Mit Flügeln

capítulo 1

10 años después:

—¡Mira, mira! —gritó emocionada la eriza de ojos azules señalando una revista-¡Hermanito quiero ir!

—¿Ah? —el mayor se giró —¿Qué es eso?

—¿Qué no sabes que es? ¡Se supone que será el concierto más grande de la ciudad! ¡Hermano tengo que ir! Todos estan hablando de eso. —Dijo la chica emocionada.

—¿Semana de examenes? —preguntó arqueando la ceja

—Es dos semanas antes. —respondió, aquel brillo en los ojos seguía vivo.

—Fecha importante en la escuela.

—¡Ninguna!

—... —suspiró —¿Cuando es? —pregunto regresando a lo que estaba haciendo antes.

—El 15 de Julio ¡Hermano por favor, sabes que casi nunca te pido nada!

—Y sabes que cuando lo pides es casi siempre algo que no me alcanza, y si dices que es el concierto más grande supongo que estara caro. —se quejó

—¡Pero puedo trabajar! Aún falta mucho...puedo ahorrar.

—Aya, tienes que concentrarte en tus estudios.

—¿Y si le pides a Scourge un poco de dinero? —Insistió.

—¿Alguien me llamó? —entró por la puerta de la cocina un erizo color verde cargando en sus brazos unas bolsas del supermercado. —Scourge es su servidor.

—¿No te dije que no entraras por las ventanas? —Shadow se rascó la cabeza irritado.

—Eso no es divertido. —dijo mientras dejaba las bolsas en la mesa del comedor y se acercaba a los dos erizos. —¿Qué es lo que deseas Mar? Escuche algo de un concierto.

—Sí, tío Scourge. —dijo en todo suplicante la de púas grises —Pero mi hermano no me quiere dar permiso.

—Oh ¿Por qué no, Shadow? Vamos dejala, que se divierta. — suplicó apoyando a la menor.

—No tengo dinero. —dijo entre dientes el bicolor, vio de vuelta a su hermana menor y con mirada seria le dijo de una vez por todas —No, no irás.

—¡Ah! —grito enfadada la fémina al mismo tiempo que golpeaba la mesa del comedor, y está, por su tiempo, se rompió por fin — ¡Es mi oportunidad de integrarme a un grupo y tú lo arruinas! ¡Siempre arruinas todo! —dicho eso se dirigió a su habitación diciendo maldiciones entre dientes.

El azabache se quedó mirando la mesa rota entre sorprendido y asustado, su hermana jamás había reaccionado de esa manera ante sus negaciones y le asustaba lo que era capaz de hacer después.— Maldición. — reclamó mientras se frotaba la frente.

–Shadow, creo que deberías dejarla ir, solo por esta vez, siempre le niegas a todo lo que la invitan, cumpleaños, salidas al cine, entre otras muchas cosas más. —dijo el verde intentando calmar a su amigo.

—Scourge, mira la mesa, ni siquiera tengo dinero para comprar una nueva, no quiero negarle nada pero no tengo de otra. —se quejó.

—¿Ya encontraste un nuevo trabajo? Si quieres les presto el dinero para que ella pueda ir. —mencionó buscando una solución al problema y Shadow en respuesta volteo a verlo con burla —Acepta el dinero solo por esta vez. —suplicó

—No.

—Voy a salir. —Dijo aún molesta dirigiéndose a la puerta. –No me esperes para cenar.

–¿Qué? ¿De qué diablos hablas, Mar? No te di permiso de ir a ningún lado. — mencionó mientras se paraba frente a la puerta impidiendo el paso a la menor.

—No tengo que hacerlo, tengo ya edad para decidir si quiero salir o no. —no miraba al azabache, se dedicaba más a buscar su teléfono esperando recibir un mensaje. —sería bonito que me compraras un celular con pantalla táctil. Ya nadie usa mensajes de texto.

—Esta es mi casa, mis reglas, y seria bonito que me respetaras. —dijo quitandole el celular de la mano para revisar el mensaje que le había llegado. —¿Quién es Jhak?

—Un amigo. —dijo sin mirarlo a los ojos.

—Mírame —reclamó.

—No tengo por qué hacerlo. —se quejó mientras agachaba aún más la cabeza. —solo es un ami.... —fue interrumpida una mano que la agarraba de la mejillas con fuerza y la obligaba a ver a los ojos rojos del contrarío.

—Dime quien es. —dijo aún más molesto que antes.

—¡Dejame en paz! —grito mientras se quitaba de encima la mano y empujaba al azabache a un lado de la puerta para al fin poder pasar. —Y esta no es tu casa, es de mamá, —abrió la puerta —y no te voy a respetar. —y la cerró detrás suyo.

—Oye... Shadow. —dijo incómodo Scourge observando como su amigo se quedaba viendo la puerta perplejo. —se que estas alterado, y esto que diré no es muy importante, pero cambiare de tema...un poco. —Shadow volteo a mirarlo y Scourge en respuesta trago saliva. —¿Si viste como estaba vestida?

—¿Qué tiene su vestimenta? —preguntó confundido sin encontrar algún sentido a las palabras de su amigo.

—Shadow, así no se viste una chica de 15 años...en realidad, ninguna chica. No esta bien que use ese tipo de ropa...de hombre.

—¿De qué hablas? —preguntó aún más confundido.

—Habló de que necesita una figura materna, quizá también está molesta en parte por eso.

—No, no está molesta por eso, y no quiere una figura materna. —dijo ya por fin entendiendo y prestándole más atención a su amigo.

—Justo por eso tienes que darle una, Shadow, es necesario, las mujeres no son como nosotros, saben controlarse, una novia tuya podría ayudarla un poco. —dijo mientras buscaba por el sofá su celular.

—No tengo tiempo para chicas, Scourge; aparte ¿Cómo crees que las consiga viviendo en esta casa? —dijo observando su vivienda desde esquina a esquina.

—El que busca encuentra. —justificó.

—No pienso ir por la calle conociendo chicas a ver si a alguna le gustó y si le sigo gustando luego de saber las condiciones en las que vivo. —dijo intentando ponerle fin a la conversación.

—Yo no dije nada de salir a la calle buscando chicas. —mencionó y le ofreció su celular —incluso una novia esta al alcanze de un dedo sobre la pantalla.

—¿De qué hablas?

—Descarga tinder en mi celular, te crearemos un perfil.

—¿Qué?

Ahhhh! Eh vuelto! Jajaj me pondré al día con las historias, lo prometo.