Ghost

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Ice Sharp se despertó en un suelo frío y sólido. Algo fuera de lo normal en el mundo en el que vivía. Se levantó despacio, mirando a su alrededor. Había dos opciones. La primera, que al saltar al agujero este era tan profundo que se había matado al llegar al final. La segunda, era que el agujero era un portal y había viajado a La Tierra. Se decantó por la segunda, ya que sentía algo de dolor. Todo estaba oscuro y no se distinguía nada. La sensación de no saber donde estas o donde ir, un profundo miedo la invadio. Dio un paso hacia delante temerosamente, el suelo, se sentía como de piedra. Ice Sharp estornudó. Su cuerpo se estaria acostumbrando al oxigeno. Vislumbro a lo lejos dos focos de luz que se acercaban a ella a una velocidad vertiginosa. Tapo sus ojos con una de sus manos en un intento de no hacerse daño con aquellas luces. Estas seguian acercamdose. Entonces oyo un pitido proveniente de las luces y estas doblaron esquivandola.

- ¡Quítese de la carretera!- dijo una voz cercana a las luces.

Ahora lo veia bien. Era un coche. Y estaba en una carretera. Miro la direccion en la que se habia ido el coche, y luego miro hacia la contraria. ¿Hacia dónde debía ir? No tenía ni idea. Si tan sólo hubiera algo que la guiara...

Dios, en que lio te has metido, Icy. - pensamiento- perdida en un mundo que no conoces.

De nuevo un coche. Ice Sharp se apartó de la carretera. El coche se paró justo a su lado. Las puertas de el se abrieron:

- Ha sido aquí donde se ha detectado un portal. - dijo un hombre saliendo del coche. - váyase a casa señorita.

Ice Sharp no dijo nada. Varios hombres mas salieron del coche. Y entre ellos uno miró a Ice Sharp como analizándola. Ella se dio cuenta. Un angel. Ice Sharp se dio la vuelta rápidamente y corrió. Otra vez corriendo. Así iba a ser su vida en cuanto piso la Tierra. Los hombres se dieron cuenta y comenzaron a perseguirla. El angel sacó sus alas y voló hasta ella. La agarró la cintura con un brazo y con el otro le puso una pulsera en la muñeca derecha.

- Con esto no podrás utilizar tus poderes. - dijo.

Ice Sharp se quedó quieta, sabía que tenía que fingir amnesia:

- ¿Donde estoy? ¿Quien soy?

- Tranquila. - dijo el angel dulcemente. - has perdido la memoria, te llevaremos a un centro lleno de personas como tu.

- Esta bien. - Ice Sharp fingió miedo.

Los hombres la guiaron hasta el coche y conducir ron durante una hora en la que Ice Sharp no pudo admirar el paisaje de la tierra, por culpa de la oscuridad. Llegaron a unos edificios, y Ice Sharp siguió a los hombres. Entraron en uno de ellos y el angel se fue por el pasillo de la derecha. A Ice Sharp la llevaron hacia la izquierda.

- Esto es lo que sabemos de ti. - dijo uno de los hombres, leyendo unos documentos- tu nombre es Annabelle Fixer, tienes quince años y si quieres recuperar la memoria, tendrás que vivir aquí durante un tiempo. Las habitaciones son de dos en dos, la tuya es mixta, como la de muchos otros. Tu compañero se llama Jack y tambien ha perdido la memoria. Se amable con el.

Entramos en una habitación. En ella había dos camas, dos armarios y dos escritorios. En los escritorios había un trozo de cristal, o como lo llaman los humanos, grafeno. Un cristal tecnológico. Pero lo que le llamó la atención a Annabelle (Ice Sharp) era la presencia de un angel. Lo primero que sintió fue unos ojos azules mirándola fijamente, y después, al juntar sus ojos avellana con los de el, un momento que pareció durar una eternidad. El corazón de Annabelle latía rápido. Ella lo ignoro, como hacía con casi todos sus sentimientos, y se acercó al angel:

- Soy Annabelle, un gusto.

- Jack. - respondió seco.

Tenía el pelo rubio y era bastante apuesto. La imagen concordaba con la descripción de un angel, pero la actitud no.

- Me han dicho que tu también has perdido la memoria... - dijo Annabelle lo mas amable posible.

- Si. - volvió a cortarla el.

- Vale. - dijo ella, y se giró hacia los hombres que la habían traído allí. - ¿Y ahora que hago?

- Hay ropa de tu talla en el armario, este igrafen, - señaló el grafeno. - es tuyo. Te dirá todo lo que necesitas saber y a qué hora es la comida, el desayuno, etc. Si hay algún fallo con el, pídele ayuda a Jack.

Y una mierda. ~ pensó Annabelle.

- Gracias. - respondió con una sonrisa falsa.

Los hombres salieron de la habitación.

- Bueno... - dijo Annabelle a Jack. - hasta mañana. - se tiró en la cama y se durmió al instante.

Jack miró a Annabelle dormir.

Que demonio mas simple. ~penso.

~ Al día siguiente~

Annabelle alargó una mano hacia el techo y se despertó. Había tenido una pesadilla. Una mas. Pero ya estaba acostumbrada. Miró hacia la derecha, hacia la cama de Jack, y el estaba de pie, con una ropa diferente a la del día anterior. La miró mal y dijo:

- Vamos a desayunar.

- Claro. - respondió Annabelle.

Se acercó al armario y cogió una camiseta negra y unos vaqueros cortos. Se los puso y fue a salir...

- Zapatos. - dijo Jack.

Nunca he llevado zapatos~ pensó ella.

- Ah, si, se me olvidaba, que tonta.

Cogió unas manoletinas negras. Salieron de la habitación. Jack con las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero y serio. Annabelle pensando en cómo actuar a continuación.

Llegaron al comedor, y Jack se quedó quieto.

- ¿Donde nos sentamos? - preguntó Annabelle.

- Donde quieras. - respondió borde el.

- Amargado. - susurro Annabelle, y por lo visto Jack la oyó, pero ignoro el comentario.

Sintiendo las presencias de demonios y ángeles por doquier, la joven demonio observó los huecos libres.

- ¿Quieres venir con nosotras?

Annabelle se giró hacia el angel que la había hablado. Era una chica con el pelo castaño oscuro y los ojos verdes. La piel blanca, otra apariencia de angel típica. A su lado había una chica morena, con los ojos verdes con pizcas de azul y gris, vestida toda de negro y con un piercing en la nariz. Un demonio.

- Claro. - respondió Annabelle.

Las siguió hasta una mesa.

- Mi nombre es Laura, aunque también me puedes llamar Blue Heart. Mucha gente lo hace.

- Si tu lo dices. - dijo la demonio del piercing. - soy Rachel.

- Annabelle. - dijo esta. - y el es Jack. - le señalo. - un borde.

Jack se sentó en la mesa sin decir ni una palabra. Desayunaron juntos.

- Bueno, ¿y cuando terminemos que? - preguntó Annabelle curiosa.

- Hacemos lo que queremos durante todo el día. - dijo Rachel. - Vemos pelis, hacemos fiestas por la noche..

- Pero los fines de semana toca terapia por la tarde. - la interrumpió Lau, con una sonrisa.

- Si a eso lo llamas terapia... No hemos avanzado.

- ¡No digas eso! ¡Si que lo hemos hecho!

Mientras discutían Annabelle miró a Jack:

- ¿Que día es hoy?

- Viernes. - contestó sin mirarla.

- ¿Entonces mañana tenemos terapia.

La miró un momento, como diciendo, ¿Eres tonta o que?

- Vale vale.

- ¡Oye! - dijo Lau. - esta noche hay una fiesta, ¿os apuntais?

- ¿Por qué no?

La Hija Del HieloWhere stories live. Discover now