La primera semana del curso pasó muy rápido para Helena, hizo nuevos amigos, la echaron de clase un par de veces, la confiscaron el teléfono y lo único que supo de Javier es que era uno de los tíos más populares del instituto, incluso de la ciudad, vamos, que conocía a todo el mundo. Había un problema: todas las chicas decían que no merece la pena estar con él.
Sus planes para el fin de semana eran intentar convencer a su madre para que la dejara salir. Había una fiesta de despedida de una chica de otro instituto, y como habían invitado a sus amigas ella también iba a ir.
— Mamá, ¿vas a ser buena conmigo este finde y me vas a dejar salir, a que si?
— ¿Como que salir? Es tu primera semana aquí ¿y ya quieres salir?
— Venga mamá, que ya he hecho amigas.
— Pero pórtate bien, eh.
No tardó dos segundo en subir las escaleras, entrar a su cuarto y llamar a Caro para ver que ponerse.
— Estará toda la ciudad, y Pablo, que es lo que me importa a mi. Vestido blacno y los tacones nuevos de Zara. ¿Que te parece?.
— Estarás guapísima. Yo estaba pensando en ese vestido negro que te enseñé de mi último viaje a Italia.
— Como veas. Tenemos que ir en tren hasta allí. Hemos quedado a las diez. No tardes, que el tren no te va a esperar.
— Confía.
Cuelgan y Helena empieza a prepararse. Un montón de rayas para el ojo, sombras,maquillaje y pintauñas empiezan a caer en la cama.
Eran las dos de la mañana. La zona de bares está a rebosar de gente, se oía música por todos los lados, Helena y sus amigas avanzaban hacia el bar donde era la fiesta, 'Recuerdos' bonito nombre para un bar. Cualquier cosa que podría pasar ahí esta noche, y a la mañana siguiente puede que sea simplemente eso: recuerdos.
Entran, y lo primero que hace Helena es ir a la barra y pedir un Beefeater con Kas, esta bien para empezar. Todas sus amigas estaban allí con la chica de la despedida, se llamaba Lydia y se iba un año entero a Korea, no le caía muy bien a al gente, pecaba de criticar a todo el mundo y a veces era un poco borde, pero un fiesta es una fiesta, eso es lo que pensaban todos los que estaban allí. Después de las presentaciones fueron todas a la barra, estuvieron un rato hablando y poco a poco se fueron desperdigando. Martha estaba bailando, con un chico que se llamaba Iván, y que era muy guapo. Caro y Lucía estaban hablando con un camarero para que pusiera su canción favorita. Helena fué al baño y de la que abrió la puerta dió a un chico en la cara, que por casualidad era Javier.
— Oye tú, ten más cuidado.
— Ay perdona, lo sien....ah pero si eres tú. ¿Javi, no?
— Eh, ¿quien te ha dicho que tú me puedas llamar Javi?
— Yo misma, ¿no te gusta o que?
— Sólo me lo llaman mis amigos.
— Entonces yo ahora soy una de ellas, venga vamos abajo que te pongo hielo.
— ¿Y luego vienes a dar una vuelta conmigo?
— Si me admites que no te ha dolido tanto.
— Admitido. Vamos a dar una vuelta, que yo esto me lo conozco muy bien.
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Hopeless.
Teen FictionHelena. Dieciseis años. La edad que tantos problemas causa. Amor, amistad, estudios y mil cosas por descubir, lo importante es que manera elegimos para hacerlo. Una sola meta, él.