D O S

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Esperamos aproximadamente 40 minutos cuando la puerta se abrió repentinamente, era Han, sudando con cara preocupada, pero en el momento en el que lo vi, supe que todo estaría bien, toda la angustia que había sentido desapareció por completo.

- Lo siento Lic. Kim, lo siento – Dijo Han lamentándose.

- No hay problema, si se apuran a llegar al aeropuerto – Respondió

- ¿Vamos juntos? – Preguntó Han sorprendido

- ¿Me pueden explicar de qué se trata todo esto? – Pregunté bastante confundida por la escena.

- Lo siento, So min, por no haberte explicado, vas a ir a cubrir un evento del lanzamiento de nuestra revista en república dominicana, Han será el encargado responsable y nuevo director de la revista allá, pero tienes otra misión, ayudarlo y apoyarlo en todo lo que el necesite mientras este ahí, pero no tenemos más tiempo, mi chofer está esperándolos ya abajo – Antes de que pudiéramos decir o cuestionar algo él ya estaba caminando hacia el elevador para acompañarnos a la salida, así que tomamos nuestras maletas, nos despedimos de él y subimos al auto sin decir al otro alguna palabra. Pasaron algunos minutos, tantas cosas rondando por la cabeza de los dos, el solamente agachó la mirada, la incomodidad comenzó a sentirse por todo el auto, pero no es como si pudiéramos decir o hablar de lo nuestro ya que el chofer era un lame botas de Lic. Kim, y si algo pasaba claramente él iba a decirle todo. La mirada de Han viajó por todo el auto y volvió a agacharla, y miró fijamente mi cuerpo, y lentamente, jugó con sus manos hasta que llegó una a mi pierna, el movimiento me tomó por sorpresa, así que di un pequeño brincoteo y llevé mi mirada a él, nuestras miradas se encontraron y me regaló una de las sonrisas más preciosas que he visto en mi vida. Sabía que todo iba a estar bien, claramente lo iba a estar. Al llegar al aeropuerto Han y yo tomamos nuestras cosas de la cajuela del automóvil, dimos las gracias y nos despedimos del chofer, caminamos hasta la caseta de nuestra aerolínea para documentar las maletas, nos formamos, aun sin decir alguna palabra, documentamos las maletas, hicimos el check-in y caminamos algunos pasos para salir de la caseta, seguimos caminando sin sentido hasta que como si estuviéramos conectados dejamos de caminar al mismo tiempo, nos volteamos a ver y me jaló entre sus brazos hacia su cuerpo, volví a sentir su olor, su presencia con la mía, no pude hacer más, mas que tomarlo por la cintura y jalarlo hacia mí, me dio un pequeño beso en la frente y pude sentir su sonrisa en mi piel.

- Entonces, ya que no respondiste a mis mensajes... ¿Vas a desayunar conmigo o no? – Dijo sarcástico.

- Tal vez, no sé si me dé tiempo, pero voy a intentarlo – respondí, claramente solo estaba jugando, así que él sonrió y entrelazó nuestras manos y fuimos a desayunar a uno de los restaurantes del aeropuerto, desayunamos, hablamos de tantas cosas, expliqué por qué no había contestado en la noche, estábamos tan felices de que por fin podríamos pasar tiempo juntos de nuevo, pasaron las horas y llegó el momento de abordar el avión, y si, gracias a Dios mi asiento era el de la ventana y si, el de alado era de él, al menos el Lic.Kim se había tomado el detalle de no mandarme sola, tomamos nuestros asientos y el recargué mi hombro en él.

- ¿Qué sentiste cuando te dije que me iba a ir? – Dijo en voz bajita, como si alguien fuera a descubrirnos de un gran pecado.

- ¿Disculpa? – Si había escuchado, solo quería escucharlo de nuevo.

- Si, So, dime... ¿Qué sentiste cuando te dije que me iba a ir? – repitió, de nuevo en voz bajita.

- Sentí feo y estos días lo han sido, cada vez más distanciados, pensé que iba a volver de nuevo al juego de la soltería y enojarme cuando alguien no contesta mis mensajes, odiarlo y ser feliz cuando después de 4 horas responde, realmente no quiero... pero ahora estoy feliz de que al menos al principio de tu nueva aventura, pueda vivirla contigo, así no me voy a poner celosa cuando me mandes increíbles fotos de tu comida lujosa y tus increíbles pasajes.

- A decir verdad, ya te estaba extrañando y me confundí... no sabía que iba a pasar entre nosotros, por eso no quería decirte lo que estaba pasando, sentí miedo.

- Pero... mírame, aquí estoy, en un avión, contigo –Tome su cara y le sonreí, el simplemente me sonrió de vuelta y se volvió a acomodar para que me recostara en su hombro, bajo con su brazo hasta alcanzar mi mano y entrelazamos las manos, de nuevo, me sentía tan tranquila, no sabía que iba a pasar en los próximos días, al menos él iba conmigo.

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⏰ Dernière mise à jour : Sep 23, 2018 ⏰

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Entre las sabanas y tus mentiras.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant