Capitulo 50 (extra 3)

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Advertencia: esto tiene contenido subido de tono seguramente mal escrito (primera vez que hago esto, así que sin críticas)
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La noche había sido perfecta, todo el mundo había felicitado al matrimonio recién casado y les había deseado lo mejor para toda su eterna relación.

La joven esposa miraba a sus amigos ir y venir, como la música llenaba el inexistente silencio del lugar y recibir los millones de regalos de los invitados; todo eso la incomodaba un poco; nunca fue la más fanática de grandes fiestas con lujos y detalles extravagantes y menos si era el centro de atención de todo el revuelto.

Su gran vestido morado se camuflaba perfectamente con lo elegante y sombrío del salón, pero era su cabello, sus ojos y su cuerpo que la hacía resaltar sobre todas las cosas y personas presentes, algo en ella la hacía destacar entre todas las mujeres presentes, ella era hermosa en muchos aspectos y Hades lo sabía.

Él no paraba de mirar a su, ahora, esposa y encontrar todos sus encantos letales: su rostro angelical, su voz suave, su cuerpo de diosa; cada pequeño detalle que encontraba parecía llevarlo al éxtasis del pecado.

Quería llevarse a su esposa de la fiesta y consumir su noche de bodas de una vez; ya no le importa más ser cortés con todos, solo necesitaba de la compañía de su nueva reina. Solo quería acabar la noche a su lado y saber que era de él. Que solo el podía verla de una manera que nadie mas pudo o hará. 

La noche paso y los esposos ya se habían ido de la fiesta; con los invitados borrachos y las ganas del dios llevaron a la pareja a irse sin muchas explicaciones. Nadie se dio cuenta y eso alivio al rey el Inframundo.

La habitación compartida se encontraba preparaba para la noche; sábanas de seda, todo cerrado para mantener la privacidad de los recién casados y pétalos de las rosas que se usaron en la decoración de la boda repartidas sobre la cama.

Los esposos llegaron entre besos, Hades agarraba a su esposa por la cintura mientras ella jugaba con sus cabellos negros sin romper el beso que los mantenía en un voto de silencio. No le importaron mucho el ambiente o donde se encontraban, solo querían llegar a una habitación y tener privacidad.

Sus pies viajaron a la cama, su vestido de mezclaban con las sábanas y los pétalos esparcidos por toda la tela, su cabello ahora libre de las flores y el velo caía sobre su pecho y piernas, su rostro se encontraba decorado por su sonrojo notorio gracias a su piel blanca. En ese momento, para Hades, Sage se encontraba más hermosa que antes.

Hades: estás hermosa *acaricia su mejilla* eres perfecta

Sage: solo por ti *juega con la túnica* solo para ti

No sabía de donde sacaba esas palabras, a lo mejor su boca decía cosas por su cuenta o era ella quien lo decía sin querer; de cualquier manera, ella de verdad deseaba besar al dios, unirse con él, quería consumirse en la lujuria y la pasión junto con su amado hasta que se cansarán, quería tocar el cielo estando en el infierno.

Lo quería todo en ese momento

Volvieron a unirse en su beso, pero era uno salvaje, necesitado de más contacto que un simple roce de labios. Sus manos viajaron por el cuerpo ajeno en busca de más, las de la peliceleste eran torpes y nerviosas mientras que la del pelinegro se movían con elegancia y seguridad.

Con algo de dificultad, la túnica del dios desaparecido de su cuerpo; su compañera solo logro asimilar los músculos y las cicatrices de otra guerras, su mente se apagó al instante que coló sus manos sobre el pecho de su amado dios.

El mismo peleaba por sacar el vestido que le impedía ver la blanca figura de su amada en todo su esplendor. En su desesperación, logro arrancar la parte de arriba de vestido, dejando su pecho y vientre al disfrute de sus ojos. 

De amazona a espectro (Saint Seiya Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora