MALOS SENTIMIENTOS

Parte 3

Hase estaba enloqueciendo, la situación era terrible. Aunque quisiera hacerse responsable por lo que había dañado, él no podía hacer nada para remediarlo pues, para empezar, ni siquiera terminaba de aceptarlo del todo.

Es decir, todo lo que en esa posada ocurría era una locura; era tan incomprensible que había dejado de ver todo aquello que le aterrorizaba aunque pretendía que no. 

Con tal de acompañar a su amigo se había insensibilizado contra todo eso que no era para nada normal.

—¿Cómo demonios se puso tan mal? —preguntó entre sollozos cuando vio a Ari dormir en esa cama en que estaba y, cuando le vio adolorida a pesar del sedante, lloró sin contenerse—. ¿Qué diablos está pasando aquí y cómo lo arreglo?

No lo entendía, en mucha parte porque deseaba con todas sus fuerzas que eso no fuera real.

» Si las cosas iban a ser tan malas, preferiría no haber venido tan seguido, desearía no haber conocido a Kuri y no encariñarme con él... ojalá no me hubiera enamorado de ti si ibas a terminar de esta manera.

Arrodillado frente a una chica que mal dormía, Hase susurraba tan dolorosas palabras, expresando todos esos MALOS SENTIMIENTOS que despertaban en él ante la situación que enfrentaba.

Y así, sollozando, recordó todos sus buenos momentos arrepintiéndose de haberse permitido vivirlos.

* *

Una de tantas tardes, cuando llegó a la posada donde su amigo vivía, encontró a Kuri sentado en el regazo de una chica azabache, de cabello liso y largo, tan hermosa como ninguna chica que hubiese conocido antes.

Ella era tan bella, e irradiaba tanta paz, que por un momento cruzó en su cabeza la posibilidad de que fuera un fantasma, lo descartó hasta la noche de ese día cuando se atrevió a preguntarle a Inaba sobre ella.

Esa noche Kuri no aceptó dormir a su lado, a pesar de que en el día se había pegado a él como habitualmente lo hacía. Kuri lloró un poco al sentirse lejos de la chica y ella fue quien lo reconfortó con tan solo abrazarlo.

—Dejé de ser su mamá en el momento en que ella le sonrió. —Había dicho Yuushi Inaba cuando Hase le cuestionó la razón de actuar del chico—. Ahora pasa tanto tiempo con ella que pensé que no te seguiría más; pero supongo que papá es papá, aunque mamá sea más importante".

Esa burla les convirtió en familia. Ari y Hase compartían su embobamiento por el pequeño, así que fácilmente se encontraron coincidiendo y compartiendo tiempos y experiencias; terminando en amar no solo al pequeño, sino en amarse entre ellos.

* *

Ahora Hase se arrepentía por completo de haber jugado tontamente a ser familia, se arrepentía de haber cometido la idiotez de emborracharse y enredar a esa chica que le amaba al punto de, inconscientemente, atender a sus peticiones más egoístas.

Ahora, por idiota, perdería a Kuri, y a ella. Ryuu lo había dicho, lo más probable a ocurrir, fuera cual fuera la elección de Ari, era que Kuri desapareciera, ya fuera por el aborto o porque la chica fuera consumida por los MALOS SENTIMIENTOS de la primera madre de Kuri y su futura madre lo asesinara también, perdiéndose a sí misma. 

» Lo lamento —murmuró Hase apoyando la frente en la mano extendida de su amada—, de verdad lo lamento.

—No fue tu culpa —respondió en un suave quejido la chica, despertando—. Pero sí es nuestra responsabilidad. Porque no debimos hacerlo, ahora debemos enfrentarlo. ¿Serás padre conmigo?

La voz temblorosa de Ari le mostraba al chico toda la inseguridad que envolvía esa pregunta. Y, dispuesto a dar todo por ese par que quería, presionó con firmeza la mano de la chica en la cama.

—Claro que sí —respondió Hase llevando la mano de Ari hasta sus labios para besarla—. Hagamos juntos la familia llena de amor que siempre quisimos para nuestro Kuri.

Ari Majoha lloró sintiendo como se mitigaba un poco ese terrible frío que le entumecía el corazón, sintiendo como el dolor en sus entrañas era un poco, pero solo un poco, menos insoportable.

La primera prueba había sido librada, y lamentablemente no había espacio para celebrar, no cuando el futuro traía tantas dificultades que, aún sin haber llegado, les estaban asfixiando ya. 

Continúa...