Sugar Baby +18 [FINALIZADA]

OCHO|DIFERENTE

Salimos y subimos al auto, de repente me doy cuenta que ni siquiera yo sé a dónde estamos yendo.

—¿A donde vamos? —pregunto.

—¿Recuerdas la película de la que te hablé? —averigua y luego yo asiento—. Vamos a verla. Digo, si es que aún quieres.

Entonces recordé que aquella película que tanto estuve esperando para el estreno, ya no se encuentra disponible. Así que se lo hago saber cuando veo sus buenas intenciones.

—La película ya no está disponible.

—Oh. Entonces estamos varados —bromea— Veremos alguna otra. No te preocupes, bonita.

Llegamos luego de varios minutos de caminó hasta el cine. Me pongo nerviosa al ver tanta gente, es extraño porque nunca me había pasado. Pero de la nada observo a John a mi lado, quien de entrada al lugar se coloca los lentes de sol y solo así logra tomarme la mano con fuerza. Este acto me hace explotar por dentro ya que nunca lo había hecho con tanta seguridad en un lugar público.

John quiere saber mi opinión sobre qué película ver, sin embargo lo veo muy emocionado por una película en especifico, pues no para de lanzar comentarios como "Esa de allá se ve genial" o "Escuché muchos comentarios positivos de esa". Y pensé en que sería buen idea ver algo que a él también le gustara.

Aún así mi mirada no deja de inspeccionar el lugar, pues las palabras que mi madre siempre dice llegan de repente a mi mente «¿Qué va a decir la gente?». Y sinceramente siento que alguien conocido puede verme, solo hasta que entramos al pasillo oscuro que nos llevará a nuestros asientos es cuando me siento tranquila.

La película empieza. Y a pesar de que la primicia indicó una cinta situada en la segunda guerra mundial, con mucha sangre y contenido adulto. Comienza con cosas tan tristes y nostálgicas que se escucha a muchos en la audiencia sollozar.

John toma un poco de helado y después me besa bajo la oscuridad. Y gracias al aire acondicionado de la sala, es que siento mis labios arder.

Sus besos se intensifican y por como se acerca cada vez más a mí, es que entiendo que él planea algo más.

Lo separo de mí solo para observar lo que hay a mi alrededor. Nuestros asientos están dos filas hacia abajo, y detrás de nosotros solo hay una pareja de señores ancianos que están tan perdidos en la película que no se dan cuenta de todo lo que comienza a pasar a su alrededor.

—¿Tienes mucho frío, o por qué aprietas las piernas? —consulta sobre mi oído mientras una de sus manos se desliza desde mi rodilla hasta mi muslo interno por debajo de la falda.

Su mano que anteriormente había hecho contacto con el refresco, es tan fría que me hace temblar. Y aquella pregunta me pone nerviosa, sin saber qué responder.

—Es que... tus manos están muy... —él aprieta el agarre justo en el inicio de mi pierna y yo aprieto los ojos por lo que empiezo a sentir— frías —logro terminar mi oración.

—Tu falda me gusta —murmura de nuevo, llevando su mano a sobre mi ropa interior—. Pero sinceramente te verías mejor con una que yo te obsequiara.

Toca mi zona y al primer contacto empiezo a excitarme. Tomo el descanzabrazos y lo aprieto con fuerza.

Mi mirada quiere evitar la suya, porque sé que me volvería débil ante sus ojos. Y aunque trato de mirar a cualquier otro sitio, John me toma de la barbilla con su mano libre y me obliga a mirarlo.