Clown ↔ MYG ff. (terminada) ✔️

14. a rainbow after the rain

Y ni siquiera me sentía triste o enojada, la vergüenza opacaba cualquier otro sentimiento angustioso o decepcionante, todas mis emociones giraban en torno a la pena y al jodido apocamiento. Caerme de nalgas en la calle, que se me caiga el chicle de la boca mientras hablo, que mi madre le muestre mis fotos de la infancia a sus conocidos no se comparaba en lo absoluto a la vergüenza que siento por esto, todas aquellas situaciones se quedaban cortas con la de ahora. En este instante, quisiera hundir mi cabeza en el suelo como los avestruces o desintegrarme por una puta combustión espontanea para ver si de esa manera esta jodida sensación de mierda se esfuma de mi ser.

―¿Por qué esa cara? Esas ojeras se te ven peor de lo usual ―agregó mi madre apenas me vio entrar a su auto. Casi me suelta mil improperios cuando le llamé para decirle que me viniera a buscar más temprano y haber interrumpido sus horas de sueño, el punto es que no quería toparme con él al despertarnos y que la incomodidad fuera mil veces peor― ¿Qué ocurrió? ¿Estás segura de que Hoseok se quedará un rato más?

―Segurísima ―respondí mientras abrochaba el cinturón de seguridad―, está con Xiao, si es por él se queda a vivir allí. No te preocupes. ―alzó los hombros y sin más, emprendió camino de vuelta a casa, sin embargo, que haya comenzado a manejar de manera calmada y callada no impidió el hecho de que mirara al espejo retrovisor a cada diez segundos para observar mis movimientos como si intentara sacarme lo que realmente me ocurría mediante estas acciones.

―Uy ¿Pero tu que tienes? ―cuestionó finalmente cuando no pudo seguir conteniéndose, aprovechando el semáforo en rojo para mirarme atenta y expectantemente― Te noto tensa, hija.

―Tonterías. ―solté una risita de lo más falsa, alzando los hombros en el acto― No pude dormir porque Xiao me asustó luego de ver una película de terror, es por eso.

―¡Bah, tu no le tienes miedo a las películas de terror! ―exclamó con seguridad― No me mientas. ―es inútil eso de mentirle a las madres, tarde o temprano descubrirán la verdad aun cuando hayas maquinado un plan con mafiosos rusos y con estrategias de alto calibre, por eso mismo me di por vencida y estuve a punto de soltarle todo cuando la vibración de mi móvil en mi bolsillo me detuvo de hacerlo. Una llamada insistente de Yoongi me hizo ruborizarme en cuestión de milisegundos y ser invadida por una dolorosa punzada en el diafragma.

―Esto me pasa, mamá. ―le mostré la pantalla de mi móvil, donde se reflejaba una foto de Yoongi haciendo una cara graciosa que él mismo se había encargado de personalizar― Anoche le dije que me gustaba y...bueno, no salió como lo esperaba. Aunque ni siquiera sé que es lo que realmente esperaba, que estrés. ―la comunicación con mi madre desde el día que Yoongi se quedó dormido en mi casa se había tornado mucho más cómoda que antes, de hecho, eran muy usuales las veces que me preguntaba sobre él, es por ello, que no me sentía incomoda en su totalidad al contarle este tipo de cosas.

―¡Contéstale entonces! Quizá necesitaba un poco de tiempo para asimilarlo mejor y ha llegado a una conclusión luego de darle vueltas al asunto toda la noche. Tal vez no quería ser impulsivo y soltar de una lo que pensó.

―¡Vaya sorpresa! Siempre todos parecen estar a favor de él «Dale una oportunidad, Jaekyung. Habla con él, necesita amor, compresión y ternura. Es un buen chico, Jaekyung, entiéndelo, blah, blah, blah», nunca nadie piensa como es que se siente la más pendeja de la situación, la que siempre suele salir jodida en todo. ―gruñí frustrada, cruzándome de brazos.

―Ese vocabulario está demás. Ahora deja tu escenita de drama barato y el «Nadie me quiere, todos me odian» que les suele dar a los adolescentes antes de que sea yo quien te de el muletazo. ―en vez de eso, intensifiqué la escena de drama agregándole un llanto falso solo para joderle la paciencia como ella me lo ha hecho a mí, sin embargo, desistí cuando se irguió y estuvo a punto de tomar una de mis muletas del asiento trasero― Serás estúpida, trae acá, zopenca. ―no me permitió ni siquiera protestar o insistir que no lo hiciera, enseguida deslizó el dedo sobre la pantalla y atendió a la llamada procurando colocar el alta voz― Hey, Yoongi-ssi. ¿Qué tal todo? Soy la mamá de Jaekyung.