Capitulo 18. Inolvidable

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Pov. Lauren.

Desperté al sentir un peso extra sobre mi cuerpo, al instante sonreí al recordar la noche anterior. Traté de no moverme para evitar despertar a la hermosa mujer que casi esta totalmente sobre mí. Su cabeza y mitad de su torso desnudo descansaban sobre mí mientras su brazo y pierna me rodeaban. Deposité un leve beso en su frente y comprobé la hora en el reloj que estaba al lado de la cama. 7:40 A.M. marcabá con números rojos. Camila volvió a moverse y aproveché para salir lentamente de la cama e ir a hacer mi limpieza matutina. Cepillé mis dientes y tomé una ducha rapida. Me vestí con la ropa que traía puesta el dia anterior y salí del baño. Camz seguía dormida enrededa entre las sábanas blancas de su cama, hubiera querido seguir admirando su bello rostro sereno y en paz pero tenía que salir antes de que mi autocontrol terminara y volviera a acomodara de nuevo a su lado y llenarla de caricias. Tomé una bocanada de aire y salí lo más silenciosa que pude, me dirigí a la cocina a hacerle un desayuno especial a mi Camz. El pasillo estaba silencioso, asi que supongo que Normani y Dinah siguen durmiendo. Sin más baje a la cocina.

Busqué mi celular y lo encontré en la isla de la cocina, rápidamente lo encendí e hice una llamáda. Me dispuse a buscar lo necesario para unas tortitas. Pasaron varios minutos y ya casi terminaba. Mientras picaba algo de fruta y servía jugo en un par de vasos de zumo, unos toques en la puerta me sacaron de concentración y a paso rápido me dirigí a abrir. Tomé dinero de mi cartera y abrí la puerta.

- Entrega de 64 rosas para Lauren Jauregui.- Asentí y me entregó un ramo enorme de rosas blancas y rojas.

Firmé el papel de recivido y le entregué el dinero.

- Gracias, amigo. Que tengas buen día.- dijo una sonrísa que correspondí amablemente.

Cerre, con las rosas en la mano fui a la cocina y terminé de hacer nuestro desayuno. Tomé una charola y puse todo en ella. Subí con cuidado el desayuno dejandolo en la mesita de noche y volví a bajar por las rosas.

Me senté en la cama y Camz dormía boca a abajo, se veía tan hermosa y tierna. Su espalda estaba al descubierto, la sábana solo cubría su prominente trasero y una de sus piernas. No me resistí y me acerqué sentandome en el lado disponible. Empezé a repartir besos por toda la línea de su columna de abajo hacia arriba, se empece a remover y emitió un gruñido indicando que estaba despertando.

-Buen día preciosa, se que estas despierta.- dije con mis labios aun sobre su espalda.

Ella ahogó una risita y sonreí.

-Vamos linda, deja de hacerte la dormida. -dije, ella seguí en la misma posición.

Coloqué mi mano izquierda en su pequeña cintura y empezé a hacerle cosquillas.

-¡¡¡Noooo!!! Lauren, para.- reí a carcajadas y se retorcia. Yo reía con ella.

- Por... Favor...Lauren... ¡me rindo ya!- decía entre risas, paré mis cosquillas hacia ella.

Camila ahora me veía sonriente y con la respiración agitada. Era una obra de arte digna de admirar. Su pecho subiendo y bajando rapidamente y la sábana cubriendo sus pechos. Recorrí su cuerpo con la mirada, admirando y grabando cada centímetro de su cuerpo en mi memoria.

-Buenos días, Lolo.- dijo Camila sentandose en la cama sosteniendo la tela sobre sus pechos.

Reí a labios juntos. Le daba pena que la viera desnuda aún y eso me pareció adorable. Me miraba fijamente sin borrar esa sonrísa ahora dueña de mis días. Me acerqué y le dí un pequeño beso en los labios.

Enseguida del beso, tome el ramo de rosas que descansaba a un lado de mis pies y si que pesaba un poco.

- Sé que tal vez te parescan pocas y sé que no se comparan con tu belleza pero, es una pequeña manera de demostrarte que eres especial para mí.

Until The End Of TimeWhere stories live. Discover now