Tan solo una pesadilla

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- ¡Bienvenido a mi escuela!

El castaño se sobresalto al oír esas palabras, no podía estar ahí de nuevo, ¿o si?

Se dio la vuelta con miedo, solo para encontrar lo que el ya sabía, aquel hombre, alto y delgado lo saludaba con una sonrisa que le ponía los pelos de punta.

El joven de nombre... Bueno, eso no importa, 'player' como se hace llamar, estudia en una pequeña escuela de su pueblo, la cual es dirigida por un muy joven director, sin embargo, los rumores cuentan que el verdadero fundador del lugar es un tipo apenas unas años más viejo que el director, Baldimore McGonigal.

Él, se especializa como profesor de matemáticas, sin duda la materia menos favorita de los alumnos, y al ser uno de los dos que imparten esta enseñanza en toda la institución, cualquiera que estudiara ahí lo debía tener, mínimo un año.

No es que fuera mal profesor ni mucho menos, pero player le tenia cierto miedo que no se explicaba del todo, quizás era su apariencia física, aquel hombre medio pelón, con solo unos mechones arriba de su frente, alto, flaco y los labios rojos como si se hubiera puesto labial asustaban a cualquiera, pero mas que eso, el castaño tenia la creencia que era por su modo de enseñar; el profesor Baldi era un hombre muy impaciente y además, constantemente amenazaba a sus alumnos con pegarles con una regla si no contestaban bien.

Así que ahí estaba, atrapado una vez más en la escuela y el muchacho conocía bien lo que seguía.

- Consigue los 7 cuadernos y serás libre -indico el profesor sin borrar la sonrisa de su cara

Con cierto miedo, Player fue avanzando hasta la puerta del salón 99, sobre el escritorio reposaba un cuaderno en espera de sus respuestas.

- ¡Lo hiciste fantástico!

Con una sonrisa nerviosa, el joven recibió la moneda y pasó al siguiente cuaderno.

Empezó bien, y al tercer problema los números se encimaron impidiendole contestar correctamente.

Apenas marcó incorrecta la respuesta, un silencio sepulcral inundó la sala, pasaron los segundos y el chico no se movió de ahí, no hasta que el primer reglaso se escucho a lo lejos.

Tomo el cuaderno, y hábilmente hecho a correr por el pasillo, conocía bien el lugar y los silbidos del director le indicaban cuando bajar la velocidad.

3, 4, 5 cuadernos, ya sabia perfectamente que tenia que hacer, tomó el 6° cuaderno y tratando de no hacer mucho ruido salió del salón.

El sonido de la regla era muy distante, así que decidió tomársela con calma y caminar por los pasillos hasta el último cuaderno.

- ¡Juega conmigo!

Aquella niña lo intercepto a medio camino, esta bien, aun tenia tiempo.

- 1, 2, 3, 4... Upss, te equivocaste, ¡vas de nuevo!

¿Qué? Pero si el claramente salto, era imposible que hubiera fallado... Sin opciones repitió el juego pero una vez perdió el último.

- Vas de nuevo -dijo la niña con una sonrisa

Un poco estresado volvió a intentarlo pero consiguió el mimo resultado, gruño en señal de fastidio y antes de reiniciar el juego, escucho el sonido de la regla unos metros atrás de él.

Los nervios lo alteraron fallando una cuarta vez, sin tiempo y temblando del miedo corto la cuerda con unas tijeras que estaba reservando para después, apenas la soga se partió a la mitad, hecho a correr lo mas rápido que pudo para deshacerse del profesor, dobló la esquina y...

- Sin objetos, no pasaaas

El bully le bloqueaba el camino, aquellas tijeras era lo único que le quedaba y ni como regresarse, Baldi estaba cada vez mas cerca.

- Por favor, por favor... -comenzó a suplicar mirando para atrás y empujando a quien le bloqueaba, pero el contrario repetía lo mismo una y otra vez indicando que no cambiaría de opinión.

Al cabo de unos segundos, el profesor estaba parado frente a player, el castaño sollozaba aun sin éxito intentando avanzar.

- Ay pequeño -exclamo Baldi poniendo una mano sobre su hombro- ibas tan bien

Levantó el brazo y con fuerza azotó un golpe contra la cabeza del contrario.

***

Despertó con los ojos llorosos y la sensación de aquel golpe palpitandole en la cabeza, era la quinta vez que tenía la misma pesadilla, todas tenían un final diferente, pero en todas, siempre quedaba a un cuaderno de ser libre.

Reviso su reloj, eran las 5, justo a tiempo para partir a la escuela.

One-Shots de Baldi's Basics [PETICIONES ABIERTAS]Where stories live. Discover now