El pequeño diario de Granger

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Una tarde lluviosa era la perfecta escena, no había cosa en la tierra que pudiera perturbar sus pensamientos, el chico de grises ojos reposaba su cabeza sobre su brazo, llevaba 2 largas horas sin moverse, apenas parpadeaba... ¿Por que la recordaba? ¿Ella lo recordaría? No podía sacarse dernla cabeza aquella imagen, la chica de alborotados cabellos paseaba por Londres, vestida como una muggle normal, pero para él, ella no era normal, habían pasado tal vez 3 años sin verse, ella había cambiado un poco, sus caderas eran un poco amplias, sus pechos estaban mas levantados, ella embozaba una leve sonrisa & pasaba sus cabellos tras su oreja, el viento le jugaba una broma al levantar su abrigo, él la miraba del otro lado de la calle & reía, un gorro cubría su rubia cabellera, ella cruzo la calle & paso de lado sin notar que él estaba ahí...

Todo el día, el chico Malfoy no pudo olvidar la imagen de aquella castaña, ya no era la chica extraña que él siempre creyó que era, ahora era toda una mujer, se sentía tonto al repetirse a si mismo: -¿Qué me pasa?-,  siempre le fue irrelevante su presencia, no le tomaba demasiada seriedad a sus comentarios & hasta cierto punto le temía, porque sabia que era una bruja extraordinaria & nadie, mucho menos él, podía negarlo.

Tres años habían transcurrido ya desde la derrota del Señor Tenebroso, & aunque no se había acabado de atrapar a los mortifagos, los Malfoy habían sido perdonados por la ayuda que le brindo Narcissa a Harry para poder acabar con El-que- no-debe-ser-nombrado. Desde ese momento, en el que Draco cruzó la puerta del castillo, sus miradas se cruzaron con un repentino adiós que nadie vio, Hermione sintió la necesidad de salir corriendo tras él & confesarle de una vez por todas que estaba enamorada, sin embargo, no podía hacer nada, acababa de besar a Ron por un impulso & por el miedo de morir atrapada en la cámara, pero no se movió, sus ojos se inundaron en lagrimas que mas tarde marcarían el dolor de haberlo dejado partir aquella soleada mañana.

Draco se había quedado dormido, reposaba sus manos juntas bajo su cabeza en posición fetal, cubierto por una manta que su madre había puesto sobre él.

-¿Habrá sido un sueño?- Se pregunto, no recordaba con exactitud si la mujer que había visto en el Londres Muggle era la Hermione Granger que dejo en Hogwarts.

Se levanto apresuradamente, se vistió & salió de la casa una vez mas, estaba dispuesto a comprobar si aquello había sido un sueño o estaba seguro de que era su realidad. Llegó al mismo lugar donde la vio & espero, & espero, & espero… El reloj marco las 4:00 de la tarde en punto & el sol estaba cubierto por unas nubes que anunciaban un poco de lluvia, entonces, ella apareció, salió de las escaleras que conducían al metro de la ciudad, iba caminando a prisa con unos libros en la mano & una pequeña bolsa colgando de su brazo, entro a una cafetería muggle que estaba justo enfrente de donde él estaba sentado, sin dudarlo entró & se sentó algo alejado de ella, solo quería cerciorarse que de verdad era ella.

-¿Te ofrezco un café?- Pregunto la mesera que lo miraba de manera seductora.

-Si- Se apresuró a decir él.

La chica se alejo decepcionada por lo que acababa de hacer, & se acercó a la mesa que ocupaba Hermione preguntando lo mismo.

-Un capuchino por favor- Respondió la castaña al mismo tiempo que buscaba un lápiz para escribir en uno de los cuadernos que llevaba en la mano.

La mesera se alejo de ambas mesas & preparaba las bebidas, miraba discretamente a Draco mientras estaba tras el mostrador, él no quitaba los ojos de Hermione, quien a su vez estaba escribiendo atentamente.

La chica distrajo al rubio cuando puso el café sobre la mesa, le guiño un ojo & se fue hacia la mesa de Hermione, dejándole el caférnal lado del cuaderno cerrado, que abrió cuando la chica le dio la espalda. Miró su reloj & por la expresión de su rostro, parecía que se le hacia tarde, tomo su café en 3 tragos. Guardo sus cosas, puso el dinero en la mesa & salió casi corriendo del lugar… Se vio a través del cristal del lugar como corrió a la calle de en frente para tomar un taxi. Draco termino su café & lo pago, antes de salir del lugar, vio que en una silla de la mesa donde se sentó Hermione, estaba un cuaderno, discretamenternlo tomó & salió del lugar.

Ya en la calle, miro alrededor & camino unos pasos hasta la banca donde se sentó antes de entrar a la cafetería, miro el cuaderno & al abrirlo noto que era un diario. Hojeo el pequeño cuaderno, la letra pulcramente repartida en el espacio blanco de la hoja, las fechas iban desde el cuarto año de Hermione en Hogwarts, la preocupación porque Harry estaba en el torneo, lo trágico de la muerte de Cedric, las pesadillas de Harry, las visitas a casa de Sirus, notas de los hechizos que aprendían en los entrenamientos del ejercito de Dumbledore, lo que pensaba de Luna & sus "amigos" los nargles, la batalla en el ministerio de magia & la dolorosa muerte de Sirius a manos de su prima Bellatrix… Lo cerró de golpe & lo admiro por fuera, el color negro era abundante en la mayor parte del cuaderno, unas cuantas partes en violeta & unas flores plateadas en la portada; se puso de pie & tomó un taxi a la estación de King's Cross, era hora de volver a casa.

En el tren, iba leyendo un poco de todo, llego a una parte donde él era mencionado:

<<Draco Malfoy, es mas insoportable cada año que pasa, parece que disfruta molestarme, aunque este sexto año, se ha comportado un tanto extraño, dejo a Crabbe & Goyle de lado & en su lugar apareció Zabini, & la pesada de Pansy Parkinson anda tras Malfoy, no se porque me molesto & preocupo, si para él solo soy una "Sangre Sucia"…>>

Draco había quedado petrificado al leer eso, había sido su peor año & todos lo habían notado & Hermione se había percatado de que Parkinson lo perseguía, sonrío al notar que por la forma en que la describía, estaba celosa.

-Tengo el diario de Granger- Dijo para si.

No podía evitar sentir curiosidad por leerlo, pero lo haría de igual manera, subió al tren, ocultando el pequeño libro con sus manos, tomo asiento & cerró sus ojos, había sido un día extraño, emociones que creía que no existían en su vida estaban saliendo a flote… 

Hermione, por su lado llegaba a su apartamento que rentaba en una zona central de Londres, habíarndecidido ser auror, & dirigía la plataforma P.E.D.D.O., así que su trabajo en el ministerio no la dejaba respirar; al llegar a casa, coloco su abrigo en el armario que estaba tras la puerta de la entrada & camino 10 pasos para llegar a la puerta que conducía a la sala de estar & a la cocina, colocó sus cuadernos en la mesa del comedor, sentándose lo mas próxima a ellos. La casa estaba pintada completamente de blanco, desde la puerta de la entrada podías ver casi todo el apartamento, al final del pasillo había una ventana con un balcón, afuera, 2 sillas & 1 mesa, el sofá estaba dividido en 2 partes, ambos negros de piel, & por supuesto un librero enorme con todo tipo de volúmenes tanto de libros muggles, como del mundo mágico. Para llegar del otro lado del apartamento se cruza una puerta que conduce a las 2 recamaras & al baño.

Sentada en el comedor, comenzó a buscar entre sus cuadernos, al más pequeño de ellos, tomando su lápiz para continuar su escrito… Notó que su cuaderno no estaba & al tratar de recordar sus pasos, supuso que lo había olvidado en la cafetería, estaba comenzando a levantarse cuando miro por la ventana & una lluvia torrencial azotaba Londres.

-Mañana volveré por el- Pensó en voz alta, & camino hacia la cocina & se dispuso a preparar su cena.

Draco seguía leyendo el diario, intrigado cada vez más por lo que decía, aun mas cuando llego a la parte de la batalla de Hogwarts, ella había escrito lo que sintió cuando él se fue del castillo. No sabia si estaba preparado para leer algo así, aun con la duda al frente de sus pensamientos, continúo la lectura, sonriendo sorprendido con cada palabra plasmada con tinta negra en el pequeño cuaderno.

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