— ¿Qué es lo que quiere? — Preguntó Alec mientras miraba a su derecha, donde se encontraba Olivia.

El brujo les había advertido que el precio no sería barato, y el demonio tenía la opción de pedir lo que quisiera.
— Quiere un recuerdo importante de cada uno de vosotros. — Vociferó Magnus.

— ¿¡Qué!? — Gritaron estupefactas las mellizas al unísono. No querían olvidar uno de los recuerdos más importantes para ellas, ¡Sino, que los querían de vuelta!

La primera fue Olivia, se despojó del recuerdo de aquel último abrazo a su madre.

El demonio continuó con el recuerdo de Alec, y su expresión cambió totalmente al ver que su último recuerdo más importante era uno de Olivia sonriendo.

El demonio continuó con el recuerdo de Alec, y su expresión cambió totalmente al ver que su último recuerdo más importante era uno de Olivia sonriendo

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—¡No es verdad! ¡El Demonio nos engaña! —Decía Alec mientras intentaba soltarse pero Olivia agarraba su mano con toda la fuerza que podía.

— No lo hagas, Alec! — Le ordenaba su hermana desde fuera del pentagrama, pero él hacía caso omiso a las advertencias. De pronto el demonio notó la presencia de Isabelle y Alec rápidamente se soltó del agarre rompiendo la unión.

Con debilidad en sus piernas Olivia se puso de pie lo más rápido posible

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Con debilidad en sus piernas Olivia se puso de pie lo más rápido posible.

—¡Si acabáis con él no podréis recuperar vuestros recuerdos! — Avisó con anticipación el brujo.

Jace lo ignoró y sacó de sus prendas un cuchillo Serafín. Corrió hacia él para salvar a su Parabatai pero no sirvió de gran ayuda ya que el demonio le agarró al segundo.

Clary intentó lo mismo pero tampoco sirvió, mientras tanto Isabelle lo agarraba con su látigo pero lo único que consiguió fue un gran empujón contra la pared.

Olivia no sabía que hacer.

Estaba concienciada de que no podría salvarlos, no tenía ni una sola arma con la que defenderse.

𝐶𝐿𝑂𝑆𝐸| 𝑨𝒍𝒆𝒄 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕𝒘𝒐𝒐𝒅Where stories live. Discover now