Capítulo 11

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Advertencias: Quiero recordarles que este fic trata temas fuertes, así que sugiero discreción al leer.





Repugnancia.




Mi mente no paraba de trabajar a toda máquina queriendo buscar una manera de liberarme de esta situación.

Es verdad, necesitaba el dinero, y eso me ayudaría a poder tomar esos días libres que necesito de mi recuperación. Sin embargo, acceder a acostarme con él me producía demasiado asco y estaba seguro que solo empeoraría mis heridas.

Por más que pensaba no podía encontrar una salida para liberarme de esta situación, miraba todo a mi alrededor queriendo buscar una idea, algo que me ayudé.

Solo quería huir de aquí y al mirar por la ventana lo único que pensaba era en escapar, pero verla me hizo pensar en algo que me ayudaría, esperaba que realmente fuera así.

—¡Vamos afuera! —exclame cerrando los ojos con fuerza. Al no recibir ni un golpe o nada por el estilo decidí abrir lentamente los ojos.

—¿Afuera? —preguntó con confusión mirando después la ventana de mi habitación donde la luz del sol iluminaba todo el lugar. —¿Por qué deberíamos salir?

—Porque... —Vamos, soy un Malfoy, puedo liberarme de esta situación, tengo qué. —Podríamos hacerlo en un lugar público.

Bien, no era una de mis mejores ideas, pero pensaba que la multitud podría aplacar sus intenciones de hacerme daño y quizás hasta podría "perderme" entre las personas.

—No. —Su respuesta me hizo flaquear en mi determinación, sin embargo no podía perder.

Aunque en mi vida haya tenido más pérdidas que ganancias, hasta podría decir que ya era un completo perdedor. Eso era deprimente.

—Seguro eres una persona muy ocupada o que pasa demasiado tiempo encerrado en su mansión, ¿por qué no hacerlo afuera? —Perdedor o no, tenía que seguir intentándolo.

—Pareces muy interesado en ir afuera, ¿será solo por tener sexo conmigo o piensas en algo más? —Ya debía haber sabido que el tipo no era ningún estúpido.

—Pienso que afuera hay muchos más lugares que solo una cama, pared, silla, piso y mesa. —Podía sentir la desconfianza en su mirada y eso me ponía más nervioso.

—De acuerdo, iremos afuera —sus palabras me aliviaron—, pero tendrás que portarte muy bien y no llamar la atención de nadie porque créeme que si lo haces el castigo que recibirás no lo olvidarás nunca.

Asentí con la cabeza ante sus palabras mientras volvía a acomodar mi ropa y tomaba mi mochila para después ir a la puerta de mi habitación para salir del lugar viendo de reojo que él me seguía.

Cerré con llave cuando ambos estuvimos afuera yendo luego a las escaleras, notando ahora que Robby estaba en la recepción, salí rápido sin despedirme.

Al estar afuera y ver la luz más brillante me sentí ligeramente mejor, no quería pasar más tiempo encerrado y menos siendo violado por otra persona, no quería revivir esos recuerdos. Comenzaría a darme ansiedad y ataques de pánico si seguía así.

—¿Y? Ya estamos afuera, ¿dónde quieres que te folle? —Escuchar su voz me hizo dar comenzón en el brazo, no pudiendo evitar arañarme la piel ante sus palabras.

—¿Qué tal si caminamos? Quizás podamos encontrar un lugar —dije forzando una sonrisa ante su persona, desviando después la mirada para comenzar a caminar.

Libertad Condicional. (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora