Estamos a 31 de octubre. Estoy tumbada en mi cama con la manta hasta el cuello, escuchando como llueve en las calles de Madrid. Llevo varios dias sin hablar con Jesús, casi una semana, y no es que él no lo hay intentado, que lo ha hecho, si no que yo no he querido. Yo no quiero que estén tratandome como la novia de Jesús cosa que no somos, que me desprecien y luego esas mismas chicas me peloteen, no quiero. Y no me parece justo ni para Jesús ni para mí. Por no mencionar que las revistas del corazón lo hicieron noticia al vernos juntos leí tales titulares como "Anna y Jesús Oviedo ¿amor o amigos con derechos?" o otros más desagradables como "Jesús Oviedo y Anna Acosta celos, amor y traición". ¿Tan miserables es la vida de esta gente? Quiero que se me reconozca por mi misma, no por estar con uno de los gemelos. Yo no dependo de nadie ni lo necesito.
- Cariño -escucho a mi madre llamarme desde la puerta de mi habitación- alguien ha venido a verte...
QUE NO SEA JESÚS...
QUE NO SEA JESÚS...
Veo a un chico con el pelo castaño plantado en la puerta de mi habitación y cuando se quita la capucha respiro tranquila al ver que es Daniel y no su gemelo.
- ¿Que pasa hermanita? -me saluda con una sonrisa y se sienta a los pies de la cama-
- Hola Dani, ¿que quieres? -digo algo borde y me mira alzando una de sus cejas- perdona... no quiero sonar borde Dani.
- ¿Que tal estás? -me sonríe y le hago un gesto para que se acueste a mi lado-
- Bueno, las rupturas nunca son fáciles, hasta cuando no estas ni saliendo con esa persona. Lo quiero mucho Dani, tengo cariño a Jesús pero no quiero pasarlo mal por él ni que él lo pase mal por mí.
- Pero ahora estaís mal los dos -me dice y lo miro-
- Pero es diferente, quiero evitar que esto vaya a peor...
- ¿No has oído nunca que si no arriesgas no ganas? -me pregunta y trago saliv-
- ¿Y si arriesgas tanto que puedes perderlo todo? -le pregunto yo esta vez-
- ¿Pero vale la pena arriesgarse, pequeña? -me dice y asiento no muy segura- pues ya está, ahora te vienes conmigo a una fiesta de Halloween.
- No tengo disfraz Dani -le digo divertida y me mira alzando las cejas-
- Eso se soluciona -me dice y me guiña el ojo-
Y sin darme cuenta ya estoy yendo al baño para cambiarme e irme con Dani a saber qué fiesta.
Jesús.
Quedan aproximadamente unos minutos para que pasen a buscarme los chicos y acabo de terminar de pintarme la cara para la fiesta a la que iremos a la que Dani lleva insistiendome meses que vayamos. Voy disfrazado del Joker ¿que podría tener a mi Harley Quinn? Pues probablemente, pero yo no puedo ir a contra corriente por los dos, si ella lo quiere así, pues así será. Mi madre va a matarme cuando sepa que le he roto el pintalabios rojo. Al menos no soy el único que va vestido del joker si no que algunos de los chicos también.
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Escucho el claxon de un coche y salgo de mi casa para ver a mis amigos en el coche, y la prima de Raúl, la cual no nos vamos a mentir, está bastante bien.
- Tío brother ¿y Dani? -me pregunta Guille-
- Salió esta tarde supongo que irá con Nayara, no lo sé -les digo y se encogen de hombros-
Nos ponemos en camino y tras unos 15 minutos ya estamos en el teatro Barceló que es donde es la fiesta. Pasamos al interior del recinto y vemos que Dani ya está en el reservado con Nay. Asi que pasamos junto a ellos.
- Brother ¿te habías perdido? -le digo a Dani y se ríe-
Saludo a Nayara y veo a una chica de pelo negro acercarse al reservado la cual reconozco al instante. Anna. Dani la va a buscar y entra con nosotros. Va vestida de negro y está pintada como Nay y Dani que es una calavera o algo así. Nos quedamos mirando fijamente sin apartar la mirada el uno del otro.
- ¿Pasa algo cariño? - me dice cariñosa Sonia la prima de Raúl-
- No... -digo aún sin dejar de mirarla- nada -trago saliva y miro a Sonia-
Esta tía me empieza a hablar, pero estoy pendiente de lo que está hablando Anna con Dani sentados en el sofá detrás de mí.
- Dani, lo mejor va a ser que me vaya... -mi hermano le dice algo, ella suspira y vuelve a hablar- no debería haber venido, lo sabes tanto tu como yo. Sabes que no quería verlo, me estoy agobiando mazo.
Me giro en su dirección y Anna aparta la mirada de Nay con quien estaba hablando para mirarme a mí.
- Creo que tenemos que hablar -le digo y ella traga saliva-
No se si va a querer hablar, ni si quiera sé si yo quiero hacerlo, pero allá vamos.
