It is my story too. (Zalex)

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Resumen del capítulo anterior porque seguro ya no recuerdas que esta historia existía xdxd

En donde Zach intentó animar a Alex lanzándole agua pero solo le hizo más molesto y decidieron salir de el agua hacia el cuarto de vestir. Alex le pide que este le espere "5 minutos". Quiere hacer cosas básicas por si mismo.

★彡

Respiraba lentamente, intentando mantener la calma despues de el alboroto en la alberca. Realmente Zach no era muy bueno para mantenerme en calma, lo cual es bastante contradictorio.

Tome mi tiempo y levante el peso de mi cuerpo con ambas manos. Me ladeo un poco sin agacharme completamente para tomar mis muletas y me acerque pesadamente hacia mi mochila. Me sente y deje ahora con cuidado, no como hace unos segundos, las muletas, y comence a cambiarme la parte superior, la cual me resultaba hacer con mas facilidad. Cada movimiento que hacia estaba en sincronia con su respiración, Jessica le había enseñado a calmarse de esa manera, y era extraño que tuviese aquella repentina tranquilidad y tiempo para hacerlo.

Como si olvidase que habia pasado antes recorde que Zach habia salido para esperarle. "¿Cómo podia ser tan paciente?." Jodia pensar que solo lo hacia por pena.

—¿No ibas a entrar si me tardaba de mas? –Fanfarroneo con una amarga sonrisa —¿O es que ya te has ido?

Para mi sorpresa este entro con brazos cruzados y ceño fruncido. Me miro con duda. —Tu...tu te tomas los mismos cinco minutos que mi hermana toma cuando está arreglándose...—, lo cual justo despues este cambio su ceño a sorpresa. Le dedique una sátira risa mientras tomaba mis muletas.

—¿Sorprendido? Ta-da —Me levante con cuidado apoyándome arduamente de las muletas, "presumiéndole" como me había cambiado en tan poco tiempo, ya que usualmente no puedo hacerlo, sin enojarme y tirar todo a la mierda, en menos de 30 minutos. Y uno que criticaba a las mujeres.

—Si así de rápido fueses para para contestar mis mensajes.

—¿Más rápido de lo que ya soy? Tú si que eres ambicioso. —Le di unos golpecitos en el pie con mi muñeca, indicándole que le esperaría afuera.

—A que bato tu récord. —Dijo de la nada el gran asiático, simplemente levante ambos hombros en son de indiferencia. —Puedes intentarlo —. Comentó sin admitir en su voz que eso lo haría bastante gracias.

—Después de esto iras con la señora Baker, ¿No es así?

—No... —Yo ya estaba fuera pero en aquel momento una maldicion, de tantas, salió fanfarroneando por mi boca, recordando el mensaje de Justin.

—Te acompañaré.