Sabía que serías un problema

Capítulo 2.

No sé si temblaba de frio o de nerviosismo mientras que esperaba al final de la calle a que apareciera Bibiana.

No sé cómo me había dejado convencer en hacer una escapada a estas horas sabrá dios a qué lugar, me había cambiado el vestido y los tacones por un viejo jean negro y una blusa blanca de tela fina, supongo que al no salir mucho de casa me había olvidado por completo del frio nocturno.

Pasaron cinco minutos que fueron eternos para mí hasta que apareció la esperada

- ¿Cómo te fue?- pregunté un poco excitada por el momento

- Tranquila si estoy aquí es porque bien, me despedí de Fred y le informé a tu madre que te habías acostado debido a un fuerte dolor de cabeza- dispara rápidamente, respiro profundamente al sentir que estaba libre esta noche

- Y bien... ¿dónde tienes pensado llevarme?- pregunto confundida

- Vamos a un club no está muy lejos de aquí, ¿has oído hablar de The Castle?- rebusco en mi mente y creo recordar a una de mis compañeras de clase hablando de tal club, asiento y nos marchamos en su auto.

Llegamos a nuestro destino en menos de media hora, se encontraba ubicado a las afueras de la ciudad, el club tenía un gran cartel de luces con su nombre.

La pelirroja y yo caminamos hacia la entrada donde se encontraba un tipo alto y robusto, recordé que todavía era menor de edad así que observé a Bibiana buscando su atención, ella pareció leerme la mente, pero con un gesto indicó que no me preocupara

- ¿Qué tal Jacob?- saluda al tipo, quien asiente con su cabeza, dando a entender que todo está ok, luego me mira con curiosidad en sus ojos

- No te preocupes viene conmigo- así sin más nos dejó pasar, al parecer Bibiana viene mucho por aquí.

El local era bastante grande, de dos pisos, con una enorme barra en el medio, estaba repleto de personas bailando a un ritmo tecno, había varias mesas en los alrededores todas ocupadas, estaba oscuro pero los juegos de luces bañaban la superficie lo suficiente como para ver algo.

Seguía a Bibiana de la mano mientras ella se abría paso entre la multitud saltarina

Cuando logramos llegar a la barra tomamos asiento, ella le hace una seña a uno de los chicos que atiende el bar.

En lo que habla con él,  paseo mi vista para captar todo, me sorprendo al descubrir que me gusta mucho.

Solo he asistido a las fiestas que mis compañeras de clases preparan en sus casas y están son un poco de pijos por así decirlo, vengo de un instituto privado así que eso es otro mundo.

Solamente Daniela una chica del salón ha comentado sus andanzas por estos lugares, es la que más experiencia tiene según sus historias y comentarios, las demás siempre la escuchan con la boca abierta, otras solo se limitan a criticarla, yo más bien absorbo lo que me pueda servir para un futuro.

Atrapada estaba observando todo cuando la mano de la chica a mi lado se atraviesa delante de mis ojos

- ¡Hey!, ¿te fuiste lejos?- pregunta sonriendo, noto que el camarero también me observa esperando algo

- Te preguntábamos que deseabas tomar- explica Bibiana, no supe que contestar durante un segundo, no estaba muy acostumbrada a las bebidas alcohólicas pero esta noche era una excepción así que respondí

- Lo mismo que tú- el chico se marchó a hacer lo suyo supongo y continuamos conversando, mientras comentábamos acerca de los chicos guapos que veíamos a lo lejos

- ¿La parte de arriba es especial o algo?- pregunto refiriéndome al segundo piso donde también habían mesas y una pequeña barra

- Sí, es para clientes que pagan más

- Interesante- comenté.

El camarero nos trajo dos margaritas, el primer trago que consumí fue un poco fuerte para mí pero luego me fui acostumbrando.

Entonces pensé que esta noche no sería tan mala del todo.