¿Destino o casualidad? {Gemeliers}

Primeras citas.

Dani.

Hoy he quedado con Nay, sí solos, le dije que si quería quedar para ir a comer juntos. No sé si llamarlo cita o como llamarlo. Somos amigos, pero tampoco voy a negar que me gustaría tener algo con ella. No una relación, a Daniel Oviedo eso no le va, pero bueno algo más que una amistad si me gustaría. Toco en la puerta de su casa y abre una chica morena con flequillo la cual me recuerda Aitana de ot y se me queda mirando algo flipada. ¿Me habré equivocado de casa? Miro en el GoogleMaps de mi móvil y esta es la dirección.

- Tú... -dice la chica de pelo castaño oscuro y le sonrío- ¿que haces aquí?

- ¿Está Nay? -le pregunto pero no hace falta que me responda ya que Nayara baja en pijama por la escalera-

- Hostias -dice mirando la hora de su móvil- pasa, que me cambio en seguida. Miriam, hablale chica, que no muerde.

Paso al interior de su casa y la que supongo que es su prima no me quita la vista de encima.

- Te prometo que no muerdo, -le digo y se ríe- eres fan ¿verdad?

- Puede -dice tímida y abro los brazos para que venga a abrazarme-

Y ella hace lo propio que es abrazarme. Nos quedamos unos segundos larguitos abrazados y sé que algo en ella lo necesitaba. Me encanta que las fans me abracen sintiendo que les hacia falta.

- Vale creo que finalmente si eres fan -le digo cuando nos separamos y se ríe- ¿que edad tienes?

- 17 -responde y le sonrío-

- ¿Quieres que nos saquemos una foto? -le pregunto y se ríe-

- Pensaba que eso tenía que preguntarlo yo -dice divertida y saca su móvil-

Nos sacamos unas cuantas fotos, y veo a Nay sonriendo divertida.

- Mimi -la llama y mira hacia su prima- ¿puedo robartelo unas cuantas horas?

- Si me lo traes de vuelta sí -dice divertida y beso su mejilla para irme junto a Nay-

Le dedico una sonrisa a la chica antes de salir de casa de Nayara. Y cuando salimos Nay me da un empujon.

- Las tienes a todas loquitas ¿eh? -me dice alzando las cejas-

- ¿Entonces a ti también? -le pregunto alzando una de mis cejas y ella se ríe-

- Corrijo, a todas menos a mí -me dice con una sonrisa mientras andamos-

- Una pena... -me lamento falsamente y ella se ríe- por cierto ¿donde quieres ir a comer? -le pregunto y ella se para y me mira-

- ¿No sabes donde vamos a ir a comer? -dice algo molesta y yo paso uno de mis brazos por sus hombros-

- Soy un chico espontaneo, ¿sushi o italiano, cariño? -le digo y me mira mal-

- Italiano -me dice y se aparta de mí con una sonrisa- y como vuelvas a llamarme cariño, te daré una patada en los huevos que te dejará esteril, Daniel Oviedo.

- Vale mi amor, no te irrites -le digo y la escucho refunfuñar-

Esta chica me lo va a poner dificil.

Anna.