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Una especie de perro gigante que apareció para ayudar a un akumatizado, estaba causando estragos por la ciudad, siendo los dos héroes bravucones los que estaban peleando con la ayuda de alguien más.

Viperion no tenía ni idea de quien era su compañera pero Chat noir sí.

Él sabía que era Marinette.

No era tan tonto como para no darse cuenta que eran las mismas personas.

Sólo un idiota no se daría cuenta cuando una persona sólo se cambia de ropa y peinado.

Marinette y Chat noir se alejaron al casi ser atacados y la chica gruño mientras el rubio miraba cierta cosa de manera hipnotizada.

-¡Rápido, debemos... ¡Hi!

La azabache dio un saltó asustada y se cubrió la retaguardia.

-¡¿Qué crees que haces en medio de una pelea?!

Marinette, estaba usando el miraculous del conejo por primera vez.

El héroe felino se acercó a la sonrojada chica y llevó una mano atrás de ella.

-Tu cola... es muy esponjosa.

Apretó la suave colita de conejo y la azabache cerró los ojos avergonzada.

Por primera vez estaba extrañando el miraculous del ratón.

-¡Ya lo sé! N-no la toques sin permiso.

Pidió mientras el llevaba su otra mano para que también pueda palpar tal suavidad.

-¿Sabes? Es raro que Ladybug le confíe otro tipo de miraculous a alguien más. Estoy celoso.

Marinette abrió sus ojos pero no quería levantar la mirada.

Chat noir estaba muy cerca de ella.

Ahora era mucho más rápida que él y sus piernas eran muy poderosas para herir en "ése" lugar pero no lo haría por que un día quería conocer a los hijos de Chat noir y enseñarles a decirle a su padre Gatubelo en lugar de papá y a ella tía, así que no podía romper los gatitos de su compañero.

-C-Chat, suelta mi cola.

Apoyo sus manos sobre el héroe y se estremeció.

¿Desde cuándo Chat noir era tan... desarrollado?

-¡Ayuda!

Gritó Viperion, siendo arrastrado de una pierna por el perro gigante.

-Pero sólo es parte del traje, no te duele.

Clavó sus garras en la colita blanca, comprobando que era sólo un adorno muy tentador.

-P-pero es vergonzoso.

El héroe accedió a soltarla, depositando una mano en la cintura de ella y llevando la otra a ésa grandes orejas de coneja.

-¿Qué hay de estás orejas?

Al sentir las garras acariciar sus orejas de coneja, Marinette bajo las orejas y las cubrió con sus manos.

-¡No las toques! Son sensibles.

¿Por qué Marinette se veía tan tentadora en ése momento para los ojos de Chat noir?

Mientras tanto, cerca de ellos, el perro huía ya que el de mechones azules le estaba persiguiendo con un periódico enrollado para pegarle.

-¿Así qué oyes con ellas como yo con las mías?

Palpo con delicadeza las orejas de su amiga, la cual se estremeció.

-Por favor, no las toques. Los conejos tienen orejas sensibles.

Chat noir obedeció, llevando su brazo a la cintura de la azabache, como el otro.

-¿Qué hay de tus labios?

Preguntó con voz muy suave mientras ella levantaba la mirada y por fin cruzaban sus ojos.

-No hay nada distinto en mis labios.

-Sí los hay.

Se acercó más al rostro de ella, quedando a un roce de la unión de sus labios.

-Los quiero comer.

Y pasó.

Marinette quedo en shock mientras el héroe felino la besaba y ella no hacía nada.

¿Por qué era éso?

¿Por qué la besaba?

Él sabía que era Marinette a la cual rechazó ¿por qué motivo estaba haciendo éso?

Las manos de la chica se movían de manera inconsciente hacía atrás del chico para abrazarlo pero ella usaba las pocas fuerzas que tenía para no hacerlo.

¿Por qué los labios de Chat noir sabían tan delicioso?

El héroe felino que disfrutaba de los labios femeninos, reaccionó y se apartó de ella, sonrojado, para ver como Marinette quedó con sus labios humedecidos y ligeramente abiertos, con su mirada deseosa y sus mejillas sonrojadas.

¿Qué fue lo que hizo?

-No se preocupen, ya acabé con el ayudante del akuma.

Viperion se acercó, caminando como borracho de tan cansado que estaba y miró a sus compañeros.

-¿Me perdí de algo?

Los dos reaccionaron y lo miraron sonrojados.

-No, para nada ¿verdad, conejita?

-S-sí... nada.

Ése tema, Marinette y Chat noir, nunca lo hablaron, prefirieron fingir que nada había pasado.
Marinette se negó a volver a usar ése miraculous mientras que Chat noir le prohibió a Ladybug a que Marinette usé ése miraculous y la heroína motada accedió, con sus mejillas sonrojadas.

Jugando con la comidaWhere stories live. Discover now