Noto un acento diferente, de donde eres Viktor?
- Nací en Sofía, Bulgaria y siempre he vivido allí, me costó bastante aprender inglés lo que dificulto la relación con su hija.
- Jajaja lo recuerdo muy bien. Dijo Hermione riendo y recordando.
- Y a que te dedicas Viktor?
- Soy jugador profesional del equipo de Quidditch de Bulgaria, en los tiempos libres trabajo en los negocios de mi familia.
Así transcurrió la velada con algunos comentarios del Sr. Granger notando su desagrado por Ron Weasley. El señor Granger pensó que Viktor era un hombre en toda la extensión de la palabra serio, responsable, que sabe lo que quiere no como Ron un mantenido fracasado, lo mejor de todo es que a Viktor se le notaba el interés por Hermione así que el señor Granger se comportó lo mejor posible invitando a Viktor a su casa frecuentemente. La pasaron muy bien él se despidió de los padres de Hermione y ella lo acompaño hasta su Ferrari, él le dio un beso suave en su mejilla y se dirigió a su hotel.
Hermione se levantó al día siguiente con una extraña sensación, aún seguía deprimida por los sucedido con Ron, pero esa mañana se sentía diferente y en el fondo sabía que tenía que ver con la visita de Viktor, pensó "no seas ilusa Hermione él ya debe tener a alguien más", se fue a trabajar, estuvo de mejor humor y al medio día salía de la oficina para ir a almorzar como siempre, y entonces al salir quedo sorprendida, encontró a Viktor recargado en un lujoso auto justo en frente del edificio.
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