Hipatia, faro de Alejandría (350 - 415)

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Los cristianos no respetan a nada ni a nadie, destrozan, persiguen y al terminar se perdonan. Nunca aplacan la furia de su Dios y todo lo sumen en esa oscuridad envolvente. No gustan de ningún libro que no sea el suyo, no se asustan del poder del imperio mientras se hallen lejos de su infierno.

Los astros resplandecen alineados en el cielo. El mundo se zarandea y la historia se resuelve. A lo lejos del ruido la bella Hipatia lo observa todo. Los pasos de la turba y el cernir de la noche.

Le arañan la piel, con conchas, y en la hoguera nace una mártir pagana.
La fulgurosa llama se torna ténue. Un haz de luz se pierde en la sombra y finalmente se apaga.

Microbiografías literariasWhere stories live. Discover now