As a Stripper.

Ⅰ

Kendall..-Una dos tres veces picaba la mejilla de la menor la rubia, tenía mas de 20 minutos intentando despertarla pero la menor ni siquiera daba una señal de vida.-

¿Q-que?.-Pregunto mientras exhalaba el aire que contenía sus pulmones y con el un poco de saliva de la nombrada, era un tanto asqueroso pero tenia que admitirlo la mayor. Esto le causaba gracia y por lo mismo le tomo una foto a esta.-

Ya son las 6 a.m... Ya es domingo.. y...¡YA ES EL ULTIMO DÍA DE VACACIONES Y TENEMOS QUE VIAJAR A CANSAS PARA LLEGAR A TIEMPO A LA UNIVERSIDAD Y NO QUEDAR COMO UNAS IDIOTAS RETRASADAS QUE LLEGARON TARDE SU PRIMER DÍA!-.Lo último fue gritado por la rubia al ya encontrarse en un estado de alteración por las nubes y la menor al escuchar es estruendoso grito de su mejor amiga se levantó de golpe chocando con la frente de ella y tirando de nuevo su cabeza sobre la almohada ¿De verdad las vacaciones ya habían acabado?

Mierda Alex, había más formas de despertarme, no necesariamente tenias que despertarme tal y como mi
madre lo hace.-Un gruñido se escapo de los labios de la morena al ya encontrarse completamente despierta pero con unas inmensas ganas de quedarse en la cama, pero eso no era posible. Tenían que viajar al sur de Cansas para establecerse en su nueva universidad que quedaba a 9 horas del lugar de donde vivían, y por lo mismo tenían que pasarse la mayor parte del día en el asiento de un auto conduciendo ¿Una gran manera de pasar el día, no?. La morena se levantó de mala gana y bufo al no encontrar sus pantuflas donde de costumbre las dejaba, ya todo estaba empacado en cajas y estaban dentro del auto, solo un cambio de ropa y sus bolsos aun seguían en la mesada de aquel departamento-.

Tengo a un oso como compañera de habitación ¿Que mierda tu hubieras echo en mi lugar?.-Dijo la rubia mientras se sentaba al borde de la cama de la morena ya que sabia que esta tomaría su cambio de ropa y se adentraría al baño como de costumbre. era como una rutina que la menor siempre seguía y eso le causaba risa a la rubia ya que siempre la morena tenia un mal humor por las mañanas pero amaba eso de ella. Habían sido mejores amigas por 15 largos años, la rubia tenia 19 años de edad al igual que la morena y eran como uña y mugre desde que sus madres las unieron y aunque eran las personas mas diferentes del planeta siempre estaban unidas y eso nadie lograba evitarlo. La morena una vez duchada y arreglada con unos pantalones ajustados negros, una camiseta suelta color menta y sobre el se encontraba una suéter que cubría su pequeño cuerpo. Esta solo media 1.62 a sus 19 años de edad, era gracioso en algunos casos y por ello su grupo de amigos se burlaba de ella. Se coloco una cantidad abundante de aceite sobre su cabeza y una vez bien esparcido su pelo había quedado suave y brilloso, tal y como a ella le gustaba. Y el ultimo toque que le dio a su atuendo fue un gorro negro tejido que caía al final al igual que sus zapatillas negras vans.

Estaba lista para su primer día y la rubia se había preparado horas antes al no querer estar desalineada su primer día de clases en aquel viejo pero codiciado instituto. Uno de los mas pedidos en el estado y uno de los mas reconocidos por el país. Si no entrabas por la calificación era tan seguro que entrabas y pagabas colegiatura y como las menores eran de familias con dinero se les hizo fácil entrar en esa universidad pero eso no descartaba que ellas no tuvieran buenas calificaciones. Las mejores de sus clases en los anteriores colegios pero al igual eran las mas problemáticas de el.

Kendall O'brien. Una chica de 19 años de edad, promedio de 9.5 y un expediente lleno de reportes de conducta y multas de todo tipo. Con dos ingresos a la cárcel estatal y con un acceso restringido a uno de los club's reconocidos del lugar, reconocida por sus bromas bien elaboradas y aquellas mechas azules, moradas y rosadas que yacían en su ondulada melena. Extrovertida y con un gran sentido del humor, sarcástica en casos y violenta cuando se pasa de copas.