Piropos y Frases (Fnafhs GB)

Mamá

¿Qué es una hermana? Alguien a quien confiar, una chica que te domina, una persona que está a tu lado, una amiga de por vida, una madre más joven, alguien que te enciende la ducha, alguien que huele a farmacia, una persona que comprende. Esa es una hermana."
Louise Dye

Cierto albino estaba muy decaído en casa, nada de mensajes graciosos con sus amigas, molestar al inepto niño de oro de Colby, ho hacerle la vida de cuadros a Goldy, sin componer, sin cantar, sin salir a hacer desastres con Los Nigthmares, nada. Mangel no era de los que se quedara quieto, de los que le gustara la soledad de los que vieras por ahí con actitudes de inútil, siempre pensando que hacer para que la soledad se fuera de su pecho... pero ese día simplemente no pudo escapar de su soledad.

Era 1 de diciembre... ¿Qué tenía de especial el primero de diciembre? Pues era el día en que murió su madre... el problema no fuera que le producía tristeza el recuerdo de su dulce madre Roxana, sino todo lo contrario, casi no la recordaba, no recordaba su voz, no recordaba su forma de ser... recordaba su apariencia... recordaba su sonrisa... recordaba su forma única de tocar la batería

¿Y qué más?

Más nada

Solo que era pelirroja como Roxy, y que Farah lo había heredado todo prácticamente en físico de su madre...

--¿hora de la telenovela? ¿Qué ocurre Mangel?—cuestiono, Farah, quien iba saliendo calmadamente de la cocina con un tazón de palomitas. Mangel sabía que su hermana, pese a parecer que era de las que su vida valía una mierda y no le interesaba nada, Farah tenía cosas que le eran sumamente importantes en su existencia, eso se notaba con ver sus ojos ver las bolsas bajos sus pestañas... había llorado.

--no... no es nada estoy bien—contesto el albino sonriendo muy pesado para luego fingir ver su teléfono.

--que te den pol'culo, gilipollas—Farah se tiro al lado de su hermano en el desgastado sofá—es sábado por la tarde y ninguno de los parguelas que son tus amigos vienen a buscarte... tampoco andas con los Nightmare... joer... tú no eres así, y ya se, ya sé que soy una mierda de hermana... pero tampoco soy un monstruo como para que no me digas tus problemas—

--Farah... ¿Cómo era mamá?—cuestiono dedicándole una mirada melancólica a su mayor.

--¿mamá? Uff... mamá era... mamá era la puta hostia—contesto Farah, llevando sus manos hasta su desordenado cabello y tirarlo hacia atrás—recuerdo... que cuando era más chica, mamá nos calentaba la ropa a mí y a Roxy en el horno cuando era invierno, y... cuando ni siquiera había para comprar provisiones... ella inventaba algo con galletas saladas, cátsup, orégano y queso y sabia a pizza, que cuando Roxy y yo nos peleábamos nos daba un golpe en la cabeza y nos mandaba a arreglar la pieza de la otra—

--¿porque yo no puedo recordar nada de eso?—cuestiono el albino, con tanta tristeza en sus ojos que ese dorado intenso se convirtió en castaño.

--eras muy pequeño... mamá, ella me conto una vez, que cuando Roxy nació ella estaba muerta de miedo por lo que pasara, cuando nací yo estaba ilusionada porque nací con el pelo rojo de papa.... Pero que cuando naciste tú... ella—una lágrima se deslizo por sus ojos—estaba más que loca de amor por ti... porque... tú no eras como nosotras eras diferente... y ella... parecía tenerte mucho más cariño por tu pelo blanco... Roxy y yo una vez intentamos mandarte por correo a Dubái pero... me faltaron timbres...Mangel... mamá te amaba... eras la luz de sus ojos... y sabes que me dijo antes de... antes de morir—Farah se limpió las lágrimas que corrieron por sus ojos para luego mirar a su menor y abrazarlo con amor—que jamás te dejara solo... porque entonces... perdería a mi alma gemela—

Los hermanos lloraron un poco hasta que Farah sintió como el albino reía, lo soltó del abrazo y lo miro con alegría.

--¿de qué te ríes?—

--sonrió porque eres mi hermana. Y me rio porque no puedo hacer nada al respecto—