Remember Me| Benny Weir [4] ✔

[4] Night Scares

¡SORPRESA! ¿Por qué digo esto? Porque lo más seguro es que no se esperaban que iba a actualizar este mismo día y seguido del otro que publiqué antes. Bueno, otro cap corto, disfruten ♥

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Benny's POV

— De ninguna manera serías Harry Potter — dijo Alice y se echó a reír mientras los dos caminábamos por el pasillo del instituto, comiendo las galletas que nos habían dado las enfermeras.

— ¿Por qué no? — pregunté. Pensé que iba a hacer una clase de Harry Potter.

Alice me miró con una sonrisa divertida.

— Sólo porque puedas hacer magia, no significa que seas bueno en eso.

— Oh, como si fueras tan perfecta en eso — bromeé, chocando mis hombros en ella juguetonamente.

— Al menos, soy mejor que tú. Soy como Hermione Granger — chocó sus hombros en mí, haciendo que sintiera mariposas en mi estómago por su toque.

— Bueno, si tú eres Hermione, yo soy Ron — dije. Ella se mordió el labio y miró hacia abajo. Ella se estaba sonrojando y yo me estaba volviendo loco internamente. O se estaba sonrojando porque pensaba que mi frase era linda o que la hice sentir incómoda. 

Me rasqué la nuca y miré al suelo con una risita nerviosa. El incómodo silencio me estaba matando. ¿Por qué estaba tan callada?

Volví a levantar mis ojos para ver la razón por la que estaba tan silenciosa, era porque no estaba ahí. Miré a mi alrededor y vi que ya no estaba en el instituto. En cambio, estaba en un viejo edificio.

— ¿Alice? — llamé. Sin respuesta — ¿Hola?

Escuché una especie de alboroto desde lejos pero no pude distinguir qué era. Entrecerré los ojos para enfocar mejor mi visión en el pasillo mal iluminado en el que provenía el ruido.

— ¿Hay alguien ahí? — levanté la voz, esperando que quienquiera que estuviera allí diera alguna explicación a lo que estaba pasando.

Noté el color púrpura al final del pasillo. No parecía un objeto de ningún tipo, ya que no tenía una forma desafiante. Parpadeé un par de veces, pensando que mis ojos solo me jugaban una mala pasada, pero me equivoqué.

Para mí, parecía una niebla que se acercaba más y más. Pero mis ojos se abrieron cuando me di cuenta de que no podía ser descrito como niebla. Iba demasiado rápido como para referirse como una forma de nube. Demasiado rápida... en mi dirección.

Era como humo. El humo que estaba devorando todo a su paso, pronto me incluiría.

Di un paso hacia atrás, pero solo para golpearme contra una pared que estaba detrás de mí. Comencé a entrar en pánico. El humo púrpura avanzaba hacia mí a un ritmo alarmante y levanté los brazos para cubrirme la cara.

El aire se puso pesado.

— ¡Benny!

Mi cuerpo se debilitó.

— ¡Benny!

Mis ojos ardían.

— ¡Benny! ¡Despierta!

El pasillo con poca luz en el que estaba se volvió completamente negro.

— ¡Despierta, Benny! — me desperté con un dolor en la garganta. Cuando me di cuenta de que estaba gritando, me detuve pero todavía estaba sin aliento.

Vi a mi padre sentado a un lado de mi cama con sus manos en mis hombros. Tenía una mirada preocupada en sus ojos y su boca se movía, pero yo ahogué su voz.

Jadeé mientras mis ojos vagaban por mi habitación en la que me alegraba estar. Noté que algunas de las sábanas de mi cama estaban desparramadas en el suelo y otras estaban torcidas al azar alrededor de mis piernas, probablemente debido a mis patadas mientras dormía.

— ¡Benny! — la voz de mi padre finalmente llegó a mis oídos. Lo miré y finalmente comencé a calmarme — ¿Tuviste una pesadilla?

Teniendo en cuenta mi estado actual, asumí que era obvio que tuve una pesadilla pero no estaba del todo seguro. No estaba del todo seguro porque, bueno... No podía recordar lo que soñé.

Me incorporé y solo asentí, temiendo hablar en caso de que mis palabras interfirieran en mi intento de recordar cuál era mi sueño. O al menos lo que me dio tanto miedo que me hizo gritar lo suficientemente fuerte como para despertar a mi padre.

— ¿Fue de nuevo el Ciberodontólogo? — preguntó Papá y negué con la cabeza.

No podía recordar, pero estaba bastante seguro de que no fue el Ciberodontólogo. Odiaba a ese robot dentista, así que si él estuviera en mi sueño, lo sabría.

— Realmente no quiero hablar de eso — dije con simpleza y examinó mi cara con inseguridad.

— ¿Estás seguro? — preguntó y asentí con un silencioso 'sí'. Se levantó y alcanzó mi lámpara de noche para apagarla.

— ¡Espera! — lo detuve. Bueno, esto es embarazoso — ¿Podrías dejar la luz encendida? — miró entre la lámpara y yo un par de veces — Por favor.

Él sonrió.

— Claro — susurró, revolviéndome el pelo y inclinándose para darme un beso en la frente. Me sentí como si tuviera 5 años y estuviera metido en la cama. Dios, no había tenido un momento como este desde que murió mamá — Ahora duerme un poco. No tienes que levantarte todavía, aún te quedan un par de horas más.

Tiré de la manta hasta mi barbilla y hundí mi cabeza en mi almohada con la esperanza de que pudiera dormirme. Justo antes de que papá se fuera, lo oí decir en broma.

— Casi diecisiete ya.. Diecisiete' mi trasero — trayendo una sonrisa a mi cara.