-Si te sientes incomoda, solo dime y nos vamos, con tal HyeSook ya debe estar más que ebria en los brazos de algún hombre- Dije observando lo pálida que estaba y el sudor frió que recorría por su frente.

-P-pero yo qui...-

-Ni una mierda HyoSun no tienes que cambiar nada de ti, no tienes que exponerte a esta clase de cosas que no están en tu zona de confort- Di un trago -Estas bien así como eres, es mas, todas las mujeres deberían ser mas como tu, así el mundo no estaría tan mal... Por una parte- Susurre este ultimo pensando en los hombres morbosos.

-... G-gracias- Dijo probando de su bebida, al tiempo que puso una cara de extrañeza, quizás ella se imaginaba un sabor algo amargo, pero en realidad el makgeolli es un vino dulce y suave, ademas que su grado de alcohol no supera los 7 grados.

En ese momento llegaron dos hombres, uno se sentó al lado mío y el otro al lado de Sun, por instinto gire mi cabeza para ver quien era y Oh My God, aquel hombre completamente sudado, cabello negro, con los ojos oscurecidos era realmente guapo, sin embargo la voz de Sun me saco de aquel trance.

-Me llamo Kim HyoSun- Dijo tímidamente con una sonrisa al hombre que se había sentado al lado de ella.

-Soy Kim Taehyung, mucho gusto- Se presento amablemente con una sonrisa cuadrada, el chico era guapo también.

Tome un sorbo de mi meakju sin despegar la vista de esos dos que comenzaban una plática muy normal, Sun parecía hipnotizada por la belleza de ese chico, sus palabras a veces se enredaban y el solo se reía mientras bebía.

Pude percatarme que era alguien bastante educado que hasta me sorprendí, muy pocos hombres suelen venir a esta clase de lugares y caerte tan bien, deje que mi amiga socializara con aquel chico después de todo no me daba mala espina.

-Hola- Escuche decir del chico a mi lado, quien sonreía mostrando sus blanquecinos dientes -Soy Min YoonGi, pero puedes decirme Suga- Sonó amable mientras su aliento tenia ese olor a licor que prácticamente parecía su perfume.

-Hola- Trate de sonreír -Soy Lee EunSoo, pero solo dime Soo- Di un trago.

-Bien, dime- El tomo de su bebida también -¿Te gustaría bailar?- Pregunto.

Quise decir que si pero lo dudaba, realmente no tenia humor de nada, prácticamente me sentía obligada a estar en ese lugar y cuando me sentía de esa forma no era buena idea hacer nada, pero ese chico no podía verle a los ojos sin estremecerme, comencé a sentirme nerviosa por su mirada tan intensa sobre mi.

-No gracias, estoy bien aquí- Me removí un poco, su mirada era como si estuviera escaneando mi cuerpo.

-Oh bueno, entonces bebamos juntos- Dijo extendiendo su copa con vino hacia mi, en señal de que esperaba que yo hiciera lo mismo para hacer un brindis.

Ya que no le había aceptado la invitación a la pista de baile, tome mi vaso de maekju e hice un brindis con el que no despegaba la vista de mi y no podía evitar mirar mis piernas.

Entre cerveza tras cerveza y una copas de vino que Suga pago para mi, perdí la noción del tiempo, cuando me di cuenta Sun ya no estaba a mi lado y el chico de sonrisa peculiar tampoco, mi corazón salto ¿En donde estaba Sun? ¿Ese chico se la había llevado? ¿Que le estaría haciendo? asustada, no podía pensar bien, todo me daba vueltas, como pude me levante y de no ser porque me sujetaba de la barra seguramente me hubiera caído, rayos ¿Cuantas copas de vino y maekju me tome?, prometí no dejarla sola y ahora betu sabrá donde esta.

-Hey- Escuche decir por parte de Suga.

Lo vi tomar lo último de su copa para levantarse, era como ocho centímetros más alto que yo, su cabello mojado por el sudor se pegaba a su frente, el líquido que transpiraba su cuerpo creaba las gotas saladas que resbalaban por su yugular hasta su clavícula, su camisa pegada a su cuerpo y sus ojos gatunos oscurecidos lo hacían ver bastante sexy y provocativo, empezando alborotar mis hormonas, además la borrachera que tenía encima, hacia sentir mi cuerpo pesado y tambaleante no ayudaba, lo... Necesitaba.

-Suga...- Susurre.

-¿Uh?- Relamió sus labios con su candente lengua haciendo que sus labios se vieran brillosos, tenia expresión de confundido al no poder escucharme bien, parecía un gato.

Su voz ronca me hizo excitar más, me acerque a el rodeando su cuello con mis brazos, colocándome de puntitas para poder besarlo sin previo aviso, pose una de mis manos en su nuca y profundice más el beso, Dios era el cielo sus finos labios se sincronizaron con los míos en una danza desesperada.

Me separe.

-Aah... Soo, besas condenadamente bien- Dijo jadeando, pago la cuenta incluso la mía, me pego a su cuerpo tomándome de la cintura y susurro a mi oído- Vamos a un lugar mas privado- Su tono era seductor.

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Ya se que es muy típico, es la típica historia lemon pero quise intentarlo, esperen la segunda parte.

DRUNKWhere stories live. Discover now