Estaba herido. Yoongi lo supo al divisar la mano ensangrentada del alfa. Llevó su mirada al cuerpo de Taeyang y, al instante, reparó el disparo en su hombro izquierdo. La culpa lo arribó de inmediato. ¿Cómo había sido capaz de dudar de él cuando en ese mismo momento estaba dando su vida por protegerlo?  

Volvió a sujetar el volante con sus dos manos, diciéndole a Taeyang que no se preocupara y que sólo se encargara de detener su hemorragia. Estaba decidido a ocuparse por completo de la situación, al menos hasta que el resto de sus hombres llegaran.

Y Jimin pensó que ya estaban acabados.

Definitivamente, era su fin.

Sin embargo, en un momento dado, después de quien sabe cuanto tiempo más de tensión, el auto se detuvo. Jimin entreabrió los ojos al percibir que el mismo no volvía a arrancar. Una de las puertas traseras se abrió y el omega se asustó.

—Ven, Jimin, rápido —escuchó la voz acelerada y firme de Yoongi, lo cual tranquilizó por completo a su omega interior.

El susodicho lo ayudó a abandonar el auto. Lo cargó entre sus brazos, sujetándolo con seguridad contra su cuerpo.

Rápidamente, se trasladaron a otro coche que aguardaba a un costado. Apenas entraron en la parte trasera, el mismo aceleró sin darles siquiera tiempo para acomodarse mejor. Mas no importó, pues ninguno de los dos pretendió separarse del otro. 

Jimin calmó sus sollozos de a poco, sintiéndose muchísimo mejor al encontrarse protegido entre los brazos de su alfa. Su rostro se escondía en el cuello del mayor, aspirando el sólido aroma de este. Olía a tormenta y océano, salpicado delicadamente de tabaco con rastros de café fuerte y amargo.   

La calidez lo rodeaba. Su olfato embriagado del olor de su alfa le provocaba cierta amnesia, cierta anestesia. Ya no había dolor, ya no había recuerdos. Era solo él flotando en alguna parte del cielo, con su alma envuelta de paz y armonía.

Cerró sus ojos y se dejó llevar por aquel sentimiento, relajándose, tornando su respiración profunda y calmada. Y de ese modo acabó quedándose dormido.

La desorientación se infiltró en su ser al abrir pesadamente los ojos

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La desorientación se infiltró en su ser al abrir pesadamente los ojos. Su somnolienta mirada se topo con Yoongi, quien lo estaba arropando con cuidado. Fue allí cuando se percató que estaba sobre la cama de la habitación del alfa.    

—Yoon... —murmuró, su voz sonó ronca y apagada, su garganta estaba muy seca.

—Shh, tranquilo. Ya estamos bien, bebé, descansa —susurró el pelinegro, para luego depositarle un suave beso en la frente.

Jimin se estiró debajo de las sabanas con pereza, intentando recordar qué había pasado. Se acurrucó contra la almohada, bostezando, enfocando su mirada en el alfa, el cual se estaba desvistiendo cerca de la cama.

Frunció el ceño al divisar manchas enrojecidas en la nívea camisa de Yoongi. Se alarmó de inmediato al asociarlas con la sangre, por lo que se incorporó de golpe, preocupado.

Sublime Dominacion.  ||Yoonmin|| (Omegaverse)⚠🔞Where stories live. Discover now