2/2

1.6K 247 74
                                    

Cuando tenía 5 años, su madre enfermo de la nada, ocasionándole dificultades para respirar, dolores intensos en el vientre y hemorragias incontrolables.

Los doctores jamás pudieron darle un diagnostico a su padre de lo que su madre sufría.

Meses después, ella no volvió a abrir los ojos.

Cuando tenía 15 años, su padre murió en un accidente automovilístico. Iba ebrio, sin ningún rastro de lucidez.

Su hermana Hanabi y ella, quedaron huérfanas. Pronto se instalaron en un orfanato, de donde nunca lograron salir, sino hasta que Hinata cumplió la mayoría de edad.

Y cuando pensaban que todo iría perfecto, Hanabi siguió el mismo curso de su madre, dejándola sola y sin nadie a su lado.

Nadie se explicaba que era lo que pasaba. Creían que era una mala jugada de la vida. Por su lado, la Hyuga, lloro amargamente la ida de su familia. Neji, su primo, trato de arrebatarle esa tristeza que se la estaba consumiendo.

Lamentablemente, un día sin más, tampoco pudo ver la luz del día. Un infarto probablemente termino con él.

Harta de la situación, decido alejarse de todos, no saber de nada. Olvido lo que era la felicidad, lo que era reír y soltar lágrimas de emoción. Todo esto fue remplazado, por llanto agonizante, por soledad y por unas incontrolables ganas de maldecir a todos y a todo.

Un día, sin más, todas sus dudas fueron aclaradas y con eso, toda esperanza fue pérdida.

Un zorro con nueve colas apareció en su ventana. Su mirada la dejo aterrorizada y su cuerpo se paralizo por la sensación de sumisión. El animal, la miraba de manera penetrante. Su pelaje anaranjado brillaba con la luz de la luna y la elegancia con la que se paraba era sumamente atrayente.

—El destino se equivocó contigo.

La voz ronca del zorro la saco de su ensoñación ¿Qué fue lo que dijo?

—¿E-eh?

—Todos los que estén a tu lado, perecerán.—Sus ojos negros no se movían de ella.—No tenías derecho a nacer.

—¿A qué se refiere?—La voz le tembló ante la severidad de las palabras del animal.

—La muerte de todos aquellos que te rodean, no son casualidad.

Aunque en un principio no lo entendió, ahora todo tenía sentido.

Todos nacemos con un destino. El de ella no estaba escrito, ella nació fuera de las reglas, estaba condenada a la soledad.

—No hay peor pesadilla, que vivir atada a la muerte.

.

.

.

.

.

.

—¡Seré padre!—Con una alegría jamás vista, Sasuke levanto de manera fácil, el cuerpo ligero de su pareja. Su sonrisa era lo más hermoso que pudo apreciar Hinata en su vida.—Te amo Hina. No sabes cuánto.

Un beso en los labios y su mundo desaparecía.

Ambos encajaban perfectamente, sus bocas se acariciaban con ternura, con cariño, con amor.

Cada sentimiento, era transmitido por ese beso. Los roces se hicieron juguetones y de repente los dientes del Uchiha aprisionaban el belfo de Hinata. Las manos se sumaron al juego y pronto la ropa salió de él.

Fallo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora