"Regaño" Natsu mientras revolvía los cabellos rosados de Nashi. 

Pasamos lo que quedaba del día en ese parque, la gente iba y venía haciendo sus cosas, familias, o personas que solo se acostaban sobre el pasto con sus audífonos puestos. 

En estos momentos me sentía tan feliz, creo que nada ni nadie me puede quitar esta felicidad ahora. 

—Al fin se durmió.

Escribía mi novela hasta que Natsu apareció por la puerta, era una exageración la energía de esa niña, tenia 9 años pero no era para que tuviera tanta energía, mire a Natsu y note como me analizaba con la mirada.

—¡Oye! Esa es mi camisa.

Ahora era yo la niña de 9 años, sacando le la lengua a mi novio de manera infantil. 

—Ahora es mía.

Sentencia en sus brazos, pues el ya me estaba estrechando entre sus brazos, sentí una de sus manos en mi muslo, tuve que detenerla ya que casi llegaba a mis bragas. 

—Al menos a si puedo ver mejor tus esbeltas piernas. 

Sonrojada le mire.

—¡Pervertido!

Acaricio mi pierna antes de hablar, una caricia que siendo sincera estaba disfrutando.

—¿Vez? Te encanta que haga esto.

Me sonroje, claro que me encantaba, se sentía demasiado bien como para decirle que parara, su mano subía cada vez mas por mi pierna, hasta mi muslo hasta sentir sus dedos recorriendo mi intimidad sobre mis bragas, gemí sin poder evitarlo, era demasiado placentero. 

—Vamos Lucy ¿Quieres que pare?

Odiaba esto de Natsu... Por que Natsu era tan dominante en la cama, si o si se hacia lo que el decía... Mas sin embargo, lo disfrutaba mas que nada, me encantaba que fuera tan rudo, casi como si solo fuese su juguete.

—Espera Nat... ¿Que hay de Nashi?

Natsu se separo de mi, y dejo de lado esa mirada dominante que ponía en mi cuando teníamos relaciones, para verme con una sonrisa traviesa.

—Me asegure de que durmiera con los audífonos puestos. 

No pude evitar sonreír, no había tenido un mal día, de echo había sido uno de los mejores días de mi vida y esto solo lo mejoraba mas, Natsu estaba por hablar, pero puso mi dedo indice sobre sus labios, pude ver claramente su molestia... Como dije antes, Natsu era muy dominante en la cama; el ordenaba y yo obedecía, a si de fácil. 

—Déjeme darle una sorpresa... Ma-es-tro.

Su mirada de molestia cambio a una placentera, era obvio que estaba contento por la forma en lo que lo llame, Natsu se sentó en la cama mientras se quitaba la ropa, mientras el hacia eso, yo saque de los mas profundo de mi mesa de noche un collar que había comprado ya hace tiempo, pero tenia miedo de decirle a Natsu.

Mi novio es muy sobre protector, siempre me pregunta si estoy bien cuando terminamos, y a pesar de ser muy dominante en la cama nunca se a pasado conmigo, cuando yo siempre fantaseaba en que lo hiciera, mi miedo era a que no aceptara mi lado masoquista. 

Tome el collar entre mis manos, y cuando me gire a ver a Natsu ya tenia su pecho descubierto, ni siquiera mis amigos de la universidad que se convirtieron en modelos como Hibiki estaban a la altura de Natsu, sentí como mi intimidad me pedía acción, pero para disfrutar de esto lo tenia que prolongar lo mas que se pueda. 

—Maestro... Su sorpresa.

Me arrodille frente a Natsu y estire mis manos para que tomara el collar, realmente estoy nerviosa, pero para todo hay una primera vez. 

Papa solteroWhere stories live. Discover now