Capitulo 9

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La semana pasó de lo más tranquila y se puede decir que las secretarias de la empresa son MUY complacientes.

-Tienes una reunión en quince minutos con el señor Whitten

-Bien Ar, gracias

-Necesita algo más?

-A tí, sobre mi mesa.

Una sonrisa perversa cruzó por su cara y se acercó peligrosamente a mi escritorio.  Su nariz rozaba la mía y sus ojos no abandonaban los míos.

-¿Que quiere, señor?

Tragué duro. Ya sentía mi cuerpo preparado para la acción, si esto era sólo una provocación, moriría.
Con mis manos recorrí sus desnudas piernas llegando a esa falda que marcaba tan bien su adorable tracero. La sostuve por la cadera y ella se sentó a horcajadas sobre mi. Besó mi frente, mi quijada, y me mordió el labios. Gruñí. Me levante de un movimiento y presione el boton para mantener la puerta cerrada.

Esparci todo lo que había en mi escritorio mientras sus manos desprendian mi corbata y tiraban de mi chaqueta. La separé un poco y lamí sus labios para luego morderlos levemente y adueñarme de su boca. La despoje de su blusa y sus sostenes negros con encaje me provocaban para que los saque del camino. Desprendi su falda y ella ya me había quitado la camisa. Metí una mano en su tanga, gime. Acaricio suavemente la zona, gruñe. Meto dos dedos,

-Eres lento, no tenemos mucho tiempo, en quince minutos, señor.
Estaba a mil. Si no la poseía ahora mi bragueta reventaria. Sus manos fueron directo a mis pantalones y los bajó de un tirón junto con mis boxers. Saqué un condón de la cajita de mi escritorio y me lo puse rápidamente para luego entrar en ella en una salvaje embestida y luego repetir la hazaña.
Uno.. dos.. tres.. cuatro.. cinco..
Gime, gruñe y me clava las uñas en la espalda. Apresuro el movimiento y para que se corra vuelvo a meter dos dedos en su interior, siento como se viene y acelero aún mas las embestidas y nos corremos ahí, encima dep escritorio, tal y como pense el primer dia. Con un jadeo dijo

-Bien hecho. En cinco minutos es la junta -agregó mirando el reloj. Me saque el condón, lo tiré y me puse mis boxers con los pantalones, prendi mi camisa y Ariadnne se colocaba la blusa y acomodaba su falda.

-A si que.. ¿Hoy querías?

-Digamos que tuve una semana pesada, ¿y que mejor que sexo para el estrés?

Sonreí y la ayudé a terminar de vestirse.

-Como si no te hubiese follado hace cinco minutos sobre esa mesa -dije mirando lo impecable que estaba, como antes.

-Como si no me hubieses follado hace cinco minutos -me guiñó y solté una carcajada.- Lo espero en la sala de juntas

Ordene lo más que pude la oficina y salí de lo más satisfecho tras ella.

***
Ya eran las siete y la reunión aun no terminaba.

-De acuerdo, quedamos asi. Señor Whitten que tenga una buena noche.

-Oh, gracias señorita Anderson. Igualmente para ustedes. Andrew -estrechó mis manos y besó las de Ariadnne.

-Un largo dia, ¿no? -pregunta

-Si, demasiado.

-Bien, hasta mañana. -dijo recogiendo sus cosas

-Oye Ar, ¿porque no me tuteas?

-¿Recuerdas cuando dijiste "en el trabajo no me tutees?

-Uhmm, bien pues ahora creo que ya puedes tutearme -digo sonriendo

-Está bien Drew, que tengas linda noche. -dice devolviendome la sonrisa

Se iba a despedir de mi con un beso en los cachetes pero la tome de la cintura y devore su boca por última vez en el dia y cuando se estaba yendo, palmeé una de sus redondas nalgas. Excelente dia.

Nada más que sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora