Alternativo

Desnuda

lunes 10 de septiembre

Florencia no sabe porque siente tanta vergüenza.

No es ella, después de todo, quien está posando desnuda para un grupo de diez personas desconocidas, que no dejan de mirarla tratando de retratar hasta el más mínimo detalle de su cuerpo. Siente sus mejillas arder y las manos le tiemblan. Sin embargo, la chica parece estar muy tranquila, y Flor realmente la admira, porque sabe que jamás sería capaz de hacer algo así.

No pensó cuando se anotó a esta clase que una de las lecciones abarcaría el cuerpo humano, pero entiende ahora que fue poco previsora, porque, ¿cómo dejar algo así afuera de la curricula? No le incómoda la desnudez en sí, cree, pero no puede dejar de pensar en que la corriente de aire que se mete por la ventana que está rota y jamás puede ser cerrada del todo debe estar causándole a la chica mínimo una molestia que debería ser evitada.

El rostro de la chica no traiciona nada de eso, y una parte de Flor recuerda que al presentarla, la profesora les había dicho que Jazmín, porque ese era su nombre, tenía bastante experiencia posando para sus clases. Está tan ensimismada en sus propios pensamientos que no se da cuenta que ha avanzado bastante en su retrato.

Para su propia sorpresa, está bastante conforme con lo hecho hasta ahora. La sonrisa se le ensancha en el rostro, porque Flor es, sobre todo, demasiado exigente consigo misma, y cuando levanta la cabeza, su mirada choca con la de Jazmín, que le regala una sonrisa alentadora que a Flor le devuelve un poquito de la vergüenza que sentía hasta hace un rato.

El resto de la hora se le pasa volando después de eso. La profesora los saluda, indicándoles que se continuará con el retrato en la clase del jueves. Jazmín toma la bata con la que entró y se la pone sobre el cuerpo, cubriéndose ahora por completo. Se pasa las manos por los brazos varias veces y Flor confirma su teoría: tenía frío. Se queda pensando en eso y golpea su mochila, que se encuentra en el taburete que hasta hace un rato estuvo usando, y tira todos los contenidos de la misma al piso.

La clase se vacía mientras Flor junta sus cosas, hasta que solo queda Jazmín, mirando su teléfono mientras junta sus propias cosas. Flor quiere acercarse y decirle algo. Agradecerle, más que nada. Pero tiene miedo de largar una puteada y la verdad es que hoy viene tan bien, que no quiere romper la racha. La chica se dirige hacia la puerta y, justo antes de salir, Flor la ve darse vuelta para mirarla a ella.

"Chau, buenas noches", se despide, y asiente con la cabeza.

"Chau", le responde Flor. Y luego ella misma comienza su camino hacia la salida.

martes 11 de septiembre

"¿Y cómo vienen esas clases de arte, Florcita?" le pregunta su papá. Y haya sido su intención o no, Flor no puede evitar notar el tono condescendiente que usa su padre. Parece que Virginia también lo nota, porque se apura a intervenir antes de que Flor pueda contestar.

"Tendrías que mostrarle a Mario", dice su hermana, marcando con fuerza el nombre de su padre en esa manera que siempre usa cuando está molesta con él. "Flor es muy buena".

"No lo dudo", dice su papá, ahora cambiando el tono mientras unta una tostada con esa mermelada que a Flor le da alergia. "Me encantaría ver lo que estás haciendo, Florcita".

"Sí, bueno, no estoy lista para que todos vean mi trabajo. Me falta todavía para estar cómoda con eso. Hmm".

"Pero si vos sos talentosísima, Flor", le dice su papá y Flor se golpea el pecho. Porque sabe que su papá está intentando ayudar, pero todavía no entiende, no realmente, que no es así como la va a ayudar. Virginia vuelve a intervenir y la conversación cambia, se mete por otros recovecos que a Flor no la incomodan tanto, pero que ya tampoco le importan.