Soltó el aire que tenía retenido.

-que bien que te gusto – empezó a comer él

Unos pasos se oían en las escaleras

-mhh, huele deliciosa – dijo Matt bajando

Cuando nos vio a los dos sentados su cara era de confusión

-¿reunión? – preguntó mirándonos

-Jason hizo un desayuno jodidamente delicioso – dije con la boca llena

-¿tú? – lo apunto a Jason

-ya siéntate y come – dijo él



Después de que todos probamos el exquisito desayuno de Jason, fuimos al campus.

Me tocaba matemáticas a primera hora.

Como de costumbre subí las escaleras para tomar mi asiento.

-hola – me saludo Jess poniéndose a mi lado

-hola – saque mi libreta

-ahg, hoy no tengo ganas de ponerle atención al viejito, estoy muerta – Jess se recostó en la mesa - ¿me cubres?

-sí

Una hora después la clase de matemáticas había acabado, y Jess seguía dormida, unas fotos para chantajearla después, la levante.

-Jess – moví su hombro

-¿mhh? – dijo levantándose y quitándose el pelo de la cara

Le tome otra foto

-eres una perra, ¿lo sabes no? – me dijo Jess adormilada

-sí – le sonreí

Tomamos nuestras cosas y salimos del salón.

-bueno, me voy, toca ciencias y no quiero llegar tarde – dijo Jess yéndose

A mí me tocaba historia.

¿Enserio?, me tocaba a primera hora las materias donde me podía dormir si fueran a última hora.

-bagh – dije caminando hacia el salón

Tome mi asiento, que como en todas las clases, era hasta arriba

-buenos días jóvenes – saludo el profesor

A diferencia de mis otros profesores de historia, él estaba... ¿vivo?, sí, él era joven. En cada escuela siempre hay un maestro al que todas las chicas se quieren coger, bueno pues ese maestro era él.

El setenta por ciento de la clase éramos chicas, sí, casualidad.

-tomen asiento – dijo poniendo su maletín sobre el escritorio

Todos nos sentamos, en lo que sacábamos nuestro material. Saque mi computadora y mi libreta.

-bueno, hoy tenemos un nuevo integrante – dijo el maestro

Jason entro

Sí, más puto cliché no podía ser, el chico entrando al salón en cámara lenta y todas suspirando.

Bueno, no fue así ya que alguien rompió la ventana desde a fuera.

-ahh – todos gritamos cuando el balón se estrelló contra el cristal

Era un balón de soccer. El maestro lo recogió y miro por la ventana. Eran el equipo en el pasto donde todos normalmente desayunábamos, y ellos como estúpidos entrenando

Mi nuevo Roomie (Roomie 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora