El desayuno se pasa así, entre otras charlas de las cuales Flor participa pero no inicia.

viernes 14 de septiembre

Flor tuvo que faltar a la clase del jueves.

Se quiere matar, porque hasta ahora no había faltado a ninguna clase. Y pese a su reticencia a empezar, a involucrarse en algo que era completamente nuevo para ella, las clases se convirtieron en una de las cosas que más hacen feliz a Flor. La profesora le manda un mensaje, sorprendida por su ausencia, preguntando si todo está bien.

Flor le responde que sí, que simplemente tuvo un problema laboral que le impidió ir. La profesora le comunica que Jazmín ya no va a volver la clase que viene, así que Flor tiene tres opciones:

a- terminar el dibujo de memoria,

b- empezar uno de cero, usando de modelo a alguna voluntaria que logre encontrar, o

c- mandarle un mensaje a Jazmín y preguntarle si se puede acercar a la escuelita para que Flor termine el retrato.

La profesora se inclina claramente por esa última opción, pasándole el número de teléfono de Jazmín y diciéndole que la joven no va a tener problemas y que Flor debería llamarla, porque sería una lástima.

A Flor casi le agarra un ataque de nervios mientras piensa que poner en ese mensaje. Se siente una desubicada, pero igual se obliga a escribirlo, pensando en que lo peor que podría pasar es que Jazmín diga que no. ¿Y qué si le dice que no? No es como si Flor fuera a tener que verla otra vez en su vida.

Jazmín le responde casi al instante. Le dice que sí, y ahora Flor está en el aula que habita los lunes y jueves esperando que la chica llegue y preguntándose si Jazmín se habrá sentido obligada a decirle que sí. La mente de Flor es, por lejos, una de sus peores enemigas, pero a eso ya está acostumbrada, aunque su terapeuta le haya dicho repetidas veces que no debería ser así.

"Hola", la interrumpe Jazmín, llegando en bata y con la mochila colgada de un hombro y con una sonrisa despreocupada.

"Hola", se apura a decirle Flor, mientras Jazmín comienza a dejar sus cosas en una silla cercana. "Muchas gracias por venir"

"No es nada, posta", responde, quitándole importancia al asunto con un gesto de su mano izquierda. "¿Vos todo bien?"

"Si. Si, no pude venir ayer por un tema de trabajo. Hmm. Posta gracias por acceder".

"Olvidate", dice Jazmín y se para en el medio del aula. "Le dije a Laura que te pasara mi número por si querías terminar bien el dibujo, porque es una lástima si no..."

"Ah", reacciona Flor, sorprendida. "No sabía. Gracias".

"De vuelta, no es nada", dice Jazmín y Flor la ve buscar con la mirada la ventana rota. También ve la expresión de sorpresa pintarse en su cara una vez que lo hace.

"No", empieza a decir, "es que encontré ese pedazo de friselina y...un poco de cinta de pintor y hmm, nada. Me pareció que tenías frío la otra vez...y encima que venís y te bancas..."

"Gracias, Flor", le responde, y Flor querría pedirle que mantenga esa expresión suave en su rostro mientras la termina de dibujar, porque cree que así se merece ser retratada. Es un segundo que le dura ese pensamiento, y después está acomodando sus cosas con poca gracia mientras Jazmín toma el cinto de su bata. "¿Lista?" le pregunta. Flor asiente y Jazmín vuelve a quedar desnuda frente a ella.

Desearía que Jazmín llevara el pelo suelto. Nunca vio un colorado así, está segura. Tan brillante y tan, pero tan vivo. Piensa en que colores debería utilizar, y como debería dibujar cada onda sobre su piel, con esa misma vida que tiene casi todo en Jazmín. Pero la profesora le pidió que se haga un rodete ese primer día, y de todas maneras el dibujo es en blanco y negro.

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⏰ Last updated: Nov 04, 2018 ⏰

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