🌠¦01.

287 29 7
                                    

            ❝ Justo en este momento, cuando todo estaba bien...❞

—Usted tiene insuficiencia hepática aguda, —Habló el doctor acomodando sus lentes sobre el puente de su nariz.— y es grave.

No sabía que decir. Tan solo espere en silencio la explicación del doctor mientras un nudo se formaba en mi garganta y en mi corazón esperaba que no fuera nada maligno.

El señor dio una profunda respiración, fijando sus ojos sobre mí antes de decir lo que sería la peor de las cosas que me dirían en la vida.

—La insuficiencia hepática aguda ocurre cuando su hígado sufre un daño, y deja de funcionar apropiadamente súbitamente.—Tragué ruidosamente saliva, intentando deshacerme del molesto nudo en ella.—Esto puede causar daño a otros tejidos u órganos como el cerebro y los riñones.—Hizo una pausa, quitándose los lentes.—La insuficiencia hepática aguda puede llegar a ser letal y lamentablemente en usted está muy avanzada.

Asentí bajando la mirada.

—Puede tomar un tratamiento que solo aplazaría lo inevitable...

Entendía lo que quería decir. No me quedaba mucho tiempo aquí, sin embargo...

—¿Cuánto tiempo me queda?

Pregunté aclarando mi garganta y volviendo mi vista hacia el doctor.

—Dos meses sería mucho, no sé sabe con exactitud.

Asentí tomando mis cosas mientras me levantaba. ¿Justo ahora, por qué?

[...]

Mi habitación estaba oscura. Tan solitaria y fría. Tan diferente a como se sentía antes. Aún no procesaba todo lo que acaba de suceder, aún no quería hacerlo. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin poder evitarlo, e imágenes de mis amigos y familiares comenzaron a inundar mi mente. No estaba lista para dejarlos. Tomé una almohada ocultando mi rostro en ella e intentando callar los sollozos que pronto se volvieron gritos de desesperación. No quería dejarle solo. No a él, que tanto había sufrido ya.

Mis manos temblorosas tomaron la fotografía enmarcada del mueble que estaba a un lado de la cama. Ambos estábamos ahí, sonriendo felices por nuestro primer aniversario de novios. Ese sido un día un tanto caótico para él ya que no solía ser del tipo romántico y no sabías con exactitud qué darme. Sin embargo así funcionamos, yo soy la romántica aquí, él eres mi complemento. Yo te doy todo el amor que me sobra, y él todo el que le falto alguna vez, aunque aún no sepa muy bien como hacerlo.

Sonreí mirando la imagen tras el cristal. Sonreí y seguiré haciéndolo porque fui feliz con él, estoy feliz por tenerle y estaré feliz de haberle conocido, mi Mitsuru...

—¿Por qué está tan oscuro aquí?

Pegué un salto cuando escuché su voz. Había llegado y yo no estaba en todos mis sentidos como para haberlo notado. Mitsuru se acercó sin prender las luces, para sentarse al borde de la cama, nuestra cama.

—Me dolía un poco la cabeza.—Murmuré poniendo mi mano sobre la suya que encontré a toquecitos.—Sabes que la luz me molesta cuando eso sucede.

Mentí esperando que lo creyera, y aunque no podía verlo, sabía que su rostro tenía una mueca.

—¿Cuándo piensas ir a ver lo que sucede?

—Cariño sabes que se me quitará en nada.

—Pero ya llegas bastantes días con molestias. Si no vas, yo tendré que-

—¡Ya basta Ichihoshi!

Sin quererlo alce la voz, que salió de una terrible manera temblorosa. No quería que supiera nada, no quería verlo dolido cada vez que me mirara después de saberlo. Mordí mi labio inferior, intentando detenerme de soltar alguna lágrima a la vez que la luz de la lámpara iluminó mi rostro con suavidad.

Mitsuru me miraba preocupada, sin entender lo que ocurría ni el porqué de mi reacción.

—¿Qué te pasa?—Interrogó mirándome con el ceño fruncido, a pesar ello, no estaba molesto, ya que me habló con suavidad mientras acariciaba mi mejilla.

Nuevamente mis ojos se inundaron mirándole. No podía decírselo. No después de haberlo visto sufrir tanto una vez por una perdida.

—Nada.—Mi voz apenas salió, con dificultad y algo ronca.—Abrázame.—Le pedí temblando. Tenía tanto miedo.

Mitsuru acató lo dicho por mí como si fuera una orden del mismísimo presidente. Me apretó entre sus brazos sin llegar a lastimarme y yo le abracé como si mi vida dependiera de ello.

—Vannia, por favor dime qué te ocurre.—Dijo en mi oído apartándose para verme.

—Mitsuru... —Pronuncié su nombre con todo el amor que sentía por él y el dolor de no poder estar juntos tanto como quería.—¿Me perdonarías?—Acaricié su mejilla, para luego pasar mis dedos por su cabello cuidadosamente.

—¿Qué hiciste, cariño?—Preguntó quitando mis lágrimas con sus dedos con delicadeza, sin embargo sus acciones no hacían más que estimular su salida.

Mi mano fue a parar en su pecho. Podía sentir como su corazón latía bajo mi tacto, tan cálido. Mi mano fue reemplazada por mi mejilla que ahora estaba apoyada ahí, recibiendo sus acogedores latidos. Mis brazos se enroscaron alrededor de su torso que nunca quería soltar, mis ojos se cerraron disfrutando las caricias en mi cabello que jamás quería dejar de recibir, y de mis labios se escaparon unas palabras.

—Creo que rompí algo tuyo.

Pude sentir salir el aire que estaba contenido en él, quizás por lo nervioso que se había puesto al verme así sin saber la razón y sus brazos se aligeraban aliviados por el momento de tensión que habían tenido.

—Me asustaste.—Murmuró acariciando con sus labios mi cabello.— No importa lo que rompas, no es necesario que te pongas así.

Quizás él no había entendido a lo que me refería y tampoco era tiempo para hacerlo realmente, pero cuando llegué el momento...

—♣️—

N/A: Mi odio a Ichihoshi se fue. Ahora estoy sad e hice esto. Es corto y todo pero tenía ganas de hacer algo. Y sí, volví a escribir un solo capítulo y a subirlo porque yolo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 07, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Days.-Ichihoshi Mitsuru. Where stories live. Discover now