Sin voz. Capítulo 56

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Hola! Soy yo de nuevo! Esta es el primer capítulo de la segunda temporada ¿inolvidable? Espero y les guste, cualquier comentario, duda, aclaración, felicitación o negación, no duden en hacerlas.

Gracias por sus comentarios positivos. Me alegra mucho.

Los quiero, Aída 💋

.....

Me levanté con el mismo palpitante dolor de cabeza con el que usualmente me levantaba desde que he me secuestraron aquí. Había asimilado las cosas un poco desde la memorable noticia. Llevaba aquí ¿una semana? Y aún no sabía que día era o si hacía calor, o sí ya presentaron los examenes mis amigos. Josh estaba sentado en el mismo banco, vigilandome con un periodico en mano.

- ¿está es mi comida? - grazné viendo el plato de una ¿sopa? ¿Nata? Bien sea lo que sea estaba verde y no me gustaba cuando la comida era verde.

Josh me miró con su usual mirada amenazante de " come o muere", creo que este tipo me cae bien, la vez pasada el me dió un pedazo de su hamburguesa ya que yo me moría de hambre, y Daemon no le dijo a sus "colegas" que me dieran de comer.

Idiota.

- come, si no te quieres morir de hambre, Mackenna - me dijo

Lo miré con ojos como platos por mencionar mi nombre y negué con la cabeza.

- no.. - dije entre dientes, haciendo una mueca. - me dolerá el estómago y el baño no me gusta..

El rodó los ojos, gruñó y se paró del asiento para ver mi plato de "comida". Puso ojos como platos al ver esa cosa.. Asintió miró para todos lados para asegurarse de que no había nadie y me lanzó una bolsa con una hamburguesa. ¿Era su comida?, me pregunté mentalmente.

- gracias - le susurré con la boca llena. El asintió y siguió de su modo frío. Vigilándome.

...

- ¡buenos días! - entró gritando Daemon. - ¡hola Mackenna! - me saludó efusivamente. Era increible cuan diferente eran los "hermanos", yo aún no me acostumbraba

Mi mente se imaginaba otra vez otro golpe por parte de el, otra pregunta amenazante, otra mirada fría y distante. Sin embargo el parecía tan tranquilo y relajado que me dió miedo. Me alejé de el lo mas que pude con estas estupidas esposas y lo fulminé con la mirada.

Un muchacho de mi edad entró y Daemon me miró de reojo.

- NOOO, VETEEE - le grité con todas mis fuerzas. El chico me miró como si estuviera cometiendo un error al venir aquí y me miró dubativa - ¡Vee... - mi voz se fué y abrí los ojos como platos - ...te! - dije en un susurro. Miré a Daemon porque sabía exactamente lo que haría. - no lo hagas - le pedí. El sonrió y asintió con la cabeza, se lo llevaron al otro cuarto, un disparo y el chico ya no vivía.

Había visto personas ser torturadas, matadas, extorsionadas, manipuladas, absolutamente todo lo que pensaba que solamente existía en las películas. Esta era la ¿décima víctima? Y siempre le gritaba cosas "no muy agradables" como: imbécil, estúpido, idiota, etc, etc. Mi garganta se sentía al rojo vivo y me sentía de alguna forma débil y mareada.

No sentía, el no sentía ese pesar de matar a alguien, de torturarlo como si fueran muñecos, de traer a su propio hermano como títere. El no siente, y algo lo convirtió de ese modo, y eso me daba cierta curiosidad.

- ¿no me gritaras? - preguntó sarcástico. Tragué saliva e intenté hablar, cuando lo único que salió fue un chillido. El rió. Venía vestido pulcramente como siempre: un traje diferente para cada dia, idiota. Sus ojos seguían fríos, su peinado bien arreglado y cortado, sus zapatos pulcramente limpios. - bien - caminó alrededor de mí y yo miré hacia otro lado. - vamos, Mack... ¿Sigues enojada? - preguntó, se acercó a mí y sujetó mi barbilla- te he puesto una cama y ¿estas enojada? Es mejor que el piso, ¿cierto? - me chantajeó. Yo lo fulminé con la mirada de nuevo porque, el sabía perfectamente que no podía hablar de tanto haber gritado estos días, sin embargo valía la pena, definitivamente. No me arrepiento.

Su... MI teléfono sonó. Sonrió burlonamente.

- ¿si? - preguntó divertido - vaya, eso fué rapido, ¿enrealidad la odias demasiado, cierto? - me miró con burla en los ojos. - ella está ... Viva.. Por ahora - agregó amenazante. - oye oye, calmado... - le tranquilizó - harás lo que yo te diga o sí no... Ella morirá con un disparó en su cabeza, ¿entendido?- esperó por un momento, susurró una maldición - sabes lo que tienes que hacer ahora - se despidió y colgó. ¿Amistoso, cierto?

- era tu novio - me informó como si no supiera. Sabe que no puedo hablar y por eso habló como si yo no estuviera aquí.

......

- ¡ey! ¡Ey! - me gritó alguien. Me tallé los ojos y ví que Josh estaba parada frente a mí con las esposas de mis manos y pies. Claro, no me las había quitado ni si quiera para comer desde que llegué aquí, así que cuando ví las marcas rojas en ambas partes, mi mente se nubló y no creí lo que estaba viendo: sangre.

Si, Daemon me ha golpeado y torturado pero nunca había llegado a tal extremo de que me saliera sangre. Bien, no taaanta sangre. Prometo que si logro salir de aquí con vida seré yo misma la que lo mataré.

- ¡vamos!- dijo Josh. Lo fulminé con la mirada y obligué a mis pies a dar los primeros pasos, me caí miserablemente y el me ayudó a estar estable, y caminamos hacia un cuarto que nunca había visto.

Traté de ubicarme pero cada vez que pasábamos más y más puertas lo único que pensaba era en aquel cuarto en donde Daemon mataba a todos los que entraban. Moriré hoy, pensé tristemente. Pasamos ¿cinco puertas? Y luego entramos en una blanca, me sorprendió lo que había al otro lado.

Una regadera junto con un baño, estable. Miré con ojos como platos la mini habitación, ¿que era esto? ¿Por que me trae Josh aquí? ¿Me matarán aquí? Lo dudo.

- tienes diez minutos, o si nó entraré como estés - me amenazó Josh antes de dejarme en una silla y cruzar la habitación cerrando la puerta fuertemente.

¿Diez minutos? ¿Para bañarme? Comprendí todo y me quite la ropa apresuradamente, no había cortina, ni una ventana, ni rastrillos, navajas, rasuradoras, espejo, absolutamente nada, el cuarto blanco me parecía como el de los manicomios y eso me asustaba un poco. El ambiente me pareció asfixiante a los pocos minutos y empecé a ver las paredes más y más cerca de mí. Cerré los ojos y cojí la ropa del suelo, me la puse y en mi subconsciente pensé ¿como pudo saber mi talla? Me imaginé que todavía no pasaban lo diez minutos pero yo ya quería salir de aquí, las paredes... Se acercaban... Empecé a jadear fuertemente.

La sangre corría roja por el piso y eso me asustó mas.

Toqué la puerta incapaz de gritar. Josh apareció sobresaltado, me lance en sus brazos y el por poco me entierra una navaja en mi estomago. Respiraba pesadamente y mi pecho subía de arriba a abajo. Josh se quedó petrificado, bajó su navaja, miro para todos lados y me abrazo de vuelta.

- ¿que paso? - preguntó. Negué con la cabeza. Se alejo de mi bruscamente y me jaló de nuevo hacia mi "cama".

Vió las marcas rojas en mis muñecas y tobillos.

- ¡demonios! ¿Por que no me dijiste que estabas sangrando? - preguntó enojado en un susurro. Lo miré con el ceño fruncido y bajé la vista débilmente. Se levantó y me miro amenazante sobre su hombro. - si te levantas, o corres o caminas de ese asiento, te mataré - me amenazó visiblemente. Se alejó sin esperar una respuesta por mi parte.

Claro, ¿por que amenazarme? Acabo de salir de una claustrofobia... Pero... Espera... ¿Yo tengo claustrofobia? Me sentía mareada y solamente me quería dormir a cualquier costa. Me recosté en la cama y cerré mis ojos por un momento.

....

- quédate quieta... - me ordenó alguien. Negué con la cabeza e hice el intento fallido de moverme. Sentí una presión en ambos tobillos y luego otra mas fuerte. Lo mismo pasó con mis muñecas y después me quedé plenamente dormida.

Creí haber sentido un beso en mi frente, pero la descarté inmediatamente. ¿Quien me podía querer aquí?

¿Inolvidable? |temporada 2| COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora