Capitulo 17- Turno de guardia (Parte 3)

12.2K 557 116
                                    

Ezekiel estaba en shock cuando la escuchó hablar. El joven soldado pensó que Freyja no sabría hablar su idioma, pero cuando escucho a la alienígena hablar en un perfecto inglés, se encontraba estupefacto. No sabía muy bien que decir o hacer. Se quedó mirando el inexpresivo rostro de la Gélido, la cual ladeó su cabeza a modo de incomprensión.

—¿Ha...Hablas mi lengua?—preguntó al fin, algo inseguro.

—Si, así es—contestó la Princesa Frígida, dejando muy extrañado a Zeke.

—Pero, ¿cómo es eso posible? Sois una raza alienígena, no podéis—preguntaba desconcertado.

—Pues ya ves que si—dijo ella con tono burlón.

A la propia Freyja le sorprendió mostrarse así de sarcástica. Nunca lo era y, de repente, se había empezado a comportar de ese modo. Eso le llevó a confiarse un poco. Ese humano parecía diferente al resto o, por lo menos, eso aparentaba. Zeke la miraba desconcertada, la chica decidió continuar hablando para proseguir la conversación.

—Tengo, digamos, mucho tiempo libre, y siempre he tenido mucho interés por vuestra especie—quedó pensativa un leve instante—. Vuestra cultura, costumbres, tradiciones...

—Sí, claro. Pero los tuyos el único interés que tienen con nosotros es el de aniquilarnos—contestó de forma directa Ezekiel.

El comentario pilló por sorpresa a Freyja. En un principio no sabía que decirle, pero claro, como hacerlo si llevaba razón. El Linaje Congelado, junto con la Estirpe Cambiante y La Casta Eterna estaban en guerra con los humanos. Para colmo, fue su especie la que inicio aquella guerra, cuando Odín ordenó a su ejército que atacase esa colonia humana conocida como Arcadia. Fue hace setenta y cinco años. Ella era muy joven, prácticamente una niña que se encontraba ya atrapada en el palacio del gran monarca de los Gélidos. Una prisionera que fue testigo indirecta del devenir del conflicto. Y ahora, aun lo seguía siendo.

Miraba con cierta pena a Ezekiel, quien parecía con lo que acababa de decir que había lanzado una acusación directa a Freyja.

—Siento mucho lo que os está pasando—expresó ella con tono de lamento.

—No es culpa tuya—dijo Ezekiel enseguida.- Pero nada de esto tiene sentido.

Freyja notó el crispamiento de Ralston. Enseguida razonó que aquel muchacho en el fondo no era más que un simple soldado que seguía ordenes de sus líderes. Tal como los Alfar seguían las de su gran rey Odín.

—¿Cómo te llamas?—preguntó, queriendo cambiar de tema.

A Zeke le sorprendió esa pregunta, pero no tardó en contestarle.

—Me llamo Ezekiel Ralston. Soy de la Tierra, nacido en Nueva Zanzibar, ciudad situada en el sureste del continente africano, me alisté en el cuerpo de Infantería Básica del Ejercito de la Confederación....

—Tranquilo—interrumpió Freyja. Le divirtió ver al joven hablarle tan alborotado—. Solo quería que me dieses tu nombre, no una biografía pormenorizada de tu vida.

—Pues créeme, no es que haya mucho más que contar.

Aquel comentario hizo reír a la Gélido, quien no podía evitar divertirse con el humano. Ezekiel se la quedó mirando desde ahí, muy sorprendido por la reacción de esta. Luego Freyja, se aparto de la puerta y colocada de espaladas se pego a la pared de al lado. Zeke se pegó a la puerta y asomándose un poco la veía, aunque de refilón.

—¿Cual es tu nombre?—preguntó curioso.

—¿Acaso no lo sabes?- Se mostró ella sorprendida—. Ya he oido a muchos de tu especie bautizándome con un nombre muy raro.

Dioses del Espacio. (La Guerra Interestelar- Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora