Her Night Terrors

4. Pesadilla

Jade está atada de pies y manos dentro de una gran jaula metálica, atada mientras escucha a lo lejos los gritos desesperados de un chico.

Ella lucha contra las cuerdas con mucha fuerza y pánico, pero mientras más lucha, las cuerdas más se tensan. Entonces una luz se enciende en alguna parte, alumbrando a un chico de cabello negro que está atado a una silla con unas cadenas.

Él es golpeado y obligado a levantar la cabeza por alguna fuerza invisible, sus ojos café claro se centran en Jade y la miran con pánico y tristeza a la vez.

Robin suelta un grito de dolor cuando lo golpean y hacen que un chorro de sangre salga de su boca, Jade grita desesperada y se retuerce para intentar soltarse e ir a salvarlo...

Todo se vuelve borroso, entonces ella está en un funeral en un día lluvioso, llorando desconsoladamente cuando alcanza a ver a alguien parado a lo lejos que la observa con una sonrisa macabra. Ella sabe que ha sido ésa persona quien le ha hecho esto a Robin, pero también sabe que no puede hacer nada al respecto...

Robin llega a la escuela con la esperanza de encontrar a Jade por ahí, pero no la ve casi en toda la mañana. El día anterior, cuando estuvo en su casa, los dos se divirtieron cuando él le enseñaba a tocar el violín.

Desde el punto de vista de Robin, fue una tarde buena y divertida... por eso se siente inquieto cuando no la ve por los pasillos de la escuela.

Él decide ir hacia sus amigos, antes había pasado el tiempo con Jade, pero como ahora ella no está cerca...

-¿Qué haces chico fideo? – le pregunta uno de ellos en cuanto lo ve acercarse, los otros se ríen.

-No vuelvas a llamarme así. – le espeta Robin cortantemente.

-¿No? ¿Y qué harás para evitarlo? – lo reta el otro chico.

Robin está por contestarle cuando suena el timbre, él solo le lanza una mirada hostil al otro chico y se va hacia su clase. Es la única clase que toma al mismo horario que Jade, la única clase en la que están juntos.

Robin se prepara para pasarla solo, pues no piensa quedarse cerca de sus "amigos" mientras sigan comportándose como un grupo de idiotas.

Él se sienta donde siempre, con el asiento de Jade vacío junto a él. Pero entonces la ve entrar por la puerta con su mochila al hombro: tiene unas ojeras tan oscuras que pareciera que la han golpeado, su cabello está más alborotado que nunca y su mirada va clavada en el suelo.

Robin intenta hacerle una seña para que ella lo vea o levante su mirada hacia él, pero entonces Jade, sin siquiera levantar la vista, escoge un asiento en la fila más alejada posible y se sienta ahí... Robin se siente tan confundido que solo se queda mirándola durante todo el resto de la clase.

T

Taylor está con sus amigas comiendo tranquilamente, sentadas en la cancha de la escuela mientras miran jugar fútbol a los chicos.

-¿No creen que Rodney tiene un cuerpo muy sexy? – pregunta Linda.

-¡Claro! Pero creo que Ed está mejor, para mí él es más guapo que ningún hombre que se haya visto jamás.

-Eso es porque te gusta. Yo prefiero observar a Rodney todo el día.

Ellas siguen debatiendo sobre los chicos cuando la orientadora de la escuela llega hasta ellas, su aspecto es tan maquillado y estético como siempre, pero su mirada delata que está muy alterada.

-¿Taylor Hicks? – pregunta ella, todas las chicas se quedan en silencio y se vuelven a mirar a Tay.

-¿Sí?

-Debes irte a casa, hubo un pequeño... percance en tu familia. Vamos, te acompañaré por tus cosas.

Taylor se levanta de su asiento con la mente dándole vueltas. ¿Percance? Nunca pasa nada malo en su casa, es la primera vez que la sacan de la escuela de ésta forma.

<<Tal vez ha muerto alguno de mis abuelos, pero eso sería imposible, ninguno está enfermo. ¿Le habrá pasado algo a alguien más?>> Se pregunta Taylor mientras se despide de sus amigas con un nervioso gesto de su mano y sigue apresuradamente a la orientadora por los pasillos.

-Tu hermano y tu padre han sufrido un accidente automovilístico, nos dijeron que ya están en el hospital y que tu madre vendrá por ti para llevarte con ellos. – le informa la orientadora a Taylor.

-¿Mi hermano? – pregunta ella, sin recibir respuesta alguna.

<< ¡Oh! Es por eso que yo sentía algo extraño... Pero Robin no se iba a ir temprano hoy, al menos no que yo supiera. Tal vez se sentía mal y llamó a papá para que viniera por él...>>

Y Taylor no estaba tan equivocada después de todo, al llegar al hospital, su madre le explicó a Taylor que Robin había llamado a casa para pedir que fuera a recogerlo porque le dolía mucho la cabeza.

Pero, como su madre no podía recogerlo en ése momento, le pidió a su padre que lo trajera a casa. Su padre fue por Robin y, como es muy impaciente, se pasó un semáforo en rojo y chocaron con otro auto.

-Es mi culpa. – Le dice su madre a Tay, completamente afligida por lo que pasó - Si hubiera dejado lo que estaba haciendo para ir por Robin, entonces nadie habría salido lastimado.

-El "hubiera" es inútil mamá, lo que ya pasó no tiene vuelta atrás.

Les dijeron que el padre de Robin, quien estaba tremendamente molesto con sí mismo, solo tenía el brazo roto y una pierna lastimada. A Robin le pasó algo aún más leve, solo se lastimó el cuello y tendría que usar collarín, pues el impacto fue del lado del conductor.