Capítulo Treinta

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-¿Qué ... qué me está queriendo decir ?- dijo este mientras se apoyaba en la pared tras perder absolutamente todas las fuerzas. No podía haber escuchado bien. Definitivamente no podía haberlo hecho.

- Lo que estoy tratando de decirle excelencia , es que probable que en un momento tengamos que decidir si salvamos al niño o a la madre y necesito saber que quiere que haga si eso llegara pasar .

Harding observó al médico con la vista desenfocado . Esto no podía estar pasando .

-Señor ...- Pero un grito proveniente de dentro de la habitación hizo que el médico entrara rápidamente en la sala .

Harding se acercó tambaleante a la puerta , pero el galeno le negó el paso alegando que no quería más que a su ayudante con él en la habitación, por que echaron también a Geric .

Lo último que vio antes de que le cerraran la puerta fue la cara aterrorizada y llena de dolor de su esposa que lo miraba con desesperación .

- Esto es tu culpa .- susurró Geric con la mirada perdida en la pared llena de ira contenida .- ¡ Esto es tu maldita culpa ! - le gritó mientras lo encaraba al tiempo que lo cogía por las solapas de la chaqueta con desesperación .

-Lo sé.- se limitó a contestarle este con voz ahogada . -lo sé.

Geric lo miró a los ojos unos instantes y después fue soltándolo poco a poco al ir perdiendo progresivamente todas las fuerzas que tenía .

Harding observó cómo se apoyaba en la pared y se resbalaba sobre ella hasta llegar al suelo , donde se tapó la cara con las manos intentando contener sus desesperados sollozos .

- Señor. - le dijo Charles .- han llegado Lord Devonshire , Lord Thornhill , Lord Sussex y las hermanas de su esposa ...

Pero este no lo oía. No oía nada.

Sin expresión en su rostro se dirigió hacia su despacho .

Una vez allí cogió un vaso y lo llenó hasta arriba de Jerez .

Le dio un buen trago.

Harding nunca había bebido ni una sola gota de alcohol en toda su vida .

-Harding...- oyó que le llamaba Jeremy mientras entraba en la estancia acompañado por William y Arturo .

Pero Harding ya no lo escuchaba . Harding ya no escuchaba nada .

Lo primero que vieron fue el vaso estrellarse contra la pared .

Después como el escritorio fue volcado.

Arturo se tuvo agachar para así esquivar la silla que  voló contra la pared y se hizo añicos allí , igual que la estantería cuando se estrelló con el suelo .

Y la otra estantería hubiera seguido el mismo camino si William y Jeremy no lo hubieran agarrado .

-¡Soltadme ! ¡ Dejadme , maldita sea! - les gritó .

- ¡No hasta que te calmes ! .- le dijo Arturo mientras lo zarandeaba para hacerlo reaccionar y volver a la normalidad , pero supo que eso no sería posible cuando miró sus ojos , empañados por una furia salvaje y una tristeza infinita .

-¡Qué me dejéis, maldita sea ! ¡No lo entendéis ! - les gritó mientras se zafaba de ellos .-¡Vosotros no lo entendéis ! ¡Es mi culpa ! ¡Mi maldita y única culpa! ¡ Yo provoqué esto! ¡Yo y mi maldita sed de venganza ! Sabía que no traería nada bueno , pero aún así fui a esa casa . Y cuando la vi ... Era demasiado buena para mi , siempre lo ha sido .¡Yo lo sabía, sabía que no debía acercarme a ella , sabía que solo empañaría su luz con mi oscuridad , que acabaría con ella! Pero aún así , fui un egoísta y me casé con ella . ¡Porque la amo , maldita sea , la amo y la amaba demasiado como para dejarla ir ! Y ahora ella se ha enterado de todo y ...¡ Va a morir ! ¡ ¿Lo entendéis ?! ¡ La amo y va a morir! ¡ El amor de mi vida y mi hijo van a morir y todo es por mi culpa ! ¡ Por mi maldita culpa! !Soy un monstruo! - gritó . Y como si hubiera perdido todas las fuerzas se apoyó en la pared que tenía detrás y cerró los ojos mientras las lágrimas corrían silenciosas por sus mejillas.- soy un monstruo .- repitió en un susurro ahogado por el llanto .

La melancolía estaba apunto de consumirlo por completo cuando la puerta se abrió de repente .

Amberly entró sonriente por ella con un bulto en brazos y lágrimas en los ojos . 

-Parece que hay alguien que tuvo prisa por venir a conocerte .- susurró esta haciendo que Harding abriera los ojos de golpe .- Livy, te presento a tu papá - dijo mientras se la acercaba a Harding . Este , lívido,  extendió temblorosamente los brazos y la acogió en ellos .

Le temblaba todo el cuerpo .

Su hija . Su pequeña .

Su corazón se encogió al encontrase a si mismo es los ojos de la recién nacida , y una sonrisa se asomó entre sus lágrimas que no cesaron de caer .

-Tiene el pelo negro.- susurró cuando posó su mirando en los escasos mechones de cabello que tenía en su pequeña cabeza .- al final tenía ella razón.

-No exactamente .- dijo Victoria entrando en la habitación . Traía otro bulto en los brazos.- Más bien , habéis empatado .-dijo divertida.

Harding se quedó sin palabras cuando ells se acercó con la pequeña en brazos .

Tenía mechones rubios .

Harding sonrió y de repente sintió unas inmensas ganas de reír .

Se limpió como pudo las lágrimas de los ojos y observó maravillado a sus dos hijas .

Lo que sintió... no, eso jamás podría describirse con palabras , simplemente ahora todo encajaba , su corazón estaba lleno y por primera vez en sus vida estuvo completa una parte de él que no sabía que le faltaba .

Era algo tan, tan grande , una felicidad tan desbordante y apabullante que jamás podría ser equiparada con nada .

Embobado las observó y sonrió en su dirección unos instantes para después alzar la vista al cielo y dar las gracias a Dios.

Jeremy le dio un palmada en la espalda contento por él y este sonrió en su dirección , pero este ya no lo miraba a él .
Ahora tenía una mirada con un brillo especial dirigida a Victoria, que tenía aún a la niña en brazos .

-Dios mío... ¿Están bien ? ¿ Que ha dicho el médico? - preguntó preocupado  .

- Dijo que era el ser dos la razón de que el parto de haya adelantado , y que los bebés ya están bien y no habrá ningún problema con ellos. Están total y completamente sanos . Dijo que era casi como un milagro.- le contestó feliz Amberly.

- ¿Y Cristal ? ¿ Cómo está mi Cristal ? ¿Está ella bien? ¿ Puedo subir ya a verla?- Pero a ninguna de las dos les dio tiempo a constatar, porque en ese momento se abrió la puerta y Marlene apareció tras ella .

Harding sintió como los segundos se hicieron horas cuando abrió la boca para decir algo que nunca salió de sus labios .

En su lugar, lo hizo un estrepitoso y desgarrador sollozo que hizo que sobraran las palabras .

Lady Habladora Adams (Saga héroes de guerra 1)Where stories live. Discover now