Just this

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Mi novio y yo tenemos una relación tóxica.

Yo lo he notado, mi madre, mi mejor amigo, mi hermano y todo aquel que me rodea. Pero nada puede evitar que sintamos este jodido repelús a no estar con el otro.

SeokJin es... Mi todo.

Jin-Hyung

Ya regreso a casa, ¿Estás preparado?

Bebé

Siempre, mi amor...

Dejo el teléfono de lado y me subo los pantalones, Jin envió una foto de su pene erecto hace quince minutos diciendo que su reunión lo tenía agotado y que me necesitaba, necesitaba tenerme. Y yo a él. Estaba pajeandome con esa imagen, él es hermoso por donde lo veas e increíblemente sexy y cuando volvió a contestarme decidí que era suficiente por hoy y empezar a hacer lo mío.

Me pongo a ordenar nuestro departamento; o eso intento porque YeRim ha venido a dejarlo impecable está mañana. Recojo algunos libros de la universidad que dejé botados en el suelo en mi fallido intento de estudiar y en menos de lo que tardo en darme la vuelta alguien me ha apresado entre sus brazos, tiene mi boca tapada para que no pueda gritar, su fuerza sobrepasa la mía y me remuevo pero mis intentos son inútiles de escapar, el hombre que me sostiene se para a duras penas conmigo en brazos y me bota al sillón.

–¡Hijo de puta!

–Cállate, bonito.

Intento huir, me arrastro como puedo por el sillón y trato de pararme pero ese hombre de negros cabellos me ha vuelto a atrapar, su manos recorren mi cuerpo, su lengua empieza a pasear por la curvatura de mi cuello y su mano llega al botón de mi pantalón, grito.

Es lo único que me queda, pero sé que nadie va a escucharme, no cuando las paredes son gruesas y nuestro departamento abarca un piso completo del edificio.

Intento alejarlo, golpeo su pecho pero es imposible, me tiene y yo me excito.

Mi pene sube lentamente ante los toques nada delicados de ese hombre, mi cuello ya no es lamido, prácticamente es chupado y mordido.

Mis manos ya no luchan, ahora están sujetando los bordes del sillón, mis piernas con lentitud se abren y el hombre se posiciona entre ellas.

–De-déjame. -susurro.

Una risa se extiende por la sala y siento un golpe en la mejilla, no fue nada fuerte y no creo que exista ningún moretón luego, pero empecé a derramar lágrimas. ¿Lo extraño? Eran de placer por sentir algo en mi culo.

–Eres tan hermoso, me dan ganas de hacerte cosas que no imaginas, me dan ganas de meter algo más que mi pene en tu anito, TaeHyung.

–No, no, por favor. -supliqué. Mi desatendida erección dolía, acerco mis manos para agarrarla pero el hombre me lo impide.

–No vas a tocarte, maldita puta. –Veo enojo y más placer, algo loco que se notan en sus irises cafés. Siento que hasta podría matarme y yo me estremezco.

–Yo... Necesito...

–Sé lo que necesitas.

Miro hacía abajo y pude ver el bulto grande que tenía, lo admiré y mis mejillas se tiñieron de rojo.

El hombre me despojó completamente de mi polera y bajó lentamente mis pantalones incluido el bóxer rojo que traía. Estaba a su merced, él podría hacerme lo que quisiera y yo no pondría resistencia. Soy débil, muy débil.

El hombre se sacó la corbata, la amarró sin cuidado algunos en mis muñecas, estás dolían por la presión ejercida.

Más lágrimas caían.

Toxic [JinTae]Where stories live. Discover now