Capítulo XI - Doggar Blood

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Las perdices revoloteaban alrededor de la durmiente Sienna, esta despertó recordando la caída, lo primero que hizo fue mirarse, estaba completa y sin un rasguño aparente sentada sobre un prado de hierba blanca, toda la tierra a su alrededor era blanca, una gran extensión de tierra se extendía ante sus ojos y toda era ella del mismo tono albo, las perdices  jugaban a su alrededor miró hacia arriba encontrándose con un cielo del mismo color y un muro negro hacia la derecha al parecer ese era el final de los abismos de la noche, se puso en pie y empezó a explorar con la vista el lugar, a unos metros hacia al frente se veía un lago, esa imagen le despertó inmediatamente la sed, sin pensárselo dos veces se puso en marcha hacia él, las aves le siguieron, tras una corta caminata el lago se veía gigantesco enfrente de ella, parecía un gran ovalo de cristal que reflejaba el cielo austero de color, se incoó sobre la ladera para poder beber, el agua era refrescante dulce como si de un néctar se tratase, bebió un trago largo y se quedó allí mirando su reflejo en las aguas que estaban tornando a su quietud inicial cuando vio detrás de su reflejo la cabeza de un enormeDoggar de melena rizada blanca como aquella tierra y ojos azules tan brillantes como la luz de las tierras de plata, ella conocía de la existencia de estos animales, una vez asistió a una de las exhibiciones en el reino de la princesa Argyria y sabia a la perfección que un movimiento en falso y la muerte era algo asegurado.

—No tengas miedo joven inmortal —dijo una voz en su cabeza

La joven Sienna dio un respingo a lo que el Doggar se acercó a ella posando su cabeza sobre la de ella

—Soy yo el que te habla, no podemos hablar como ustedes pero aquí en nuestro santuario podemos comunicarnos por el pensamiento

—¿No me mataras?

—No veo porque deba hacerlo

Esta última respuesta del animal que le hablaba mentalmente le calmo un poco sentándose frente a el

—¿este es el final del abismo? ¿Cómo se llama este lugar?

—Si es el final del abismo o mejor dicho el comienzo de tu mundo, nunca nombramos estas tierras son sagradas, han estado aquí antes que nosotros incluso

—¿Cómo es que podemos hablar? LosDoggar que he visto no lo hacen.

—Cuando tu raza apareció algunos de los nuestros fueron cazados en esta forma por los tuyos, ellos intentaron comunicarse pero fue en vano, tu raza al parecer nos veía como animales sin raciocinio alguno, volvimos aquí a la tierra blanca donde todo inicio y nos refugiamos, ningún Inmortal ha intentado llegar hasta aquí hasta el día de hoy

—Dijiste esta forma, ¿Acaso han tenido otra forma antes?

—Nuestra raza podía tomar cualquier forma que quisiese, pero al aparecer tu raza quedamos presos en la forma que más usábamos la del Doggar, siempre que una nueva raza surge de alguna manera debilita o afecta a la anterior.

Lo que el albo animal decía entre pensamientos era una gran verdad, en el caso de los inmortales desde la aparición de los mortales se habían debilitado, algunos incluso enfermado y otros se tornaban mortales, de hecho entre las regiones se corría la voz de la creciente enfermedad de la princesa de las tierras de plata, su estado mental estaba en entredicho su ideología de erradicar toda perturbación en sus dominios estaba siendo excesiva, la última revuelta de las sombras, el enfrentamiento con ellas, muchas teorías se barajaban al respecto y la gran conclusión era que quizás la princesa Argyria estaba tornándose mortal en secreto.

—¿Quieres regresar de inmediato con tu familia y tu gente?

La pregunta del Doggaralbo hizo regresar a Sienna de sus pensamientos a la realidad, seguramente en la posada los dueños estarían pensando que era una ladrona de perdices azules, no podría regresar allí no le creerían que cayó a un abismo, que conoció seres legendarios, además de lo coléricos que deberían estar por el impase que con seguridad tuvieron debido a su accidente con el noble que estaban alojando y  familia no poseía, nunca conoció a sus padres era una huérfana sin apellido alguno, cuando salió del orfanato logro conseguir aquel empleo, volver sería algo complejo al menos a su aldea, además era una experiencia muy surrealista estar aquí

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