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Capítulo 14: El regalo de Anne

Gilbert se sentó en el suelo junto a ella, dejando un espacio considerablemente entre ellos. "-¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó, mientras Anne tomaba un sorbo.

"-Uh, yo solo iba a dejar tu regalo, uh, olvidé dártelo antes." Ella dijo en voz baja. Giró su cuerpo hacia él muy ligeramente y le entregó tímidamente la caja envuelta en papel.

"-G-gracias." murmuró Gilbert, sin saber que decir.

"-En realidad, también te conseguí un regalo. Dame un momento, eh..." Gilbert se levantó y se dirigió a la estantería en la esquina de la habitación. Los ojos de Anne lo siguieron. Ella lo observó mientras él alcanzaba la parte superior del estante de madera y tomaba algo envuelto en tela marrón. Se sentó de nuevo y se lo entregó.

"-Gracias." Anne murmuró con solemnidad.

"-Lo compré mientras estaba fuera durante mis viajes. Se suponía que te lo iba a dar cuando regresara, pero olvidé que lo había guardado." Explicó mientras que Anne desenvolvió su regalo e intentó suprimir su sonrisa.

Ella levantó suavemente la tela y reveló un libro encuadernado en su interior. La portada era verde y mostraba una imagen de cuatro niñas. El título se imprimió en elegantes letras doradas: Mujercitas de Louisa M. Alcott. Se leía.

Anne sonrió, pasando sus dedos por la textura del libro.

"-Lo había leído antes en una biblioteca local cuando estaba en Alberta, así que cuando lo vi en una librería cuando trabajaba en los muelles, sabía que tenía que obtenerlo. Pensé que podría gustarte, viendo que "Me encanta leer. Los puntos de vista son muy visionarios y heroicos... me recuerdan a ti." Dijo la última parte en voz baja. Gilbert miraba su regazo, sin saber qué decir a continuación.

"-Es maravilloso. Gracias." Dijo Anne mirándolo con una sonrisa genuina.

"-De nada."

El silencio se hizo cargo cuando Anne lo miró expectante, esperando que abriera su regalo.

Y así Gilbert obedeció sin decir palabra, rompiendo silenciosamente el envoltorio de papel. Revelaba una pequeña caja azul. Levantó la tapa para revelar un collar. Era un collar de cadena de plata con un colgante único en él; Era una pequeña gema roja con forma de manzana, que brillaba con orgullo a la luz de las llamas.

Gilbert retorció el colgante entre sus dedos, sonriendo levemente.

"-Lo vi en el mercado, y um, pensé que te recordaría los momentos felices con tu padre y tu huerto, así que..."

Gilbert miró a Anne y sonrió, aliviándola.

"-Gracias."

El silencio se apoderó de la habitación, los dos contemplando la chimenea, observando como las puntas de las llamas bailaban atentamente. Los únicos sonidos eran el tic tac rítmico del reloj y el crepitar del fuego.

Se quedaron sentados allí por un rato, disfrutando del calor y de la compañía de cada uno que, ciertamente, lo extrañaban.

"-Lo siento mucho por lo que dije, Gilbert." Anne fue la primera en romper el silencio. "-No tienes idea de cuanto lo siento."

Gilbert sacudió ligeramente la cabeza. "-Todo está bien." Podía sentir los ojos de Anne mirándolo, pero optó por mantener sus ojos en el fuego.

"-No, no lo está. Lo siento y merezco ser golpeada por un rayo y comida por los tiburones."

"-Anne. Detente. Está bien."

"-No. Gilbert, no entiendes. No quise decir nada de eso, solo lo dije porque..." Anne se detuvo. ¿Fue esto realmente? Se preguntó a sí misma. ¿Le dirá la verdad ahora mismo?