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Natalia yacía deprimida en su querida cama. Ya habían pasado unos días desde el fin de OT, es decir, unos días sin ver a Alba. Habían sido muchas las veces en que se reprimió a llamarla o tan solo enviarle un WhatsApp, y cada vez le quedaba menos autocontrol.

- ¿Nat? - Preguntó Elena, la hermana de Natalia, asomando la cabeza por la puerta. La pamplonesa tardó unos instantes en darse cuenta de su presencia.

- ¿Si? -

- Alguien quiere verte. - La idea de que Alba hubiera venido en busca de ella se le pasó fugazmente por la cabeza. Por un momento su rostro se iluminó, hasta que una figura masculina entró en su habitación. Era un chico moreno de estatura alta, complexidad buena i guapo de cara.

- Mikel. - Dijo Natalia sorprendida.

- Que entusiasmo por ver a tu novio, ¿no? - Ironizó el chico acercándose a la morena.

- Lo siento. Es que no esperaba verte. - Mikel sonrió levemente y se dispuso a besar a su novia, la cual sorprendentemente le rechazó.

- ¿Qué ocurre Natalia? - Preguntó confuso.

- Nada. Es que hoy no es mi mejor día. -

- No me refiero a hoy. Me refiero a des de que volviste del estúpido programa ese. Ya no eres la misma, has cambiado. - Dijo el chico con tono borde.

- Eso no es cierto. Soy la misma que antes. - Replicó Natalia, sabiendo que mentía. ¿Cómo puede una persona no cambiar al conocer a Alba Reche?

- Bueno, mejor dejémoslo. ¿Hoy voy a salir con los chicos, vienes? -

- No me apetece salir. -

- Chica, estas muy rara. - Se volvió a quejar Mikel. - Sé que nos has ganado OT, pero por favor un poco de alegría que has quedado tercera. -

- Vale, no sé qué me pasa, lo siento cariño. - Natalia acaricio el fino rostro de Mikel, y éste se volvió con un profundo beso en los labios de la morena. El chico comenzó a acariciar la espalda de la morena e intentó quitarle la camiseta. Cosa que le recordó al suave tacto de las manos de Alba, esas manos que cada noche, en la academia, le acariciaban todo su cuerpo.

- Espera. - Le interrumpió Natalia. - Mis padres están en casa. -

- Como si ellos no lo hubieran hecho nunca. - Respondió Mikel volviendo a lo que estaba haciendo.

- Un momento. - Volvió a interrumpirle Natalia. - Voy al baño. - La chica salió deprisa de la cama y corrió desnuda por el pasillo de su casa hasta encerrarse en el baño.

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Alba se encontraba en su habitación, jugueteando con el teclado que le habían traído los Reyes Magos. La verdad es que no le estaba prestando mucha atención a lo que hacía, pero le gustaba toquetear las teclas sin sentido alguno. Des de que salió de Operación Triunfo las cosas habían cambiado mucho para ella. Ahora todo elche o quizás toda España la conocían, ahora tenía la posibilidad de tener un gran futuro como artista, ahora tenía el corazón más roto que nunca. Porqué al igual que Natalia, la valenciana no podía olvidar todo el amor que había vivido en la academia. Alba aún podía recordar el tierno tacto de los labios de Nat rozando los suyos, y los brazos de la pamplonesa rodearla y protegerla.

- Alba, Alba. - Marina movía los brazos de un lado al otro intentando llamar la atención de su hermana. - Tierra llamando a Alba. -

- Perdona, ¿qué decías? - Por fin Alba respondió.

- Preguntaba que cuándo te vas a lo de los premios Forqué. -

- Mañana me voy a Zaragoza. -

- Joo. Pero si ni has desecho las maletas y ya te vas. - Dijo Marina haciendo un puchero. Alba sonrió y fue a abrazar a su hermana, que la recibió con los brazos abiertos. Fue el móvil de Marina el que interrumpió el bonito momento entre hermanas.

- Cógelo. - Le dijo Alba. La más joven asintió. Miró el móvil y vio que se trataba de Elena, que la estaba llamando. Marina sabía que a Alba no le haría demasiada ilusión saber que la hermana de Natalia le llamara así que salió de la habitación y se encerró en el baño.

<< - Hola. - Exclamo con euforia Elena justo en el instante en que la valenciana aceptó la llamada.

- Elena. - Respondió Marina con el mismo entusiasmo. Des del momento en que se conocieron estas dos se habían hecho muy amigas, y mucho más al saber que podrían ser cuñadas. El día de la comida familiar en OT fue cuando Natalia y Alba les confesaron que había algo entre ellas, aunque eso las hermanas ya lo sospechaban.

- Tenemos que hablar. - Dijo Elena con un tono más serio.

- ¿Te ha contado algo Natalia? -

- No, que va. La chica está más deprimida... -

- Alba está igual. - Dijo Marina.

- Hoy ha venido Mikel pero se ha ido muy rápido así que supongo que las cosas entre ellos no van bien. - Explicó Elena.

- Creo que las cosas entre Nat y Alba tampoco van muy bien que digamos. -

- Lo sé. - Elena suspiró. - Habrán roto. -

- Qué pena. Nunca había visto a Alba tan feliz como en la academia. -

-Eran adorables juntas. - >>

- ¡Marina me estoy meando! - Se quejó Alba dando golpes en la puerta.

- ¡Un momento! -

<< - Tengo que colgar. - Susurró la valenciana.

- Vale, pero pregúntale otra vez a Alba que le pasa con Nat. - Fue más una orden que una súplica.

- Lo intentaré. - >>

Marina abrió la puerta del baño y le dejó paso a su hermana.

- ¿Y esa sonrisa? - Preguntó extrañada Alba.

- ¿Si te pregunto una cosa me vas a responder con total sinceridad? -

- Depende -

- ¿Qué te ha pasado con Natalia? - Dijo Marina arrepintiéndose al instante. Al mencionar a la pamplonesa a Alba se le pusieron vidriosos los ojos y no tardó en echar a su hermana del dichoso baño.

Alba intentó contenerse, pero las lágrimas comenzaron a acariciar su rostro. Mierda de sensibilidad. Le había costado mucho olvidarse por un rato de Natalia y ahora su hermana tenía que volverle a recordar que la había perdida, que ya no era suya.

- Alba, lo siento. - Marina se disculpó al otro lado de la puerta. - No tendría que haber dicho nada, lo siento. -

- No... No pasa nada. Estoy bien. - Dijo Alba con la voz entrecortada. Marina abrió la puerta con cuidado y envolvió a su hermana en un cálido abrazo.

Maybe we would just forget [ALBALIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora