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La campana había sonado dando a conocer que podíamos salir de la escuela. HoSeok tenía taller, por lo tanto no podíamos irnos juntos a casa.

Esperaba en el paradero para poder irme definitivamente y llegar más rápido pero alguien me tomó, haciéndome caminar.  Su agarre dolía y no tuve que pensar demasiado para saber quién era.

— ¡Déjame!, ¡Dios, JungKook, suéltame! —no se detuvo, parecía no escucharme. Dobló por una de las tantas esquinas y llegó a una casa. Abrió la primera puerta y me tiró hacia dentro, la cerró.

— Ahora sí que nadie te salvará —tuve miedo, esta vez el miedo me superó por completo, no tenía a nadie que velara por mí en esta situación.

From That To This || Π KTH ΠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora