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Mark estaba sentado en una de las tantas sillas del comedor, desayunando un poco de cereal. Veía su celular tranquilamente, pero había algo que le inquietaba desde hace tiempo. Desde que despertó no ha escuchado ni un poco de ruido, y es algo extraño siendo las nueve de la mañana. No ha querido meterse en la habitación de los Dream ni siquiera para echar un vistazo por mera curiosidad, bastaba con ver salir a Taeyong o Johnny de las habitaciones para saber que todos están despiertos.

Pero ni siquiera eso pasó.

Mark estaba despierto desde las ocho en punto, hora en la que todos deben estár gritando y pidiendo comida. Ha estado solito desde entonces, rondando el dormitorio de los chicos de 127. Guardó el celular a un lado suyo y dejó el plato sobre la mesa. Corrió a la habitación que compartía con Yuta y se puso la ropa cómoda que suele usar para entrenar. Se colocó una gorra y salió del lugar.

Llamó tres veces a Yuta, luego a Johnny, después a Taeyong y por último a Donghyuck. Ninguno respondió, dejando a Mark con la angustia. Como última opción llamó a su manager, quien respondió al instante.

Hola Mark, ¿qué pasa? No sueles llamarme tú para avisar que Chenle prendió fuego a la tostadora.

Mark rió.

No es para eso, llamo para decirte que desde hace tiempo estoy despierto, he esperado seis horas a que alguien llegue. Ni siquiera Taeyong está en los dormitorios. ¿Sabes dónde están todos y por qué no me invitaron?

¿No hay nadie en los dormitorios?

No.

¿Los Dream?

N-no.

¿U?

¡No, no! ¡No hay nadie aquí! Voy para la empresa ahora mismo. Tal vez estén ahí ellos y-

Es demasiado raro que no estén, y que Tae no te haya avisado.

Iré a la empresa.

C-claro. Hablaré con el jefe.

Sí, adiós.

Mark tomó la camioneta negra frente al edificio y condujo hasta la empresa. No se molestó ni siquiera en saludar a nadie. Pasó a la cafetería y pidió un café aleatorio, pagó con los puntos de su tarjeta y caminó a la sala de ensayos. No, tampoco había nadie ahí.

—¿En dónde estarán metidos?

Se preguntó mientras lanzaba la gorra lejos. Para despejarse un poco puso la canción del comeback más reciente te NCT 127: "Simon Says" practicó y practicó las horas necesarias hasta quedarse agotado. Mientras estaba en el suelo mirando al techo comenzó a cantar una extrala canción.

—Porque estoy solito, no hay nadie aquí a mi lado... —suspiró—. ¡Oh! ¡De verdad estoy solo!

Ni una sola noticia de los chicos. Escuchó ruidos por el pasillo, gritos y correteos extraños. Pensó que serían los chicos, pero toda esperanza se fue cuando vio entrar entre risas a las chicas de Red Velvet. Ellas al verlo deprimido en el suelo se sentaron a su alrededor.

—Oh Mark, ¿qué haces tan solito? Siempre te veo acompañado de Haechanie o Johnny Oppa —Yeri le acarició la cabeza.

—No sé dónde puedan estár. En todo el día no he visto ni siquiera a Taeyong hyung.

—¿Has estado solito? —ahora Wendy habla y Mark asiente—. Oh mi canadiense favorito está solito.

—Unnie, por favor no se burlen de mi desgracia.

—¿No haz pensado en que puedan estár planeando algo? —Irene habla, y recibe un golpe de Joy—. Tonta.

—No le hagas caso Mark. Vamos a grabar el dance practice de nuestra canción. ¿Grabarás con nosotras? —le ofrece Joy y Mark niega.

—Soy un miembro oculto de Red Velvet, aún no deben saberlo los demás —todas rieron—. Me iré ahora chicas. Gracias por el no apoyo emocional.

—Cuando gustes oppa.

—¡No me llames oppa! —le grita a Wendy y esta se ríe.

we love mark lee | nctWhere stories live. Discover now