Yoongi estornudó una vez más. Tomó su caja de pañuelos y sacó uno para sonarse la nariz, la cual se encontraba levemente enrojecida. A decir verdad, no se sentía del todo bien, sin embargo no era nada que no pudiera soportar.

—Siento que lo mejor sería que ahora descanses, Yoon —sugirió el omega—. Yo podría cuidar de ti hasta que te sientas mejor... Podemos hacer esto después...

—No hay después. Para mañana ya tengo preparado algo más, y para pasado también. No hay más tiempo. Además, no es nada, estoy bien. Son sólo estúpidos mocos.

Jimin suspiró, no muy convencido. Adoraría atender a su alfa mientras se recuperaba de su prematuro resfriado. Le prepararía una humeante taza de té y luego, quizá, se acurrucaría a su lado dentro de la cama para ver alguna serie o película. Aquello no sonaba nada mal.

Pero no, allí estaba, mostrándole al alfa como le quedaban aquellos bonitos y deslumbrantes trajes Gucci. Eran todo un sueño, y le quedaban perfectos. Más de una vez le escuchó decir a Yoongi lo hermoso que era y lo mal que se sentía por no poder llevarlo a ningún evento para que luciera uno de esos trajes junto a él.

Yoongi habría estado tan encantado de presumir a su omega frente a sus conocidos y no tan conocidos, que odiaba el hecho de tener que resignarse ante la idea.

—¿Y si mañana te despiertas sintiéndote peor? No, prefiero que comiences a cuidarte ahora.

El alfa bufó.

—Bien, no más trajes. Pero quiero verte en lencería. Báilame, móntame y luego dejaré que me cuides —decretó, dejando al omega no muy conforme. Jimin se cruzó de brazos, cargó todo su peso en una sola pierna y elevó una ceja—. El que manda aquí soy yo. Obedece o te castigo.

Un suspiró se resbaló de entre los labios del omega, quien, no muy convencido, asintió.

—Lo haré, pero luego descansarás y no te moverás de la cama hasta que yo note que estés mejor —intentó negociar este.

—¿Mejor? Pero si no es nada. Estoy bien. No tengo fiebre, ni me siento indispuesto. Mi vida no se va a detener por una leve congestión nasal —objetó Yoongi luego de rodar sus ojos.

—Puede que ahora no te afecte tanto, pero...

—Pero nada, bebé, complace a tu alfa.

Jimin resopló.

—Bueno...

—Así me gusta, ve a cambiarte —le ordenó Yoongi, quien se levantó de su sitio en la cama para servirse un trago de whisky.

—¿Cambiarme? Pero si lo que quieres lo tengo aquí debajo —habló Jimin en un tono seductor, esbozando una sonrisa coqueta, mientras sus dedos se encargaban de despojarse de la elegante ropa.

El alfa sonrió con complacencia, vertiendo el licor de la botella en un vaso de whisky.

—¿Qué canción quieres que te baile? —preguntó el menor cuando terminó de desvestirse, exponiendo por completo su sensual atuendo de lencería.

—Me preguntas como si yo conociera las canciones que traes —contestó, sujetando el vaso entre sus dedos al tiempo que volvía a tomar asiento en el borde de la cama.

Jimin rió, buscando el CD entre sus cosas. Al encontrarlo lo llevó directo al reproductor de música.

You can leave your hat on será —dijo.

En definitiva, aquella era una de las mejores canciones para desarrollar con astucia y sensualidad un sublime striptease. Y eso mismo se encontró haciendo el omega, delatando toda aquella lujuria que había adquirido su ser.

Sublime Dominacion.  ||Yoonmin|| (Omegaverse)⚠🔞Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora