La chica del lago

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Veronique era una de las chicas más lindas del lugar donde residía, tal lugar no era más que un pueblo de aspecto decadente; los hombres de aquel poblado a cada momento del día le proponían matrimonio, le ofrecían joyas y demás lujos con tal de que los aceptara, sin embargo, ella siempre se rehusaba. Las mujeres de ese lugar siempre tenían envidia de ella...

Veronique no aceptaba a ningún hombre debido a que ella ya tenía a quién amar, un amor tan prohibido y al mismo tiempo tan puro. Hacía que su corazón sonara como un tambor a cada palpitar, la timidez y alegría la inundaban cuando veía su cara.

Sus cabellos rojizos, su nariz fina, sus ojos aceitunados y cuerpo virgen; todo eso para ella se la hacía hermoso...Aquel amor se llamaba Nancy; seria con las personas de su alrededor, cálida y risueña solamente con Veronique...

Ellas se conocieron cuando la madre de Veronique la presentó ante la Ama de la casa donde trabajaba, Nancy era de procedencia algo adinerada y Veronique todo lo contrario, y a pesar de todo se hicieron amigas. Con el paso del tiempo y a medida que crecían las dos chicas empezaron a sentir algo más que amistad...un día lluvioso fue cuando se dieron su primer beso en el jardín de la casa, ese beso sellaría el destino de aquellas jóvenes...

Los meses pasaban, besos y caricias cobrarían factura el día del aniversario de la fundación de aquel pueblo. Adinerados y plebeyos estaban invitados a participar en ella; músicos de orquesta, fuegos artificiales, platillos que de vez en cuando la gente podía consumir... "Nada podía ser más romántico"; pensaban esas chicas cegadas por el amor...

El día de aquel festival llegó, Veronique usó uno de los vestidos de Nancy...

— Eres tan linda con ese vestido mi querida, los hombres te verán y yo estaré celosa de ello.

— Lo mismo digo de ti, tu belleza resaltará entre muchas, hombres cabezas huecas y lujuriosas te verán...

— No digas nada, con cada una de tus palabras haces que quiera morder tus labios. Toma—le entrega un antifaz color negro—con esto no sabrá la gente quienes somos, así podremos estar juntas sin que nadie los juzgue.

Al cabo de unos minutos las chicas llegaron al lugar donde era el festival, en este habían mujeres hermosas, mujeres feas, hombres gordos y pordioseros, todos conviviendo como si la barrera de las clases sociales no existiera, pero ninguno de aquellos seres soportaba las ideas de las relaciones entre el mismo sexo, la enseñanza del "hombre con la mujer" era irrefutable...

Veronique y Nancy, lindas chicas tomadas íntimamente de las manos en cada juego y lugar a donde iban; las miradas y murmureos de la gente al observarlas levantaban las sospechas de amor maligno entre mujeres...

— ¡Venid Nancy, el baile comenzó!—La pieza musical Danielo Acoppa sonó, todos en la explanada bailaban; hombres con mujeres, niñas con niños...Veronique y Nancy tomadas de la cintura, una acción que provocó el disgusto de los participantes. 

Ellas no se dieron cuenta de que la gente las miraba con asco, el amor las cegó y antes de que terminara la alegre melodía se dieron un beso en los labios, pensando que todos seguían bailando...

— ¡Repulsivo, asqueroso!—pone el grito en el cielo un viejo decrépito, toda la gente empieza a decir lo mismo, "lesbianas, pecadoras y nauseabundas" más y más sonaban aquellas frases.

"No les importa, muéranse desgraciados, más pecadores son ustedes por ser un pueblo conocido por darse la fornicación, el asesinato y la envidia". Tales palabras hicieron que la gente comenzara a tomarlas de las manos y empezar a golpearles, les quitaron los antifaces y la sorpresa de la muchedumbre no se hizo esperar...

— Hija mía... —se escuchó una voz entre la multitud, era la señora Babette, la madre de Nancy.

— Ayudadnos madre, diles que nos suelten—imploró Nancy, la respuesta de la madre no fue satisfactoria. La madre hizo que soltaran a su hija,  los guardias que acompañaban a Babette, tomaron a la fuerza a la indefensa joven llevándola a su casa, Veronique se quedó sola con la maldad a su alrededor...

"Hagan lo que quieran con ella" fue la última palabra que dijo Babette...

Los ciudadanos la llevaron a un lago, amarraron sus manos y pies con una soga, dejando que se se ahogara. El agua entraba por la boca y fosas nasales, trataba de respirar, pero con cada intento el agua entraba más, provocando un enorme dolor y la sensación de que poco a poco la vida se le iba a Veronique. Escasos minutos pasaron para que su joven vida terminase en aquel lago...

Al poco tiempo la madre de Veronique fue despedida y encarcelada por Babette.

Nancy nunca perdonó a su madre por lo que le hizo a la mujer que amó. "Fue por tu propio bien" siempre le decía eso la madre.

Nancy decidió una madrugada ir al lago donde murió su amor, la noche era fría, sonidos extraños se escuchaban en el lugar; la mujercita lloró a la orilla del lago.

Las lágrimas de la chica hicieron que el alma de Veronique se le hiciera presente...

— ... Toma esto amor mío, seguidme a donde estoy, pues ahí nos amaremos en la eternidad absoluta...

Nancy no protesto, no dijo palabra alguna, tomó la soga que le estaba dando esa mano plasmática.  Ató la soga a un árbol y sin dudarlo se ahorcó, fue una muerte algo lenta y dolorosa...pero...qué es más doloroso si no perder al amor de tu vida...

Cuando el Sol salió, dos chicas que paseaban muy cerca de ahí encontraron el cadáver de la joven, los cuervos ya estaban devorando su cuerpo...

★leyendas de terror★Where stories live. Discover now