Giro Inesperado

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Faltaban solo tres días para navidad y las calles de Boston se encontraban repletas de gente entrando y saliendo de tiendas, algunas familias patinando en el lago congelado de un parque en el centro,otras simplemente tomándose fotos al lado del gran árbol de navidad hermosamente decorado.

Pasando por ahí se encontraba Regina Mills,dirigente de uno los mayores bancos del país, muy exitosa y respetada,siempre rodeada de gente importante, yendo a fiestas o eventos.
Por todo esto entre otras cosas la gente pensaría que es feliz,sin embargo su vida es todo lo contrario,ya que fuera de la oficina, su vida personal es mayormente solitaria.

Decisión que tomó al alejarse de su familia años atrás, no porque no los quisiera, sino porque estaba cansada de ser vista por familiares y amigos con pena y ser tratada como una muñeca de porcelana, a la que no quieres romper, y lo peor de todo era ver la evidente culpabilidad en los ojos de sus padres cada vez que la veían.

Así que se fue de su hogar en busca de un futuro alejado de ese terrible pasado que deseaba olvidar, dejando todo atrás, incluso a su familia,con la cuál solo se mantenía en contacto a través de e-mails o por teléfono.
Siendo la última vez que los vio hace tres años en el funeral de su cuñado, Chad,quien murió en un terrible accidente de avión,puesto que era piloto,dejando a su hermana destruida junto a su pequeña hija de solo dos años en aquel entonces.

Después de dejar a su familia en Washington se mudó a un lindo departamento en Boston y comenzó a interesarse por el negocio familiar al conocer mejor a su tío paterno George Mills, quien además de ayudarla a estabilizarse a parte de Mal su mejor y única amiga, le habló acerca de como funcionaba todo en la empresa bancaria,convirtiéndose en poco tiempo en una experta en el asunto.
Por lo que su tío le confió el mando del negocio y desde entonces esta lo dirige orgullosa.

Al principio fue todo muy difícil,ya que le costó acostumbrarse a su nuevo hogar y extrañaba mucho a su familia, e incluso hubieron momentos en los que estuvo a punto de dejar todo y regresar con ellos.
Pero se armó de valor, dejó ir sus miedos y aprendió a acostumbrarse a la soledad.

Hoy en día incluso suele poner excusas a su familia cuando quieren venir a visitarla,pues a parte de estar siempre muy centrada en su trabajo hace un tiempo empezó con su ajuste de cuentas o como ella le gustaba llamarlo su venganza, contra las personas que tanto daño le causaron en el pasado,por lo que mantenía a sus seres queridos alejados sabiendo que si la descubrían intentarían detenerla.

Pero más importante por su seguridad,pues al tenerlos cerca serían el blanco perfecto si algo salía mal,así que era mejor mantener su relación a distancia y evitar riesgos.

Todo esto pasaba por la cabeza de Regina mientras caminaba con prisa hacia el trabajo ya que por primera vez iba tarde,algo que no soportaba,pero tenía su auto en el taller y debido a las fechas los taxis no paraban, por lo que exasperada decidió ir a pie,puesto que no le quedaba demasiado lejos de su departamento.

Atravesaba el parque aumentando la velocidad lo más que sus tacones le permitían, cuando de pronto paró en seco al sentir a alguien chocar con ella y lo siguiente fue algo caliente caer sobre su vestido deslizándose hasta mojar también su zapatos.

-¿Acaso no ve por donde va idiota?-gritó enojada mirando el desastre que ahora era su conjunto sin ni siquiera percatarse de con quien había chocado.
-Ahora me...-siguió con el mismo tono hasta ver al frente y descubrir la cara asustada de un niño de unos siete años, quien la miraba con ojos bien abiertos.
-Oh lo sien...-intentó disculparse,ahora con voz más amable,arrepentida por haberle gritado a ese pobre niño cuando en realidad la que iba sin prestar atención era ella,pero no pudo terminar ya que fue interrumpida por una voz más gruesa.

Learn To Love AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora