capitulo uno

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Hoy era el día menos esperado de sus vidas. Era el día en el que Rubén dejaba Noruega, sin saber que era para siempre. ________ decidió acompañarlos al aeropuerto. Quería estar con él hasta el último segundo posible. Rubén cogió su mano todo el camino, re rehusaba a soltarla. 

Llegaron al aeropuerto. ______ estaba devastada, había intentado imaginar toda una vida sin él, pero no podía. Ni siquiera podía imaginar cómo sería el primer día sin que le doliera la cabeza. 

Rubén no estaba mejor. Miraba fijamente a la ventana, mirando las montañas, blancas por la nieve pasar frente a él. Acariciaba la mano de _____ con su pulgar. Había intentado no ser una nena todo el camino, pero estaba a punto de colapsar. La tenía recargada sobre su hombro, y él sabía que no tenerla lo haría sentir tan, tan vacío. 

— Queda una hora para que salga el vuelo niños, aquí tenéis dinero, id a pasear y a comprar comida. No os tardéis. — dijo Bente, la madre de Rubén.

Rubén cogió el dinero que su madre le había ofrecido, soltó una leve sonrisa, y comenzó a correr, jalando a _______.

— ¡R-rubén! ¡Vas muy rápido! — rió ella, intentando no tropezar. 

Pero a Rubén no le importó. Dejo de tirar de su mano cuando estaban frente a aquel puesto de malteadas. _______ sintió su boca hacerse agua. Ahora ella lo jaló a él, casi obligándolo a comprarle una. Rubén accedió sin duda alguna. 

— Una de nutella y la otra de oreo, por favor. — dijo Rubén pagando al señor. 

(...)

Pasearon por el aeropuerto, bebiendo sus deliciosas malteadas, olvidando que tenían una hora juntos. El móvil de Rubén comenzó a sonar, era su madre. 

— Rubén, ¿que te dije de tardar? el vuelo sale en 5 minutos.

Él sólo colgó. Ella sabía exactamente qué significaba. 

— El tiempo se acabó, ¿verdad? — dijo con voz bajita 

— Sí...— susurró él.

Comenzaron a caminar lentamente hasta la aduana, no estaba lejos, se tomaron su tiempo. _______ veía cómo la gente comenzaba a abordar, su corazón empezó a latir a la velocidad de la luz. Todo esto era real ahora. Rubén se iba a ir. Ella paró en seco, deteniendo a Rubén con ella

— ¿Qué pasa? — preguntó él, acercándose

— No te vayas. — dijo ella, hablando en serio. — Q-quédate conmigo. Sabes que mis padres no tendrían problema en acogerte, te quieren caaaasi tanto como yo. — sonrió ella, posando su mano sobre la mejilla de su chico. 

— _____...yo...yo no puedo. Tengo que ir con mis padres. Lo sabes. — dijo él con voz baja, suave. 

Su corazón se rompió al ver el brillo de los ojos de su novia desaparecer lentamente. Ella bajó la mirada, observó por unos segundos los tennis de su novio. Vio lo holgados que le quedaban sus pantalones, se dió cuenta de que no podría volver a burlarse de ellos en mucho tiempo. O nunca, pensó. 

— Sí te vas...se acabó. — dijo ella al borde de las lágrimas. 

Se había jurado no tener nunca una relación a distancia. Sabe lo tóxicas que pueden llegar a ser. Lo dañino que es querer besar, abrazar a alguien y no poder hacerlo sin tener que gastar una fortuna, o planearlo por meses.  Rubén había tomado la decisión de ir con sus padres, ella había tomado la suya. No sufriría por alguien que ni siquiera está en el mismo país, no. 

— ______...podemos hacerlo. — dijo Rubén, frunciendo el ceño. 

Ella negó con la cabeza. 

— Yo no quiero...— lo miró fijamente. 

Los padres de Rubén lo llamaron desde lo lejos, apurándole. Ellos también estaban mazo tristes. Se habían encariñado demasiado con ella, sabían que Rubén nunca podría encontrar a alguien tan linda como ella. Bente lloró sobre el hombro de su esposo, mirando a la distancia a su hijo sufrir. 

— Adiós, Rubén...— dijo _____. Plantó un beso en su mejilla. Se dió la vuelta, y se fue. 

Rubén se quedó frío, sin poder moverse. La chica que amaba había dejado de ser suya en cuestión de minutos. Pero él se lo merecía, y lo sabia. Él tomó esta decisión. Sólo esperaba no arrepentirse. 

((((((...........))))))

Rubén y su familia llegaron a España, a un bonito departamento. Era pequeño, pero acogedor. Suficiente para los tres. Los días transcurrían increíblemente lento allá. No había montañas a las que podía ir cuando estaba aburrido, no podía ir a pescar, ni lanzar bolas de nieve. 

Pasaron un par de meses, y sus padres decidieron comprarle una consola, de la cual Rubén se enamoró. 

Mientras tanto, ______ seguía en Noruega, seguía estudiando, yendo a la montaña, a pescar. Sólo que sin Rubén a su lado.

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⏰ Last updated: Dec 20, 2018 ⏰

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un viejo amor; rubius y túWhere stories live. Discover now