VI

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Toqué la puerta y se abrió muy rápido.

—Hola David, ¿qué pasa? —preguntó.

—Mañana saldremos de nuevo a la nave. Dos del equipo se quedaron, se perdieron dentro de la nave e iremos por ellos.

—Yo paso. No volveré a entrar a esa nave. No es mi trabajo ir a explorar, mi trabajo es mantenerte funcionando correctamente.

—Ok, le diré a Vickers sobre tu decisión.

—Gracias, David.

Salí de su habitación.

Esa noche fui a hablar con el señor Weyland. Cuando salí de su habitación, Vickers me esperaba.

—¿Qué fue lo que te dijo? —preguntó con dureza.

—Es clasificado.

Me empujó contra la pared y puso su brazo en mi cuello.

—Voy a encontrar los cables que te mantienen encendido y los arrancaré... ¿qué fue lo que te dijo? —exigió.

—Dijo, sigue esforzándote.

En ese momento apareció la señorita Hunt.

—Vickers, suelta a David. ¿Qué haría el señor Weyland si se enterara de que maltratas a un androide? —intervino.

Vickers me soltó bruscamente y pasó su mano en mi cara, como si se recargara en ella para enderezar su postura.

—¿Quién te dio autoridad aquí, Hunt? —espetó Vickers.

—Nadie, pero mi deber es cuidar de David y tú estás echando a perder mi misión. El señor Weyland estaría muy enojado.

Vickers no tuvo más que decir y se fue.

Hunt se acercó a mí.

—¿Estás bien, David? —me tomó del rostro con delicadeza y me tocó suavemente para revisar cualquier cosa.

—Estoy bien, gracias por preocuparte.

—Tú no sólo eres un asistente, eres una compañía. No lo olvides. Tienes dones increíbles que algunos humanos no poseemos.

—Lo dice porque soy un androide.

—Por más que intento verte como uno, no lo logro. Es extraño, siento que eres un humano.

—Eso me alaga, señorita.

—Tútéame. Llámame por mi nombre.

Yo no respondí. Ella se alejó y desapareció de mi vista.

Perfección •David/Walter• [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora