MinSeok es un omega demasiado hermoso y con un carácter dulce, trabaja en panadería junto a sus padres, de hecho era suya.
Pero hay algo que hace que ningún alfa u beta se acerque a MinSeok, y eso es, que es infértil.
Sin embargo es un omega indep...
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MinSeok estaba despertando después de haber sido anestesiado, su bebé había nacido y por lo que escuchó estaba sano y salvo, JongDae estaba ahí con él, sosteniendo a su bebé entre mantas amarillas. El llanto de su cachorro lo hizo sonreír.
—JongDae quiero verlo —MinSeok dijo débilmente.
JongDae se acercó hasta él para mostrarle a su bebé. Era un bebé precioso. MinSeok comenzó a llorar.
—Cariño tenías razón, nuestro cachorro tardó un poquito en llegar —el omega rozó su nariz de botón con la frente del niño para luego besarla.
El alfa tomó la mano de su omega para darle soporte. Ellos iban a ser una gran familia. El cachorro estaba moviendo sus manitas.
—¿Has pensado en algún nombre para él? —preguntó JongDae —. Ningún nombre que te he dicho te ha gustado.
MinSeok sonrió al recordar como el alfa estaba todo el día pegado en la laptop, con la intención de buscar un nombre para su cachorro. Todos los nombres fueron negados por el omega.
—Tiene que tener una parte de tu nombre y una parte del mío —MinSeok miró a su esposo —. ¿Qué te parece si se llama JongSeok? A JongDae le encantó el nombre.
—He estado perdiendo el tiempo buscando en Internet —JongDae soltó una carcajada.
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MinSeok todavía estaba en curación por lo que pasaba mucho tiempo en cama pero su bebé estaba con él, a veces en una cuna o a veces en sus brazos para ser alimentado. JongDae era el que se encargaba de bañar y cambiar de pañal a su cachorro.
—¿Quién es el lobito hermoso de papá? —JongDae le estaba poniendo ropa a JongSeok después de bañarlo.
El niño curvó sus labios mientras chupaba el chupón que tenía en la boca.
—Claro que tú —JongDae le acariciaba su estomaguito —. Mi lobito.
MinSeok sonrió, su alfa no podía ser tan amoroso con su cachorro. Su pecho se inflamaba de amor cada que lo escuchaba consentir a JongSeok.
—Ojalá y podamos tener otro —MinSeok dijo bostezando.
JongDae asintió. Su hijo tenía la misma forma de ojos que los de MinSeok, el alfa estaba apostando que también el color, ese niño se había vuelto su todo.
—Eres demasiado hermoso —JongDae abrazó a su hijo.
El bebé comenzó a llorar, ya era hora de que comiera.
—Si, si, vamos con papá Min —a JongSeok no le gustaba que alguien más lo alimentara.
El omega estiró el brazo para tomar el biberón que estaba en la mesita de noche, acomodó entre sus brazos a su cachorro, el niño de inmediato buscó la tetina. Ambos padres estaba orgullosos, incluso sentían que iban a llorar de tan sólo verlo.
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MinSeok ya estaba recuperado, y su cachorro ya se encontraba más grande y pesaba más. La pareja solía pasearlo mucho a donde quiera que iban. El omega tardaría otro mes en volver al arte de hacer panes y postres. En los periódicos locales habían anunciado el nacimiento del pequeño JongSeok, un mes después en el cual describían que tal vez podría ser el único heredero de gran fortuna.
—¿Cómo te está yendo con JongSeok? —preguntó su madre.
—Muy bien, aunque es un poco cansado pero eso no importa —hizo un ademán con la mano para restarle importancia.
—Sabes, todos estamos felices por el cachorro, a ti y a JongDae los veo más felices por su pequeño —la madre sonrió mirando a su nieto.
JongSeok era un bebé hermoso, la mayoría del tiempo llevaba un chupón y ese día no era la excepción, estaba jugando con los juguetitos de su canasto, riendo por cosas que sólo un bebé de seis meses hace. Madre e hijo hablaron de otros asuntos como lo era el futuro de la panadería y el de patentar los pastelillos de MinSeok, por la noche la señora Kim se marchó. JongDae llegó a casa un poco cansado pero las energías volvieron cuando vio a su esposo y a su cachorro.
—¿Cómo está mi lobito? —cargó al niño en sus brazos y besó a MinSeok en los labios.
—Ha estado muy tranquilo, pero cuando te escucha llegar se sacude en mis brazos porque sabe que pronto lo tomarás en los tuyos —MinSeok dijo.
Era lo que sucedía todos los días.
—Sí yo también te extraño —JongDae al escuchar a su esposo le hizo cosquillas a su pequeño —. ¿Cómo te fue en tu día?
—Hoy hablé con mi madre, ella dice que debería patentar mis pastelillos y yo creo que tiene razón —MinSeok había tomado una decisión.
—Yo te apoyaré en todo cariño —JongDae tomó su mano y le dio un ligero apretón.
MinSeok sonrió para luego abrazar a su esposo dejando a su bebé en medio.
—Gracias por no haberme dejado —dijo el omega.
—Me hubiera perdido todo esto —el alfa juntó sus labios.
JongSeok movía sus piecitos contento.
—Nosotros también te amamos mi lobito —comentó el alfa feliz.
JongSeok sólo llegó a reafirmar el amor de esos dos. MinSeok por fin tuvo la familia que siempre quiso aunque sólo tardó un poquito en llegar, sin embargo ahora la tenía y la amaba tanto, después de todo, no todos los alfas eran tan tontos como para dejar ir a la esencia de su vida, su compañero.
