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#26 Peleas

-Gracias, ______.-susurra de regreso, besando la cima de tu cabeza.

Luke

-¡_______!-él te llamó, golpeando la puerta principal de nuevo-.¡Vamos, _______!

-No.-respondiste de vuelta, viendo a la puerta desde tu posición en el sofá. Luke lo había arruinado todo de nuevo, olvidando que tenían una cita y dejándote sola esperando.

-¡Maldita sea, _______!-gritó-. ¡Solo abre la puerta!-elegiste ignorar sus gritos enfadados y permanecer sentada. Si las cosas iban bien, tendría que darse cuenta que no ibas a abrirle y terminaría yéndose. Golpeteaste tus dedos sobre el brazo del sofá, escuchando como de todos modos seguía gritando.

-_______, no estás ganando nada ignorándome.-dijo solo para ser ignorado de nuevo ya que no hiciste el esfuerzo de contestar-. ¡MALDICIÓN, CARAJO!-levantó la voz después de un momento de total silencio, sus nudillos hicieron contacto con el muro, abriendo un hoyo en toda la superficie. Listo, había sido todo. Saltaste sobre tus pies y caminaste con furia a la puerta abriéndola de un jalón.

-¡¿Acabas de abrir un maldito hoyo en MI muro?!-gritaste, viendo a donde ahora estaba sentado en el suelo. Se levantó lentamente, cerniendo toda su altura sobre ti.

-Nuestro muro. Este es nuestro muro, nuestro departamento ¿Se resbaló eso de tu memoria?-preguntó con fuerza, bajando sus ojos azul océano a ti.

-¿Ahora tu vas a venir a hablarme de olvidar cosas? ¿De verdad, Luke? ¿Vas a leerme la cartilla cuando lo echaste todo a perder de nuevo? No trates de culparme a mí de todo esto.-respondiste, estabilizando tu cuerpo en el marco de la puerta. Rodó sus ojos y levantó sus manos en el aire con agitación.

-¿De nuevo? ¿Qué se supone que significa eso, ________? Olvidé una cita y ahora estoy siendo echado de mi propia casa... ¿Eres psicótica?-se burló, sus palabras, mordiendo con cada sílaba.

-¿Qué demonios está mal contigo?-rugiste, la sangre corrió a tus mejillas, producto del enfado y la ferocidad con la que habías respondido-. De todos modos ¿Quién eres tú? Has estado tan distante, no hablas conmigo, llegas tarde a casa, duermes todo el día.... No eres el Luke del que yo me había enamorado. Él no hubiera olvidado una cita sin llamar ni tampoco OLVIDAR NUESTRO ANIVERSARIO.-declaraste, apoyando tu espalda en el marco de la puerta, exhausta de lidiar con el enfado.

-Deja de gritar, _______.-Luke respondió con voz calmada, podías sentir la furia de nuevo hirviendo en tu interior.

-¡NO TE ATREVAS A DECIR QUE ME CALLE!-replicaste aún más fuerte, apuntando con tu dedo índice para señalarlo acusadoramente. En menos de un segundo, él estaba entre tu cuerpo y el umbral de la puerta, tomó tu dedo y de un empujón los metió a ambos al departamento, azotando la puerta tras sus espaldas.

-¿Qu...-empezaste, solo para ser silenciada con él azotando tu cuerpo contra la puerta ya cerrada y presionando su cuerpo contra el suyo, dejándote sin escape. En un movimiento brusco, se inclinó y atacó tus labios con fuerza. El beso era desesperado, rudo, sin esperar que le respondieras, tan solo asaltando sin cuidado tu boca. Por muy enfadada que estuvieras, no podías resistirte a sus besos. Sonrió cuando le regresaste el gesto de la misma forma, pensando que se había salvado de la situación fácilmente.

Con un sonido semejante a un ''plop'', se separó y colocó sus labios en un punto justo por debajo de tu oído. Sus brazos colocados sobre tus hombros, acomodando tu cuerpo en alguna posición que le beneficiara. Dejaste una mano caer a tu costado mientras la otra se perdía en el cabello de Luke, con tus dedos corriendo a través de sus desordenados mechones, al mismo tiempo que encontro un punto débil en tu cuello, tú dejaste salir un ligero jadeo, ganándote una pequeña risa por su parte.